Lo primero que hace un buen inversor cuando se levanta, incluso antes de tomar el desayuno, es ver cómo vienen los futuros de los índices bursátiles, y saber cómo están operando los índices de aquellas bolsas que ya abrieron, además de tomar nota de cómo cerraron aquellos índices de países asiáticos que ya cerraron. EE.UU. es lo que termina definiendo siempre la evolución de la mayoría del resto de las bolsas, pero los distintos usos horarios hacen que sea importante monitorear la evolución del resto de los índices también.
¿Qué es un índice bursátil?
Un índice bursátil es simplemente un valor numérico. Es una guía que muestra de manera resumida el desempeño de una bolsa o mercado bursátil. Es una cifra que surge de un cálculo que es la ponderación matemática de un conjunto de acciones que cotizan en los mercados bursátiles para medir de ese modo el aumento o la baja en el precio de las acciones mediante los valores incluidos en el índice. Es un valor numérico que trata de reflejar las variaciones de valor o rentabilidades promedio de los valores que lo componen.
Ese promedio puede ser ponderado (en la mayoría de los casos, por el peso de su capitalización bursátil), o simple, dependiendo de la constitución de los índices, aunque la mayoría son ponderados.
Algo muy importante a tomar en cuenta es que los índices no pueden operarse directamente, sino que se pueden operar a través de contratos de futuros a determinada de fecha como cualquier otro futuro, a través de fondos comunes de inversión que repliquen exactamente la composición del índice (la mayoría de ellos sin embargo trata de ganarle por lo que no van a tener el mismo rendimiento) o bien a través de los ETFs de índices (fondos de inversión que cotizan en bolsa). En este último caso, si el inversor quiere exponerse al S&P 500 puede comprar el SPY que se encarga de replicar ese índice bursátil norteamericano.
Los inversores suelen mezclar las definiciones de índices bursátiles con bolsas de valores, porque muchas veces los medios de comunicación nos dan la información de manera confusa. Un índice puede reflejar el movimiento promedio de las acciones de una bolsa, pero una bolsa no necesariamente es un índice. El Nasdaq es tanto un índice como una bolsa.
El índice estadounidense más antiguo es el Dow Jones Industrial Average, simplemente conocido como Dow Jones, que fue creado por Charles Henry Dow en conjunto con el Wall Street Journal para medir la actividad económica y financiera de los Estados Unidos a finales del siglo XIX. Es el primero de tres índices, ya que en su momento la economía, además de las empresas industriales, estaba muy influenciada por las empresas de electricidad y de transporte, de ahí los dos índices restantes.
En muchas ocasiones, hay un número que acompaña al nombre que recibe, como es el caso del FTSE 100 de Gran Bretaña, el DAX 30 de Alemania, el CAC 40 de Francia o el Ibex 35 de España. Ese número indica la cantidad de empresas que lo componen. Por ejemplo, el Nasdaq 100 está compuesto por 100 empresas y el Nikkei 225 por ese número específico. Ese número no varía y el “corte” siempre se hace en el mismo número de empresas, cuyos nombres varían de período a período, a diferencia de otros índices que posee un número variable de empresas que entran y salen y no importa la cantidad de acciones que contiene sino que dicho número es variable.
El número de empresas es importante ya que en ocasiones puede ocurrir que, si una desciende mucho en su cotización y/o capitalización bursátil, cuando dicho índice bursátil se actualice en cuanto a las empresas que en él participan puede dejar de estar incluido en él y entrar otra empresa a formar parte del mismo. Normalmente los índices hacen el rebalanceo cada 3 ó 6 meses y en función de su capitalización bursátil, que se calcula multiplicando el número de acciones totales cotizando (incluidas las preferidas) por el precio de las mismas. Es el valor o “peso” que la empresa posee en la bolsa.
La gran mayoría de los índices del mundo usan la ponderación por capitalización bursátil: en su elaboración se ha dado mayor peso relativo a las acciones de algunas compañías por sobre las acciones de otras con el fin de garantizar que exprese de manera real la situación del mercado.
Quizás el más famoso de todos justamente no lo usa: el índice Dow Jones, que es muy criticado justamente por este hecho. Aunque por el otro lado para estar incluido en dicho índice las empresas tienen que tener ciertas características, entre las cuales el tamaño de mercado (grande) compensa parcialmente dio inconveniente.
Los llamados “puntos” de un índice evolucionan con el movimiento de las acciones que representan, pero tienen todos ellos un comienzo en un punto, llamado base bursátil (como cualquier otro índice). Algunos inversores están (mal) acostumbrados a medir una caída o suba fuerte de un índice por la cantidad de puntos, como “el Dow Jones subió 100 puntos”. Pero ese valor puede representar mucho o poco dependiendo del valor del índice (la base), y no debería ser tenido en cuenta. La variación porcentual es siempre más importante que la evolución de los puntos.
Dos formas en las que se puede ponderar un índice
La ponderación simple interpreta de forma igualitaria a todas las empresas independientemente del valor de sus acciones y de la cantidad de las mismas por lo que se elabora haciendo una media ponderada del porcentaje de suba o baja de las acciones incluidas en él. La desventaja de un índice con ponderación simple es que puede perder mucho terreno una empresa grande y una empresa muy pequeña ganar lo mismo en su cotización y el índice no reflejar la creación o destrucción de valor porque ambos valores se compensarían en el índice.
En cambio, en la ponderación por capitalización bursátil se toma el valor de las acciones así como el número de las mismas. Un índice por capitalización bursátil es mucho más complejo pero la ventaja es que da una mayor importancia a las empresas que realmente la tienen ya que las da un valor mucho más importante para con la conformación del índice.
¿Qué sucede en el caso de Argentina?
Específicamente el caso de Argentina, el índice de referencia o “benchmark” es el Índice S&P Merval que varía de trimestre a otro en función de una fórmula que incluye la cantidad de operaciones y el volumen transado de los últimos seis meses y que corta en el 80% de ese cálculo (de ahí para abajo las empresas no estarán incluidas).
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