Jane Austen
Jane Austen ocultaba sus manuscritos o los cubría con un trozo de papel secante. Por otra parte, toda la formación literaria que recibía una mujer a principios del siglo XIX consistía en aprender a observar el carácter y analizar las emociones. Su sensibilidad había sido educada durante siglos por las influencias de la sala de estar común.
Virginia Woolf, Una habitación propia
Vos creéis que siempre actuamos por nuestra cuenta. Ése es un punto en el que los hombres y las mujeres llevamos largo tiempo discrepando. Sin pretender resolverlo, diré que hay circunstancias que ni siquiera las mujeres pueden controlar. La capacidad de ahorro de las mujeres podrá conseguir muchas cosas, señor, pero no puede convertir una renta pequeña en una grande.
Jane Austen, Las Watson
La escritora británica Jane Austen desarrolló su obra literaria en un contexto donde la única aspiración posible para las mujeres de clase media era encontrar un buen esposo poseedor de una buena renta que les permitiera vivir cómodamente por el resto de sus vidas.
Imposibilitadas de recibir la herencia de sus padres, sus hermanos varones y, muchas veces, sus primos lejanos eran quienes se hacían con el patrimonio familiar. Es por eso que para muchas mujeres de su época el único horizonte posible era encontrar un buen marido. Harto conocido es el comienzo de Orgullo y Prejuicio, quizás la obra más emblemática de la autora: “it is a truth universally acknowledged, that a single man in possession of a good fortune must be in want of a wife”.
La propia Austen sabía de las consecuencias de un matrimonio inevitable para las mujeres de su época -el riesgo de morir en el parto era enormemente alto en la primera mitad del siglo XIX- , por lo que eligió la soltería anulando su compromiso con el joven Harris Big-Whiter.
Situadas durante el periodo de la regencia en el Reino Unido, una época donde Inglaterra comenzaba a reponerse de los horrores de las guerras napoleónicas, las ya universalmente famosas heroínas de Jane Austen-Elizabeth Bennet, Emma Woodhouse, las hermanas Eleanor y Margaret Dashwood, Anne Elliot, Fanny Prince y Catherine Morland- son mujeres fuertes que buscan ser protagonistas de una historia que las condenaba a un rol secundario.
Así como las hermanas Dashwood logran sobreponerse juntas de los avatares que deben sufrir luego de la muerte de su padre, Emma Woodhouse usa todo su talento y encanto para formar parejas entre miembros de su círculo social.
Pero de todas sus heroínas hay una que sobresale sobre las demás, un personaje que parece haber sido escrito por Austen pensando en ella misma. Estamos hablando de Anne Elliot, quien protagoniza Persuasión, una novela madura, la última obra entera que Austen publicó.
Persuasión narra la historia de Anne, una joven que se reencuentra con su amado siete años después de haberlo rechazado por su bajo estatus social. Frederick Wentworth vuelve convertido en Capitán luego de haber sido rechazado por Anne por ser un simple marinero.
La novela concluye con la reconciliación de ambos personajes, en un intento de Austen por mostrarnos que parte de madurar consiste en arreglar los errores del pasado.
Si bien Jane Austen no se consideraba una feminista en el sentido estricto del término, es innegable que fue una de las primeras escritoras en ser reconocida internacionalmente. Sus novelas son de las primeras obras literarias protagonizadas por mujeres.
En la historia de la literatura decimonónica, la mujer era casi siempre representada como el interés romántico del protagonista masculino. Los hombres que escribían personajes femeninos muchas veces ignoraban completamente lo que significaba ser mujer en aquella época.
Pero las heroínas de Austen no son solamente mujeres extraordinarias. Sus novelas nos muestran que incluso la historia de una mujer normal merece ser contada, tal y como lo demuestra el comienzo de la Abadía de Northanger: “No one who had ever seen Catherine Morland in her infancy would have supposed her to be born an heroine”.
A pesar de la antigüedad de sus novelas, Jane Austen sigue siendo un referente indiscutido de las mujeres de hoy en día. Sus historias nos demuestran que todas podemos ser las protagonistas de nuestr
a propia novela romántica.
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