Franz Kafka en el año 1923
100 años de la muerte de Franz Kafka
Este lunes 3 de junio se conmemoran 100 años de la muerte de Franz Kafka, uno de los escritores más prolíficos del siglo XX. Su obra está asociada al existencialismo y al expresionismo, y aborda temas complejos relacionados a la condición humana,como la culpa, la burocracia, la frustración o la soledad.
Una mañana, al despertar Gregorio Samsa de un sueño agitado, se encontró sobre su cama convertido en un horrible insecto. Estaba acostado sobre su espalda, y esta era dura como un caparazón. Al levantar un poco la cabeza pudo ver su vientre curvo, oscuro, dividido en partes rígidas y arqueadas. Sobre esas protuberancias a duras penas podía sostenerse el cubrecama, que estaba a punto de resbalar al suelo…
Así comienza la Metamorfosis (1915), la obra cumbre de Franz Kafka y uno de los clásicos indiscutidos de la literatura universal. A través de la historia de Gregor Samsa, un joven comerciante, Kafka busca construir una alegoría a partir del enfrentamiento entre la condición humana y el mundo moderno.
Estos temas, muy recurrentes en su obra, están absolutamente relacionados con detalles biográficos de su vida. Nacido en Praga en 1883, en el seno de una familia judía, Kafka mantendría una relación complicada con su exigente padre a quien le dedicaría su desgarrador escrito Carta al Padre.
Se graduó de abogado en la Universidad de Praga y trabajó como empleado en una compañía de seguros por más de diez años, experiencia que indudablemente lo inspiraría para escribir El Proceso, que cuenta la historia de Josef K, un trabajador de un banco común y corriente que un día es arrestado desconociendo la acusación que pesa en su contra. En esta novela Kafka aborda uno de los temas centrales de su obra: el laberinto de una burocracia inepta, totalmente alienada con la opresión del sistema judicial moderno.
De esta forma, surge el término kafkiano, que refiere a un evento absurdo e inquietante, como puede ser levantarse un día convertido en un insecto y nuestra principal preocupación sea llegar tarde al trabajo.
Además de caracterizarse por ser un escritor monumental, existen algunos acontecimientos de la vida de Kafka que lo muestran como un ser humano excepcional. Un ejemplo de esto es la historia de los encuentros que mantuvo con una niña en el parque Steglitz en Berlín. La niña estaba desesperada porque había perdido a su muñeca. Kafka la ayudó a buscarla, pero no lograron encontrarla. Es así como a Kafka se le ocurrió contarle a la niña que su muñeca no se había perdido, sino que estaba de viaje y que él era el cartero que le traería sus cartas.
Hacia el final de su vida, Kafka le pidió a su amigo Max Brod que quemara toda su obra. Para suerte de todos nosotros, este no cumplió su promesa y es por eso que hoy podemos disfrutar de sus escritos. Kafka falleció sin imaginar que su obra trascendendería varias generaciones y que se convertiría en uno de los escritores más importantes de la literatura universal. A 100 años de su muerte, la obra de Kafka sigue siendo más relevante que nunca,leer su obra y resguardar su legado resulta imprescindible.
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