El pasado 19 de septiembre se estrenó en suelo argentino la última película de Demi Moore de la mano de la directora Coralie Fargeat, la cual dio que hablar.
No es un secreto: llegado a cierta edad el cuerpo femenino no vale lo mismo socialmente. Cremas para las arrugas, el skincare a temprana edad, la dieta excesiva, los tratamientos estéticos, son sólo algunas cuestiones con las cuales tenemos que convivir las mujeres a lo largo de nuestra vida y se fortalecen luego de la mediana edad. Si bien los tiempos cambiaron y se ha evolucionado en este aspecto, es muy difícil dejar de convivir con la presión social e ignorar los estereotipos impuestos por la sociedad. Esta película trata conflictos como el paso del tiempo, las operaciones estéticas, los trastornos alimentarios, y el papel de la mujer en una industria tan importante como destructiva.
La sinópsis de esta película trata sobre Elizabeth Sparkle (Demi Moore, 61) la cual es una reconocida estrella de televisión que encabeza un programa de fitness al estilo ochentoso, del cual es despedida luego de cumplir cincuenta años; ya que se le buscaba un reemplazo más “jóven”. Ella siente que ya perdió su brillo y esto empieza a hacerse presente en su cabeza generándole inestabilidad.
Gracias a este suceso, recibe en formato comercial un producto que promete una versión mejorada de ella, lo cual acepta, y se ve envuelta en un círculo vicioso y cíclico que no parece tener fin.
La angustia, el miedo de ser olvidada, la presión social por ser siempre bella y espectacular, el odio hacia su cuerpo y el deseo de grandeza son algunos de los temas que toca esta película, disfrazándose de sátira. Si bien deja mucho que desear al ser predecible, plasma elocuentemente las dificultades de ser mujer en una industria tan superficial como lo son los medios de comunicación y también en la vida cotidiana.
Los efectos especiales característicos de Hollywood, la sangre, los planos y sobretodo los acercamientos de cámara nos hacen sentir incómodos y nos someten en la historia aún más, la cual si bien deja sabor a poco, plasma correctamente la idea general.
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