Vivimos en una sociedad en la cual la alimentación, el ejercicio físico y otras practicas poseen un fuerte peso en la salud mental de las personas. Muchas veces, una buena alimentación y un adecuado ejercicio físico repercuten con un impacto positivo en el bienestar personal. Sin embargo, muchas otras veces eso no sucede.
A pesar de que no exista actualmente un consenso sobre la etiología de los trastornos relacionados a la alimentación, existen factores predisponentes, desencadenantes y de mantenimiento de los distintos cuadros. Estos tres tipos de factores interactúan entre sí determinando la aparición y curso de los trastornos. Se hallan entre los mismos factores de tipo sociocultural, personales o psicológicos y biológicos.
Actualmente, la cultura de la delgadez perpetrada por medios de comunicación y redes sociales, es un factor principal. En estos, se alega un ideal de belleza casi irreal e inalcanzable. Además. se proporcionan imágenes de personas con un cuerpo extremadamente delgado y aparentemente perfecto, al cual se debe aspirar. Se publican irresponsablemente dietas, prácticas alimentarias y rutinas de ejercicio físico sin que estos sean recomendados por profesionales de la salud. La presión social por alcanzar dicho ideal a partir de los cánones impuestos contribuye a crear una cierta vulnerabilidad a padecer algún trastorno de la conducta alimentaria.
Cómo manejar el malestar asociado a la alimentación y los ideales de belleza
En primer lugar, es importante destacar que si uno comienza a notar síntomas y mucho malestar asociado, es sumamente indispensable consultar con un profesional de la salud (psicólogo, nutricionista, etc.)
Sin embargo, hay pequeños tips para poder ordenar los pensamientos si el malestar es leve. Algunos son los siguientes:
- Poner limites de tiempo en las aplicaciones como Instagram o TikTok que nos generen malestar al ver cuerpos diferentes o dietas irrealizables.
- NO CREER TODO LO QUE VEMOS. Las personas solemos mostrar la mejor parte de nosotros en redes (incluso, pudiendo editar la vida real). Por lo cual, es importante saber que no todo lo que vemos es real.
- Seguir paginas que se parezcan un poco más a nosotros. Suele ayudar seguir modelos con cuerpos similares, gente fit que nos inspire y no que tengan un ritmo muy alejado al nuestro.
- Hacer actividades que nos gusten. Tal vez no podemos seguir la rutina fit que vemos en youtube, pero si nos gusta ir a correr con amigos, hacer algún deporte de forma amateur, etc.
- Lo mismo con la alimentación. No es necesario vivir a base de ensalada. Podemos adquirir hábitos saludables paso a paso sin necesidad de angustiarse en el proceso.
Y nuevamente, siempre consultar con un profesional que pueda guiarte en el proceso.
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