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De ahorros a inversiones: Una pequeña introducción para combatir la inflación

Por Franco Mateo Gonzalez

De ahorros a inversiones: Una pequeña introducción para combatir la inflación

Inflación y alternativas de inversión en Argentina: la importancia de proteger el valor del dinero frente al aumento constante de precios.

La inflación, si es que vivís en Argentina, es un problema que te ha perseguido la mayor parte de tu vida adulta, si no es que toda ella. Este fenómeno, fácil de entender, hace referencia al aumento sostenido del nivel general de precios durante un periodo de tiempo determinado, por lo general durante un año. 

Sin embargo, en nuestro país, parece ser que no fue simple de entender, o al menos así lo hacían ver las personas que se encargaban de la política monetaria argentina. Entre 2010-2020, la inflación acumulada en nuestro país fue del 1106,9% lo que significa que los precios se multiplicaron más de 11 veces en solo una década. Si ampliamos el análisis y tomamos el periodo 2000-2020, la cifra asciende a 2633,6% mostrando un marcado crecimiento exponencial alarmante a lo largo del periodo. (Fuente: Banco Mundial, basado en los datos de índice anual de inflación)

Las consecuencias son perjudiciales: desorienta a los consumidores y productores, frena el crecimiento económico y envuelve a los consumidores en un complejo juego de conjeturas sin información confiable. La inflación no es solo una cifra abstracta o un porcentaje por el cual nos lamentamos; impacta nuestro día a día. Cada vez que vamos al supermercado, cargamos nafta, pagamos cuentas, vamos viendo como nuestro salario va perdiendo poder adquisitivo.

 Y no solo afecta el salario, sino también nuestra capacidad de ahorro. El ahorro es la base del crecimiento, a nivel macroeconómico como así también a nivel individual. Acá es donde entra en juego el compromiso personal de involucrarse por el bien de uno mismo y buscar entender qué alternativas tenemos para evitar que el descalabro inflacionario devore todos nuestros ahorros. Guardarlos debajo del colchón, sean dólares americanos o pesos, no es una opción. Tampoco podemos permitirnos decir que no tenemos tiempo para capacitarnos financieramente y encontrar alternativas de inversión que mantengan o incrementen el valor de nuestro dinero. Adoptar esa actitud procrastinadora conduce a un inevitable fracaso en materia de finanzas personales. 

 Acumular capital es una clave fundamental para luego invertir en proyectos, negocios o activos financieros que nos generen rentabilidad. No hacer nada con nuestros ahorros, en un contexto de alta inflación, equivale a perder valor. Por ende vamos a explorar qué alternativas existen para aquellas personas que hoy en día han decidido tomar acción y cuidar sus finanzas personales. 

Dentro del mundo de las inversiones nos encontramos con los denominados activos financieros, que son títulos o anotaciones contables que otorgan al comprador el derecho de recibir un ingreso futuro procedente del vendedor. Básicamente son un “papel” o contrato que compras y te da derecho a recibir dinero en un futuro. Algunos ejemplos conocidos son acciones, bonos y plazo fijo. Por otro lado existen también los activos no financieros, que obtienen su valor de las características que lo definen y no del cumplimiento de un contrato. Se clasifican en tangibles (autos, propiedades,etc) e intangibles (marcas, derechos de autor, etc). 

Nosotros nos vamos a centrar en los activos financieros, ya que estos son instrumentos fundamentales que nos permiten invertir nuestro dinero y así protegerlo de la inflación.   Debemos saber que se clasifican en dos grandes grupos:

Renta fija: Son inversiones como bonos o plazos fijos donde sabés cuánto vas a ganar y cuándo. Son como un “préstamo” al gobierno o a una empresa que te devuelve el dinero con un interés fijo. Son seguros y previsibles, ideales para quienes buscan estabilidad.

Renta Variable: Acá entran las acciones, fondos de inversión, y criptomonedas. No hay garantías de cuánto ganarás, y también existe la posibilidad de perder tu inversión. Pero este riesgo adicional puede traducirse en ganancias más altas, lo que lo hace más atractivo para quienes están dispuestos a asumirlo.

Una relación clave que deducimos de esto es, a mayor riesgo mayor es el posible retorno de nuestra inversión. Viceversa, a menor riesgo menor será la rentabilidad que obtendremos. El cual elegir va a depender de tu perfil de inversor. 

Conocer nuestro perfil de inversor va a ser el primer paso que tomemos antes de realizar cualquier movimiento de dinero. En base a él podremos saber cuáles instrumentos se ajustan mejor a nuestras necesidades. Contamos con las siguientes opciones:

  • Conservador: Prefiere minimizar los riesgos y proteger su capital, buscando inversiones seguras con retornos estables. Sus instrumentos favoritos son los de renta fija, como bonos y plazos fijos, que ofrecen baja rentabilidad pero con menor probabilidad de pérdidas.

  • Moderado: Busca el crecimiento de su capital a lo largo del tiempo enfocándose en un equilibrio entre rentabilidad y riesgo. Combina instrumentos de renta fija y renta variable, asumiendo un mayor riesgo que el perfil conservador

  • Agresivo: Este inversor está dispuesto a asumir riesgos elevados a cambio de una rentabilidad alta. Su cartera va a estar compuesta principalmente de instrumentos de renta variable, acciones , criptomonedas o fondos de alta volatilidad.

Hay muchos portales en la web que te permiten realizar un corto pero efectivo test de inversor para saber cuál se ajusta a tu perfil y así comenzar a invertir para proteger tus ahorros. 

De ahora en adelante nos queda ver cómo y a través de donde podemos invertir nuestro dinero. Acá aparecen los agentes de liquidación y compensación (ALyC), son sociedades que actúan como intermediarios entre los inversores y los mercados. Por lo que deberemos elegir según nuestros requerimientos la ALyC de preferencia. Un ejemplo para filtrar y ver cual seleccionar podría ser aquellas que ofrecen 0% en comisiones,  esto para los inversores principiantes es de gran ayuda para así poder maximizar las ganancias. 

Una vez decididos, debemos seguir todos los pasos necesarios para abrir nuestra cuenta comitente. Generalmente, esto implica proporcionar información personal para el registro, un requisito que la ALyC necesita para operar en el mercado a nuestro nombre. Tras completar estos requerimientos, estaremos listos para explorar el mercado. Antes de tomar decisiones sobre qué instrumentos financieros comprar, es fundamental “fondear” nuestra cuenta, es decir, transferir el dinero que destinaremos a invertir.

Los inversores experimentados suelen ofrecer valiosos consejos al adentrarse en este mundo, y uno de los más importantes es: nunca inviertas dinero que no estés dispuesto a perder. Incluso las inversiones más conservadoras conllevan algún grado de riesgo; ninguna está exenta de él. Es nuestra responsabilidad decidir cuánto riesgo estamos dispuestos a asumir.

Una vez que tengamos listo nuestro perfil de inversor, el fondeo de la cuenta y la decisión de tomar acción, veremos algunos ejemplos de la evolución de activos financieros en los últimos tiempos. Por ejemplo, si en 1997 hubiéramos invertido 1000 USD en una nueva empresa llamada Amazon, hoy en día, sin exagerar, tendríamos aproximadamente 2.5 millones de dólares. Este ejemplo ilustra cómo una empresa innovadora y en crecimiento puede generar rendimientos extraordinarios para quienes deciden invertir y mantener su capital a lo largo de los años.

Por el contrario, ¿qué habría sucedido si, en lugar de invertir, hubiéramos optado por ahorrar esos 1000 USD sin realizar ninguna acción adicional? Aunque el monto nominal seguiría siendo el mismo, en términos reales ese dinero valdría menos debido a la inflación. Durante ese período, la inflación en dólares fue del 90%, lo que representó una caída significativa en el poder adquisitivo del dinero.

En otras palabras, mientras que invertir en Amazon habría convertido esos 1000 USD en millones, ahorrar sin invertir habría reducido el valor real de nuestro dinero. Este ejemplo destaca la importancia de invertir no solo para proteger nuestros ahorros de la inflación, sino para hacerlos crecer y aprovechar las oportunidades que ofrecen los mercados financieros.

De ahora en adelante, decidir empezar a invertir se transformara en un camino largo pero de mucha satisfacción personal. Es clave tener paciencia y evitar buscar hacer “plata fácil” de la noche a la mañana. Es fundamental aprovechar nuestro tiempo, sin importar en qué etapa de tu vida te encuentres, para educarnos financieramente ya que debemos tomar las decisiones en base a lo que queremos y sabemos.

 Este artículo buscó ofrecer una introducción al mundo de la inversiones, especialmente a aquellas personas que nunca antes había leído nada relacionado al tema, por lo que es fundamental seguir buscando información, familiarizarse con los conceptos para así de a poco ir ganando confianza para futuras decisiones. 

En Fingurú encontrarás más artículos que te ayudarán a ir ampliando tu conocimiento. Verás que el lenguaje se empieza a tornar un poco más técnico y específico, por lo que recomiendo ir leyendo de a poco y no sobresaturar de información y por sobretodo nunca perder el objetivo final: encontrar la manera de proteger nuestros ahorros de la inflación y, por qué no, planificar nuevas experiencias gracias a la rentabilidad obtenida.

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Franco Mateo Gonzalez

Franco Mateo Gonzalez

Soy Mateo González, estudiante de Licenciatura en Economía en la Universidad Nacional de Córdoba. Apasionado por las finanzas, la macroeconomía y el análisis de la economía argentina. Me interesa entender cómo las políticas económicas y las disputas políticas impactan en el día a día de las personas.

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