Continuamente se debate sobre cuál es la manera correcta de medir la hiperinflación, y cuándo afirmar que una economía está en este proceso.
Hay un par de referencias principales, la primera deriva del famoso “paper” del economista Phillip Cagan (1956) “The Monetary Dynamics of Hyperinflation”. Sobre estudios estadísticos realizados con la dinámica inflacionaria de los países europeos desde principios del siglo veinte, en un contexto de dos guerras mundiales y crueles procesos inflacionarios como los que se vivieron en Alemania, Hungría etc.
Este viejo estudio establece que un país estaría en hiperinflación, cuando la tasa de inflación de su economía supera el 50% mensual, por un periodo mayor a los 12 meses.
Por otro lado, tenemos los Estándares Internacionales de información Financiera y Contable (International Financial Reporting Standards/ IFRS), emitidos en época reciente y aceptados por más de 166 países, contienen un capítulo o norma referida a la información financiera y contable en economías hiperinflacionarias, las cuales sintetizan desde el año 2001 criterios modernos para definir las condiciones de hiperinflación y su aplicabilidad a los Estados Financieros Corporativos.
- La norma 29 describe características cuantitativas de hiperinflación, incluyendo una tasa de inflación acumulada durante 3 años que exceda el 100%.
- Todos los factores cualitativos y cuantitativos contenidos en la norma están presentes en la economía argentina, ya que los índices de inflación relevantes muestran una tasa acumulada en los últimos 3 años que excede el 100%, proporcionando a primera vista evidencia suficiente de que la economía de Argentina (tal y como se define en el IAS 29) es hiperinflacionaria (Deloitte).
- Ambos índices de precios, el índice nacional de precios al por mayor (national wholesale Price índex WPI), y el índice de precios al consumidor CPI, (la medida típicamente usada para valorar la inflación) superan la métrica o estándar, acumulando un 141% en la base anual, y 146,62 % en los últimos 36 meses, más de 3 dígitos.
Entre los aspectos cualitativos también tenemos:
- La población en general prefiere conservar su riqueza en forma de activos no monetarios o divisas, evidenciando un desprecio hacia la moneda local a mediano y largo plazo.
- Las cantidades de moneda local obtenidas son invertidas o convertidas inmediatamente para mantener la capacidad adquisitiva.
- La población en general toma en consideración las cantidades monetarias en términos de otra moneda extranjera estable, ejemplo para alquileres, contratos, compra venta de inmuebles, vehículos, teléfonos, mercancías y otros.
- Los precios comienzan a establecerse en otra moneda, ya que la moneda local pierde su condición de reserva de valor, y se comienzan a dejar de publicar en las vitrinas, tiendas o exhibidores.
- Las ventas a crédito comienzan a desaparecer, quedan para periodos muy cortos por el elevado costo de oportunidad, y envilecimiento de la moneda.
- Las tasas de interés, salarios y precios se comienzan a indexar dinámicamente a la evolución de un índice de precios, repotenciando el problema.
- Se eleva el riesgo país, y las reservas internacionales que son el respaldo de la moneda local, comienzan a agotarse.
Como puede observarse, todas las condiciones cuantitativas y cualitativas descritas, están presentes hoy en la dinámica de la economía, por esa razón basado en los criterios modernos y las expectativas, puedo afirmar que lamentablemente Argentina se encuentra bajo un proceso hiperinflacionario.
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