Jesús Daniel Romero y William Acosta para Poder & Dinero y FinGurú
Una reciente audiencia en el Congreso de Estados Unidos ha puesto de relieve los lazos comerciales entre Chevron y el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela. Este evento, organizado por la representante republicana por el Estado de Florida, María Elvira Salazar, tiene como objetivo analizar las licencias comerciales que posee la compañía estadounidense y su efecto en el contexto político y económico del país sudamericano.
Desde que Maduro asumió el poder, su gobierno ha dependido de la asistencia internacional, particularmente de naciones como China, Rusia e Irán. No obstante, los acuerdos con Chevron han proporcionado una fuente vital de ingresos, lo que permite al régimen mantenerse a flote a pesar del aislamiento global. La administración Biden, consciente de esta situación, está considerando la suspensión de estas licencias para forzar un diálogo entre el régimen y la oposición.
En el transcurso de la audiencia, representantes del Departamento de Estado y la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID) expusieron sus puntos de vista sobre cómo las operaciones de Chevron pueden estar fortaleciendo a un gobierno acusado de violaciones de derechos humanos y fraude electoral. La empresa actúa como un soporte económico que, aunque proporciona recursos vitales, también permite a Maduro intensificar la represión contra la población. Los ingresos derivados del petróleo facilitan el financiamiento de un aparato represivo que ahoga las libertades de los ciudadanos.
El régimen de Maduro utiliza el dinero que recibe por las ventas de petróleo a Chevron para diversos fines. De acuerdo al Departamento del Tesoro norteamericano, estas lisencias son necesarias para una amplia gama de actividades energéticas incluyendo inversiones, importación y exportación, exploración de gas y petróleo, y contratación y pagos. Pero en realidad, una significativa parte se destina al financiamiento del aparato represivo, asegurando el control sobre la oposición y la disidencia. Esto incluye la compra de equipamiento militar y la financiación de operaciones de inteligencia. Además, aunque el gobierno enfrenta una grave crisis económica, se utilizan recursos para subsidios y programas sociales que buscan mantener algo de apoyo popular, aunque estos esfuerzos son generalmente insuficientes para satisfacer las necesidades básicas de la población.
Otro aspecto importante es el pago de deudas externas. Los ingresos petroleros son utilizados para cumplir con compromisos de deuda, especialmente con países que han apoyado al régimen, como China y Rusia. Además, Venezuela tiene una deuda externa significativa con Estados Unidos, que se estima en miles de millones de dólares, en gran parte debido a préstamos y obligaciones de la petrolera estatal Petróleos de Venezuela Sociedad Anónima (PDVSA).. Esta situación complica aún más las relaciones diplomáticas y económicas del país, ya que el incumplimiento de estas deudas ha llevado a sanciones y restricciones adicionales por parte de Estados Unidos. Asimismo, el dinero se emplea para intentar estabilizar la economía, facilitando importaciones de alimentos y medicinas, aunque la escasez sigue siendo un problema crítico.
La producción de 200,000 barriles diarios de petróleo por parte de Chevron constituye un porcentaje considerable de las exportaciones y de los ingresos del gobierno venezolano. Este flujo constante de recursos no solo apoya al régimen, sino que también le permite incrementar su control sobre la sociedad. Por lo tanto, la posible suspensión de la licencia podría desencadenar serias consecuencias económicas, aunque también podría ser un punto de inflexión hacia un cambio político necesario.
Chevron sostiene que su presencia en el país busca impulsar el desarrollo económico y la creación de empleo, distanciándose de la política local. Sin embargo, esta afirmación se complica al considerar que su actividad contribuye a la estabilidad financiera de un gobierno que suprime a sus opositores y restringe las libertades fundamentales.
La estrategia de la promoción y expansión del Socialismo del Siglo 21 Chavista depende totalmente del financiamiento de miles de miles de millones de dólares. Venezuela hoy día es el único proveedor de petróleo gratis para Cuba y otros países caribeños como ejemplos. Mientras los Estado Unidos apoya compañías petroleras en Venezuela con licencias y concesiones para sus operaciones, Venezuela mantiene su apoyo con petróleo gratis a Cuba. Es muy similar a aquellos tiempos cuando Chávez suministraba combustible gratis a miles de ciudadanos en Nueva York de bajos recursos económicos. Si se crea una dependencia, el suministrador es el que pone las reglas.
En este contexto, la llegada de figuras como el presidente electo Edmundo González Urrutia y María Corina Machado cobra especial relevancia. Ambos han abogado por el restablecimiento de la democracia en Venezuela y han enfatizado la necesidad de desmantelar el régimen de Maduro. González Urrutia ha propuesto un enfoque integral que incluye la promoción de un diálogo inclusivo y la recuperación de las instituciones democráticas, mientras que Machado ha sido una voz firme en la lucha por los derechos humanos y la justicia social. Sus posiciones reflejan un anhelo colectivo por un cambio que permita a la población venezolana recuperar sus libertades y dignidad. No podemos olvidar que la oposición Venezolana a jugado con las reglas establecidas debajo de las negociaciones establecidas en México, Qatar, y Barbados. Todo de bajo las negociaciones supervisadas por el gobierno norteamericano.
En síntesis, la situación de Chevron en Venezuela pone de manifiesto la compleja interrelación entre el ámbito empresarial, político y los derechos humanos. Estratégicamente hablando, el interés norteamericano sobre la producción petrolera de Venezuela va mucho más allá que los bolsillos se la industria privadas. Por una parte, las dádivas petroleras mantienen una relativa estabilidad económica social y previene a los competidores estratégicos como Rusia y China de ocupar un posible vacío causado por los Estados Unidos en una supuesta salida. La decisión que tome el Congreso de Estados Unidos no solo impactará a la empresa en sí, sino que también tendrá implicaciones significativas en la lucha por la democracia y la justicia social en un país que enfrenta una grave crisis. La comunidad internacional está atenta a cómo se desarrollará esta situación, en la que los intereses económicos deben equilibrarse cuidadosamente con el apoyo a la democracia y el respeto por los derechos humanos, especialmente en un contexto donde un régimen opresor se sostiene a través de esos mismos recursos. La colaboración entre líderes como González Urrutia y Machado podría ser fundamental para trazar un camino hacia un futuro más esperanzador para Venezuela.
Jesús Daniel Romero se alistó en la Marina de Estados Unidos en 1984, y fue designado Oficial de Inteligencia Naval. También fue especialista en operaciones de inteligencia en el servicio civil del ejército. Fue marinero de cubierta en un crucero misilístico nuclear. Luego tuvo la oportunidad de ser navegante y, tras 8 años se convirtió en oficial.
En ese crucero estuvo cinco años: “Perseguimos a las flotas soviéticas, operamos en los mares de Cuba, en el Ártico, en el Mediterráneo, en el Atlántico, en el mar Negro”.
Romero se hizo oficial a través del Programa de Alistados de la Marina, se graduó con honores de la Universidad Estatal de Norfolk y recibió una licenciatura en Ciencias Políticas. Gracias a sus buenos resultados académicos pudo elegir el camino de la inteligencia. Estudió aviación y luego entró a la escuela de inteligencia. Fue asignado a un escuadrón de A-6 Intruder, un bombardero táctico que opera desde un portaaviones USS America, a bordo del cual fue a Bosnia, Irak y Sudán.
Luego comandó una unidad de inteligencia en Panamá, trabajando para la Agencia de Inteligencia de Defensa (Defense Intelligence Agency), y supervisó a analistas de equipos tácticos en Centro y Sudamérica, y México. Trabajó en un centro de inteligencia en Hawai como oficial de guardia de la China, donde monitoreaba las actividades militares del país asiático.
Tras retirarse de la Marina, Romero fue contratista de defensa para la División Norteamericana de British Aerospace Systems (BAE) en Washington, D.C. y también para Booz Allen Hamilton en Miami.
William L. Acosta es el fundador y director ejecutivo de Equalizer Private Investigations & Security Services Inc. Una agencia de investigación autorizada en NYS, FL. con oficinas y afiliados en todo el mundo.
Equalizer mantiene oficinas y filiales en Estados Unidos en Nueva York, Florida, California y América Latina. Desde 1999. Las investigaciones de Equalizer han cerrado exitosamente casos, que van desde Narcóticos, Homicidios, Personas Desaparecidas y otros delitos.
Ha estado involucrado en la defensa penal de casos de Defensa Penal Estatal y Federal que van desde Homicidio, Narcóticos, Rico, Lavado de Dinero, Conspiración y otros cargos federales y estatales y coordinado investigaciones en los EE.UU. y otros países alrededor del mundo.
El Sr. Acosta se especializa en investigaciones internacionales y multijurisdiccionales, y en los últimos años ha realizado investigaciones en Alemania, Italia, Portugal, España, Francia, Inglaterra, México, Guatemala, El Salvador, Honduras, Panamá, Colombia, Venezuela, Argentina, Bolivia, Ecuador, Perú, Brasil, Puerto Rico, República Dominicana, entre otras localidades.
Ha dirigido o coordinado investigaciones relacionadas con el narcotráfico internacional, el lavado de dinero y los homicidios, y fue instructor y orador internacional sobre varios temas de investigación.
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