Aquí, se encuentra el mayor tabú femenino. Nacemos y crecemos con la idea de que solamente se masturban los hombres y naturalizamos este aspecto, pero cuando se trata de nosotras mismas, es un tema prohibido, poco hablado, o negado.
Explorando nuestra sexualidad: Descubriendo nuestro cuerpo y disfrutando del proceso
Suele ocurrir desde pequeñas, inconscientemente buscamos la estimulación, el tacto, el cosquilleo en la zona genital. A veces con la canilla de agua o del bidet, con almohadones o sábanas, con frotaciones leves con nuestras manos, entre otras. Auto descubrirse es un gran paso para la sexualidad, para la generar autoconfianza en una misma y amigarnos con nuestros genitales. Si no tenemos este previo conocimiento, ¿cómo vamos a poder compartir la sexualidad con uno otro y saber qué es lo que nos da placer?
Después de tomar ese espejo que tanto nos da miedo y ponerlo entre nuestras piernas, vamos a toparnos con un montón de cosas que a medida que crecemos, van a seguir cambiando. Con las primeras exploraciones de la vulva nos preguntamos; ¿qué es esto? ¿cómo funciona aquello? ¿cómo me siento con esto? Cada vez que lo hagamos pueden surgir preguntas nuevas y respuestas distintas. El fin no es llegar al orgasmo o a “acabar” sino disfrutar el proceso y camino hacia ello y ver cómo nos hace sentir. Hay que darse tiempo. Cuesta mucho más tiempo para las personas con vulva-vagina estimularse y generar excitación.
Explorando tu propio placer: Autodescubrimiento y liberación sexual
Hay que intentar estimularse de varias maneras, en varias posiciones: boca arriba, boca abajo piernas abiertas, cerradas, dobladas, almohadones, juguetes, parada, sentada. Lo ideal sería buscar un lugar donde te sientas cómoda, ya sea el baño o tu cuarto. Podes estimularte toda la zona de la vulva, la vagina, el ano, cualquier zonas erógena. Tomarse el tiempo para la auto exploración sexual es el principal objetivo. Es liberador, reconfortante, ayuda biológicamente y psicológicamente al cuerpo. Hay que interpretar estas experiencias como positivas, no siempre se llega a lo que buscamos pero todo es un camino de aprendizaje y descubrimiento.
Crear el ambiente, prender velas, poner música, disminuir la luz, perfumar un poco todo esto podemos hacer para generar un espacio agradable para el estado mental erótico que queremos alcanzar. Empezar despacio es la clave, al cuerpo le gusta ir lento y avanzar de forma progresiva. Respirar. “Cuando más nos tocamos las partes del cuerpo, las zonas erógenas se incrementan la oxitocina (la hormona del apego) que provoca el contacto físico. Desarrolla y cultiva en nosotros una sensación de seguridad y bienestar así como de deseo sexual. Hay que superar las limitaciones. Dar la bienvenida a los pensamientos positivos. La sexualidad es un ejercicio, nos ejercitamos en ser nosotras”
Aprender qué es lo que no nos gusta, también es parte del proceso sexual. ¿Qué te genera a nivel emocional masturbarte? ¿Qué te hace pensar de tu sexualidad? ¿Qué vez, cuando te ves?
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