25/10/2024 - politica-y-sociedad

Europa en Alerta: ¿Qué mundo nos espera tras el éxodo desde el Medio Oriente y África?

Por Bruno Mancuso

Europa en Alerta: ¿Qué mundo nos espera tras el éxodo desde el Medio Oriente y África?

Manifestaciones palestinas en pleno Londres, Inglaterra

INTRODUCCIÓN

Hoy en día, Europa está siendo azotada continuamente por múltiples olas migratorias provenientes tanto de Medio Oriente como de África, ocasionadas principalmente por conflictos, crisis económicas o persecuciones padecidas en el país de origen del migrante. Sin embargo, uno no debe confundir este fenómeno como novedoso en el “Viejo Continente” ya que, aproximadamente desde el año 2013, los países europeos se vieron expuestos a recibir masivas olas de migrantes provenientes de muchas partes del globo. Ante este hecho, podemos observar diversas reacciones de los actores involucrados, con el objetivo de apaciguar o reducir el impacto de este vendaval de migrantes. Las implicancias culturales, sociales y políticas generadas por las migraciones provenientes de estas zonas son considerables y son objeto de discusión en el ámbito internacional.

Es por eso que a lo largo de este artículo trataré de dar la mejor respuesta posible a la siguiente pregunta: ¿Qué le deparará a Europa en la próxima década como resultado de este fenómeno? Para responder esta pregunta, es necesario describir la situación migratoria actual y cómo reacciona Europa desde ambos flancos.

Migraciones Africanas 

En la actualidad, el continente africano se ve infestado de polo a polo por diversos regímenes no-democráticos (salvo algunas excepciones), que limita a su población al acceso a los derechos humanos básicos, entre otras cosas. Esto, sumado al mal presente económico y social de estos países, son los principales generadores de incentivo migratorio para sus pobladores. Al estar atravesando crisis de este tenor, los pobladores africanos huyen de sus países en busca de una mejor vida en el continente europeo sin importar que su propia vida se encuentre en juego al hacerlo. Estos migrantes son en su mayoría ilegales ya que utilizan rutas marítimas para alcanzar el tan ansiado destino sin ser registrados. Los ciudadanos africanos llevan a cabo su escape haciendo uso de barcazas precarias u otros medios de transporte rentados para enfrentar las furiosas corrientes del Mar Mediterráneo lo cual, como es de esperar, culmina en accidentes, desapariciones o incluso en la muerte misma. Para darse una idea, entre el año 2014 y el año 2021 fueron registradas aproximadamente unas 17000 muertes de inmigrantes ilegales provenientes del continente africano en zona marítima (unos 2500 muertos al año). Para tomar una referencia, el número máximo de migrantes de África hacia Europa se dio en el año 2016 con aproximadamente unos 180000 civiles de los cuales 5000 fallecieron o desaparecieron, o sea que 1 de cada 35 migrantes, no llega a destino final. Tienen como objetivo arribar al territorio europeo más próximo a su continente de origen, los cuales son islas ubicadas en el Mar Mediterráneo, más precisamente las islas Canarias (España), Lampedusa (Italia) y Dodecaneso (Grecia), entre otras. Es aquí donde comienzan las colisiones entre los africanos y el mundo europeo occidental. La isla de Lampedusa es la más afectada por los flujos migratorios recibiendo casi el quíntuple de su población en inmigrantes africanos. La isla tiene unos 6000 habitantes y recibe aproximadamente unos 30000 inmigrantes anuales (con variaciones según el año), lo cual afecta enormemente no solo la infraestructura del archipiélago sino que también alimenta el descontento generalizado de su población.

Un dato interesante es que la actual presidenta italiana Giorgia Meloni, militó junto a los pobladores de esta isla y hoy en día, ya en el poder, ha tomado medidas muy restrictivas para los inmigrantes. Por ejemplo, en el año 2023, la primera ministra impulsó medidas que limitan el accionar de las ONGs que rescatan inmigrantes ilegales en el Mar Mediterráneo y medidas que agilizan las deportaciones.

Giorgia Meloni y Ursula Von der Leyen visitan la isla de Lampedusa, Italia.

Migraciones de Medio Oriente

La migración proveniente de África es significativa, pero no se asemeja a las masivas y repentinas oleadas que recibe Occidente desde el este del continente europeo. Se estima que tan solo en el año 2015 migraron aproximadamente 1,3 millones de ciudadanos de Oriente Medio hacia Europa. Sin embargo, en el año 2010 se registraron únicamente cerca de 40.000, lo que pone en evidencia que las migraciones provenientes de Oriente se manifiestan en picos migratorios extremadamente pronunciados a diferencia de las migraciones africanas que se dan de forma mucho menos abrupta.

Hungría y Grecia son los países que más migrantes reciben por su cercanía a este sector del globo recibiendo grandes cargas migratorias anualmente. Ambos países expresan un constante malestar por la presencia desmedida de inmigrantes dentro de su territorio ya que tanto en Grecia como en Hungría la inmigración representa un considerable porcentaje poblacional con un 12.55% y un 7% respectivamente. Viktor Orban, primer ministro de Hungría desde el año 2010, impulsó una serie de regulaciones que afectan directa e indirectamente tanto a los inmigrantes próximos a ingresar al país como a los inmigrantes ya residentes, argumentando que la presencia excesiva de estos hacen peligrar tanto su sociedad y cultura como nación. Dentro de estas reformas se incluyeron la construcción de una enorme valla fronteriza y el endurecimiento de las leyes de asilo, haciendo más difícil para los migrantes obtener protección internacional en Hungría.

Valla fronteriza húngara en construcción

Choque cultural: Consecuencias sociales y politicas de la inmigracion

Es en este contexto es donde aparece el que, bajo mi punto de vista, es el aspecto detonante de todos los problemas que atraviesa Europa con respecto a la inmigración: La colisión cultural. Este choque de culturas o también llamado “Clash of Civilizations” en inglés, se ve reflejado en el átomo de cada sociedad europea por los roces cotidianos y diferentes tipos de conflictos que generan consecuencias para ambas partes. Los inmigrantes son víctimas de xenofobia y discriminación por parte de la población local, sin contar las medidas represoras que sufren en algunos países europeos como las que ya he mencionado. Sin embargo, no son las únicas víctimas ya que para los ciudadanos locales la llamada “Crisis de Identidad” es algo recurrente y se da cuando sus identidades culturales locales se ven amenazadas por influencias externas (en este caso la presencia de inmigrantes de culturas muy contrastantes). Esta colisión social y cultural suele escalar, según el país, a tal punto de que se crean movilizaciones políticas tanto afrodescendientes como musulmanas o islámicas impulsadas por personalidades políticas tanto islámicas como afrodescendientes con orientaciones acordes a las tradiciones y cultura de sus países de origen. Estas costumbres son absolutamente incompatibles con la percepción de Occidente sobre ciertos tópicos centrales como los derechos de las mujeres y la universalidad de la religión, entre muchas otras cosas. La problemática surge ya que estos personajes políticos no solo se consolidan sino que toman gran relevancia en el ámbito político. Hace tan solo unos meses, se dieron a conocer los resultados de las elecciones municipales inglesas en las cuales el islamismo tuvo un éxito rotundo en comparación a elecciones pasadas, ganando 9 alcaldías entre las que se encuentran ni más ni menos que la alcaldía de Londres, Birmingham, Leeds, entre otras.

Siguiendo un poco mas con este caso, el ultimo censo indica que el 17% de la población inglesa es extrajera y el 6.5% es perteneciente al Islam haciendo así que estos candidatos políticos se vuelvan  representativos y estables políticamente ya que promueven formas de pensar o costumbres avaladas por ese electorado. Adjunto una frase dicha por Mothin Ali, concejal de la ciudad de Leeds: “No seremos silenciados. Alzaremos la voz de Gaza. Alzaremos la voz de Palestina. ¡Allahu Akbar!”. Sin duda podemos observar aquí un pensamiento con claros tintes orientales ya que se hace referencia a un conflicto en el cual Inglaterra tomó una postura a favor de Israel (al igual que muchos países occidentales), postura la cual es completamente opuesta a lo expresada por Ali. Estamos hablando de casi 4 millones de personas que no solo apoyan, sino que militan fervientemente a favor de esta clase de candidatos políticos, haciendo así que estos ganen un peso más que relevante en el escenario político como ya hemos visto anteriormente.

Mothin Ali en manifestaciones Pro-Palestina

 ¿Cómo reaccionan los organismos internacionales?

Pasando al ámbito internacional, observamos una conducta un tanto controversial de la Unión Europea. Al verse en aprietos con los cientos de miles o a veces millones de inmigrantes anuales, la presidenta del comité de la Unión Europea, Ursula von der Leyen, ha decidido pactar con algunos gobiernos africanos costeros al Mar Mediterráneo. La controversia nace debido a la mala fama de estos estados ya que se expresan abiertamente como estados autocráticos. Los pactos se basan en una gigantesca contribución económica y humanitaria por parte de la Unión Europea hacia estos países africanos con el objetivo de que mejoren sus respectivos controles fronterizos marítimos, para así limitar la migración masiva. Sin embargo, estos acuerdos no tuvieron el efecto deseado generando, por el contrario, una suerte de chantaje de los segundos hacia los primeros articulando ciertos eventos para, de cierta manera, extorsionar a la Unión Europea para la obtención de más fondos. Estos fondos son desviados por los estados africanos y orientales con el objetivo de impulsar cuestiones de estado, vinculadas generalmente al poder militar. Por ejemplo, a principios del año 2020, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan solicitó ayuda a la Unión Europea y a la OTAN para obtener apoyo en sus operaciones militares en Siria, su país vecino. Hay que tener en consideración que Turquía cuenta con la mayor cantidad de refugiados sirios (3.6 millones) y pactó con las organizaciones internacionales europeas recibir apoyo financiero y humanitario a cambio de retener a estos migrantes dentro del territorio turco. Sin embargo, cuando Erdogan solicitó tanto a la OTAN como a la Unión Europea, apoyo financiero para Turquía, lo único que recibió de ellas fue completa inoperancia. Es por esto último que en respuesta a esta inacción, Erdogan ordenó abrir las fronteras con Grecia liberando aproximadamente unos 50.000 migrantes hacia territorio Europeo comprometiendo fuertemente los controles fronterizos europeos.

Refugiados turcos en la frontera con Grecia

 Posturas dentro de Europa 

Para responder esta pregunta también hay que analizar las posturas tomadas por los principales países europeos frente a esta ola migratoria. Por el lado de España, podemos ver una clara voluntad de recepción de inmigrantes africanos. En tan solo los 2 primeros meses del año corriente España recibió unos 18.000 inmigrantes de parte de África, cifra la cual no para de incrementarse ya que para mediados de este mismo año se contabilizaron casi 27.000 nuevos inmigrantes. Por parte del gobierno español, observamos un claro incentivo a los ciudadanos africanos para optar por migrar al territorio español, ya que hace tan solo unas semanas, el presidente español Pedro Sánchez impuso un nuevo programa de migración laboral para facilitar las contrataciones en origen de países como Mauritania, Gambia, Senegal, etc.

Pasando al contexto alemán, también podemos ver un claro apoyo al inmigrante en el escenario público presenciando masivas protestas a favor de la inmigración y en contra de la extrema derecha. Por ejemplo, a principios de este año, casi 250.000 personas se movilizaron en toda Alemania en contra de la extrema derecha y en defensa del inmigrante. El gobierno alemán, por su lado, busca facilitar aún más los trámites de ciudadanía para así incrementar la llegada de africanos y orientales, entre otros.

Sin embargo, también existen países que buscan la reducción de este flujo migratorio mediante el endurecimiento de las leyes. Este es el caso de Italia o Francia, países que experimentan un auge masivo de la extrema derecha con la aparición de personalidades como Giorgia Meloni o Marine Le Pen.

Manifestaciones en Alemania en contra de la extrema derecha y de las medidas antimigratorias

Conclusiones

Una vez llegados a este punto, ya podemos determinar una potencial respuesta a la incógnita planteada anteriormente y a la cuestión expuesta al principio del artículo. En definitiva, estamos visualizando claramente un fenómeno que se suma a una larga lista de problemas que enfrenta hoy en día el continente europeo. En este caso podemos observar a una Europa en “estado de shock" por los diversos golpes migratorios que recibe año a año, reaccionando a ellos con medidas ineficientes y controversiales que no hacen más que dañar aún más la reputación del “Viejo Continente”. Si observamos a nivel países, podemos percibir una gran variedad de posturas como ya comente anteriormente gracias al auge de la extrema derecha y del populismo. Si nos ponemos a hilar aún más fino, incluso en el vínculo ciudadano-inmigrante existe un conflicto cultural constante. Es esto último lo que origina un fenómeno que es central y que se está gestando a pasos agigantados en el continente europeo. Este fenómeno consiste en una reconstrucción social y política europea que evoluciona sin freno alguno gracias a la inoperancia de las medidas tomadas. Todos los factores expuestos anteriormente terminan concluyendo en cambios culturales que causan cambios sociales que a su vez derivan en cambios políticos. Traducido a nuestro caso, las inmigraciones masivas generan colisiones culturales entre locales e inmigrantes que causan conflictos e impulsan el surgimiento de nuevos clivajes sociales que a su vez derivan en la formación de movimientos políticos compuestos por estos mismos inmigrantes. El problema no solo es que estos candidatos políticos tienen grandes chances de llegar al mando institucional, sino que sus propuestas son altamente restrictivas llegando al punto de hacer peligrar fuertemente la vitalidad de la democracia europea con la posible introducción de un régimen no-democrático.

Dentro de no mucho tiempo, tanto el escenario social como político europeo se verán mayoritariamente poblados por inmigrantes provenientes de África y Medio Oriente gracias a la permisividad de la democracia presente en Occidente y ausente en mayor o menor medida en Oriente y África. Debido a esto último, los inmigrantes pueden representar sus ideales en partidos o candidatos políticos que, gracias al exponencial crecimiento de la población inmigrante, adquieren una importancia superlativa. En resumen podemos concluir que no es para nada ilógico pensar en una Europa Islámica y afrodescendiente en un plazo no tan largo de tiempo. No es una cuestión de si ocurrirá o no, sino de cuándo y cómo los europeos nativos gestionan este inevitable cambio.

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Bruno Mancuso

Bruno Mancuso

Actualmente curso el primer año de la carrera de Estudios Internacionales en la Universidad Torcuato Di Tella, con un fuerte interés en las dinámicas globales y todo lo vinculado al ambito internacionalista.

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