Si tiene cuatro patas, mueve la cola y ladra es… No hace falta que escriba la respuesta. Pero muchas veces en el mundo de las finanzas son evidentes, pero se llaman de distinta manera o se emiten de una forma pero en realidad es un activo totalmente distinto para un inversor.
Cuando enviamos una orden para comprar una acción, estamos acostumbrados a comprar y vender acciones ordinarias. En su defecto son ordinarias y a que son las más comunes y las que más se emiten. Pero existe otro tipo de acciones que los inversores pueden comprar de la misma manera que las acciones ordinarias, y son las acciones preferidas, que poseen características muy diferentes, a pesar de que se compran en la misma bolsa y cotizan en el día a día a semejanza de una acción ordinaria.
Las acciones preferidas son un instrumento híbrido, es decir, es la mezcla entre una acción y un bono de vencimiento muy lejano (o bono “perpetuo”, que por más que tenga fecha de vencimiento, suele llamarse así porque se emite a un plazo igual o mayor a 30 años). Es porque si bien son emitidos como acciones, en la práctica pagan un dividendo fijo (como si fuera un cupón) que normalmente se hace en forma trimestral, entre otras características distintivas.
A semejanza de un bono corporativo, posee un cupón fijo y un vencimiento, y a diferencia de ellos tienen una menor prioridad de cobro en caso de insolvencia financiera y forma parte del capital “permanente” de una empresa, que para los reguladores es muy importante. De ahí que la mayoría de ellas sean acciones preferidas de entidades financieras. Las alternativas en sectores productivos o de otro tipo de servicios también se operan, pero son las menos.
Las acciones preferidas comparten algunas características básicas con los bonos corporativos, pero en lugar de 100 para los bonos comunes tienen un valor nominal de 25. Además, todas ellas se emiten con un vencimiento muy extenso en el tiempo, como los bonos perpetuos, a diferencia de los bonos tradicionales.
Entre las similitudes entre una acción preferida y un bono, el contrato debe especificar las características y las condiciones de emisión: el plazo, la forma de amortización, la renta a pagar, las restricciones o covenants, entre otras.
Por el cálculo de la renta existen acciones preferidas a tasa fija (la tasa de interés es fijada de antemano y se paga generalmente en forma trimestral (para los bonos es típicamente en forma semestral en la mayor parte de las emisiones), o bien pueden ser a tasa flotante.
Lo importante a la hora de decidir posicionarse en una acción preferida es saber qué riesgo se corre. Existen calificadoras de riesgo que hacen (o deberían hacer) el trabajo por nosotros, dándole más transparencia y objetividad al mercado. Al ser de vencimientos muy extensos, uno de los riesgos básicos es el riesgo de tasas de interés: la sensibilidad de la tasa de interés hace que en un entorno de tasas en alza, baja el precio en función de su duration o la sensibilidad en el precio ante cambios en la tasa de interés.
Un buen sitio de internet para encontrar y comparar acciones preferidas es DividendInvestor.com en donde el inversor puede navegar por el menú “Screener & Directories” y dirigirse al submenú “Preferred Stocks”. Se desplegarán distintas alternativas para confeccionar planillas con todos los datos de acciones preferidas agrupadas según diferentes criterios.
Hay que hacer la importante aclaración que la mayoría de ellas pueden ser rescatados (a elección del emisor, es un derecho pero no una obligación) a un precio determinado en determinada fecha si son “callables”, es decir si existe una opción que tiene el emisor. Y generalmente las hay.
En un contexto de baja de tasas, en algunas oportunidades le convendrá a la empresa ejercer dicho call porque podría financiar una nueva emisión a una tasa más baja, representándole un beneficio en términos de menores intereses pagados. Hay uno o varios precios de rescate estipulados de antemano, con una o varias fechas de rescate a partir de las cuales el emisor puede ejercer dicha opción. Recuerden que si la empresa decide ejercer el call o no es decisión suya.
En cuanto al rendimiento, la TIR de una acción preferida primero se calcula sin tener en cuenta el call, pero su rendimiento puede ser inferior (mayor) si el emisor la rescata en algún momento del tiempo a un precio menor (mayor) que el precio de mercado en ese momento. El emisor rescatará la emisión en un entorno de tasas de interés a la baja (en esas circunstancias el precio de la acción preferida aumenta) ya que el emisor podría emitir deuda más barata si saliera al mercado. Por eso el inversor siempre deberá chequear cual sería el rendimiento en el peor de los casos, que generalmente es cuando la empresa decide rescatar anticipadamente la emisión para colocar deuda más barata para ella (con cupones más bajos). Ese rendimiento se llama yield-to-worst o yield-to-call.
En síntesis, las acciones preferidas son más parecidas a un bono que a una acción, y los inversores las elijen porque poseen rendimientos trimestrales que superan la media del mercado de bonos tradicional por los riesgos mencionados anteriormente: vencimientos muy extensos con riesgo de tasa de interés (a la baja), riesgo de rescate anticipado y volatilidad de mercado en el medio.
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