Este miércoles pasado, la cabeza de la Reserva Federal de los Estados Unidos, Jerome Powell, anunció una suba de tasas de 50 puntos básicos junto con un programa de política monetaria más restrictivo, reduciendo las posiciones en su balance de treasuries y mortgage-backed securities en junio en 47.5 mil millones y llegando a un nivel de reducción mensual de 95 mil millones en tres meses. También dio a entender que por el momento, el comité no considera subas de 75 puntos básicos en las próximas reuniones. Inicialmente, esto generó tranquilidad entre los inversores porque al no ser tan agresiva, la Fed estaría apuntando a reducir la inflación sin necesariamente generar una recesión. Los índices subieron fuertemente y los rendimientos de las tasas largas disminuyeron.
Dos días después de esta decisión, los índices ya perdieron todas las ganancias que habían acumulado y la tasa a 10 años continua en ascenso, superando el 3%. La tasa de hipoteca a 30 años también esta dando mucho que hablar ya que comenzó el año en 3.1% y actualmente se encuentra en 5.27%. El gráfico de Bloomberg a continuación muestra el movimiento de este año. Esta dinámica esta dejando a muchos posibles compradores fuera del mercado ya que los pagos mensuales de las hipotecas se volvieron demasiado elevados.
La combinación de estos factores esta generando mucha incertidumbre entre los inversores, llevándolos a pensar que tal vez ya no quedan muchas opciones en la caja de herramientas de la Fed para salvar la economía de una recesión.
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