El "cepo" cambiario comienza a ser cada vez más un tema de debate, donde gran parte de los economistas afirman que sin su eliminación el país no podrá volver a la senda del crecimiento . Sin embargo, poco se desarrolla en cuanto a qué significa este concepto, por qué se utiliza y cómo su eliminación impactaría de forma positiva en la economía.
Para brindarle al lector no especializado en economía el conocimiento necesario sobre el tema, a continuación se desarrolla de forma breve pero concisa cada uno de estos puntos.
¿Que implica el cepo?
En primer lugar, se debe explicar que el “cepo” no es más que la intervención oficial sobre el mercado de cambios. Esta herramienta de política económica implica que los mecanismos normales de oferta y demanda queden total o parcialmente relegados, y, en su lugar, se implemente una regla administrativa sobre la compra y venta de divisas.
La nueva regla administrativa que rige el control sobre el mercado oficial de divisas puede imponer restricciones tanto cualitativa como cuantitativamente. Las modalidades de control no son siempre las mismas, pero en general se aplican:
1. Restricciones a la compra de divisas ya sea por parte del público o de las empresas.
2. Autorizaciones de importación
3. Impuestos sobre las transacciones en divisas
4. Controles sobre la repatriación de capitales
5. Tipos de cambio diferenciados
Sumado a ello, suelen emplearse controles sobre los flujos de capitales que regulan la entrada y salida de inversiones en cartera, inversión extranjera directa y otras inversiones financieras.
¿Por qué se utiliza?
En la mayoría de los casos se utilizan como un instrumento de salvataje de la cuenta externa del sector público, como consecuencia de necesidades de caja. Tácita en esta definición hay una emergencia en la balanza de pagos, que nos indica que, hasta la crisis e implementación de los controles, el banco central adhería a un esquema de paridad más o menos fijo.
En otras palabras, ante la adopción previa de un sistema de cambios que establece paridades fijas entre la moneda doméstica y las monedas internacionales, y luego de reiterados saldos negativos ya sea sobre la cuenta corriente y/o la cuenta financiera, que son compensados mediante una pérdida de reservas, se llega a tal punto en el cual el banco central corre el riesgo de no poder seguir cumpliendo con la paridad que él mismo estableció y termina implementando los controles previamente mencionados.
La culpa no la tienen las empresas o el público que demandan divisas, ya sea por fines comerciales o monetarios. Los mecanismos de control surgen porque el gobierno nacional no desea llevar a cabo las correcciones sobre el tipo de cambio necesarias para eliminar el exceso de demanda, aun cuando la historia nos demuestra que este exceso es consecuencia de las políticas económicas previamente implementadas.
Cuenta corriente y financiera de la balanza de pagos. En millones de USD

Fuente: BCRA
¿Qué beneficios traería la eliminación de los controles?
La eliminación de los controles cambiarios podría impactar positivamente en la inversión y el consumo, y por ende en el nivel de actividad e ingresos de la población. De allí que se ponga tanto énfasis en este tema.
Los efectos sobre la inversión son claros: La decisión de invertir es un acto intertemporal, donde se ponen a disposición recursos presentes con el fin de obtener una retribución futura. Los agentes antes de invertir querrán estar seguros de que podrán realizar transacciones con residentes extranjeros, ya sea para la compra de insumos, pago de deuda, giro de utilidades, etc. De modo que al eliminar las trabas actuales, se fomenta la inversión, la capacidad de producción futura, y en definitiva, el nivel de ingresos esperado de la población en general.
Inversión extranjera directa en millones de USD

Fuente: BCRA
Por el lado del consumo, la eliminación de los controles cambiarios y la unificación del tipo de cambio generaría un impacto positivo sobre las expectativas, lo que derivaría en un aumento del consumo privado.
El razonamiento detrás de ello radica en que, con cepo y diversas paridades cambiarias, la expectativa de devaluación futura (que es creciente respecto al tamaño de la brecha) siempre estará presente y la población buscará cubrirse de la pérdida de capital adquiriendo otros activos (como el dólar), trasladando consumo al futuro. La unificación cambiaria, al cambiar las expectativas, podría generar un shock de consumo.
¿Alcanza con levantar únicamente los controles?
La eliminación de las restricciones sobre el mercado oficial de divisas es una condición necesaria pero no suficiente. Para desregular este mercado de forma definitiva y sin que ello derive en una abrupta devaluación y un shock inflacionario, se lo debe acompañar con reformas en el plano fiscal y monetario.
Podría decirse que la política monetaria, fiscal y cambiaria son como el agua, la harina y la levadura a la hora de hacer pan; si utilizamos solo agua y harina terminaremos con engrudo. Los tres ejes de la política económica deben estar coordinados.
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