En las últimas horas, el presidente estadounidense Donald Trump, anunció que el ejército americano realizó ataques a 3 de las bases nucleares de Irán. Estos ataques se dan en un contexto de constante escalada de tensión en el conflicto entre el régimen iraní y el Estado de Israel.
Últimos acontecimientos previos
Desde el 13 de junio, cuando Israel emprendió el plan "Rising Lion", cuyo objetivo es la destrucción de la infraestructura nuclear iraní y el debilitamiento de la cadena de mando de su aparato militar, la situación en la región dejo de ser tensa solo en lo discursivo y emprendió una fase de conflicto directo entre ambos países. El primer ministro iraní, Benjamin Netanyahu, calificó la ejecución del plan como exitosa y declaró que "Israel se niega a ser una victima de un holocausto nuclear perpetrado por el régimen irani", y que la operación "durará tantos días como tenga que durar".
Las respuestas a este ataque inicial por parte del régimen iraní, que combinó una fuerte ofensiva militar y el accionar de la inteligencia israelí, consistieron en una contraofensiva y declaraciones del líder supremo, Ali Jamenei, quien dejó en claro que Israel se lamentaría de su accionar, y que si tanto Estados Unidos, Francia o el Reino Unido frenaban ataques iraníes al territorio de Israel, también serían atacados.
La escalada americana
La primera reacción del gobierno americano a los ataques de Israel, fueron a través de declaraciones de su Secretario de Estado, Marco Rubio, quien aseguró que se trato de un ataque unilateral de las fuerzas israelíes. A pesar de las amenazas perpetradas por Irán, el gobierno americano ayudó al ejército israelí a frenar los misiles iraníes, y el presidente Trump sostuvo que Irán no podía acceder a armas nucleares.
Durante la reunión del G7 de la última semana, Donald Trump, además de criticar la decisión de excluir a Rusia del grupo en 2014 (cuando aún erá el G8), abandonó sorpresivamente la cumbre para monitorear las tensiones en Medio Oriente el día 17 de junio.
A partir de ahí, el discurso del mandatario americano comenzó a escalar progresivamente. De declarar que los Estados Unidos no participarían ofensivamente en el conflicto a declarar que no lo descartaba totalmente en el lapso de unos breves días, hasta que desde Washington comenzó a circular el rumor de que era una posibilidad cada vez más latente.
Finalmente el ataque
Esta escalada discursiva de Estados Unidos se materializó en las últimas horas cuando el ejército estadounidense atacó 3 bases nucleares iraníes. Fordow, Natanz e Isfahán fueron los objetivos de la operación "Midnight Hammer", la cual, el mismo presidente Trump, calificó como "muy exitoso". Este ataque significó el primer ataque directo de Estados Unidos al plan nuclear iraní.
El ataque consistió en el ataque de bombarderos furtivos B-2 Spirit, los cuales son capaces de transportar bombas que permiten la penetración en subterráneas, como es el caso de Fordow, además de misiles Tomahawk lanzados desde submarinos y buques, dirigidos principalmente a los otros dos objetivos nucleares. La justificación del ataque fue que fue un accionar destinado a evitar que Irán obtenga armas nucleares. Sin dudas que este ataque supone una gran escalada regional.
La respuesta del régimen iraní al ataque no fue para nada una señal de rendición, como sugirió Donald Trump que debía reaccionar. Las autoridades iraníes declararon que consideran el ataque como “una violación internacional grave” y que “responderan con contundencia y en el momento adecuado”. Fueron descartados los riesgos ambientales ya que, según el Organismo de Energía Atómica de Irán, no había materiales radiactivos peligrosos presentes en el momento del ataque, y que las centrales fueron evacuadas horas antes de los mismos.
Sin dudas, las represalias que puede tomar Irán ante Estados Unidos y sus aliados genera una mayor inestabilidad regional y global, ya que si Irán ataca bases militares americanas, las cuales ya ha mencionado tener al alcance de potenciales ataques, puede entrar en juego el famoso artículo 5 de la carta del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), la cual establece que un ataque a alguno de los miembros, es considerado un ataque a todos los miembros.
Es necesario recordar el accionar de la OTAN en la guerra entre Ucrania y Rusia, el cual evidencia que cada país es quien decide cómo responder, sin necesidad de responder militarmente de forma obligatoria. Sin embargo, hay que considerar quién sería atacado y a quien se atacaría en represalía, ya que no es lo mismo que sea atacado Ucrania que los Estados Unidos, ni atacar a una potencia como Rusia que atacar a Irán.
Este nuevo escenario en el tablero de medio oriente genera incógnitas respecto a cómo se desarrollarán los próximos días ante la ofensiva americana, como se expresarán el resto de las potencias occidentales, y cómo lo harán también Rusia y China. Este nuevo escenario presenta una de las mayores tensiones en los últimos años en la región, la cual parece estar lejos de desescalar en el tiempo próximo.
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