En las últimas semanas, la política argentina sumó un componente
inesperado rumbo a las elecciones de octubre de 2025: la presencia de
celebridades como candidatos en distintos distritos del país. Lo que comenzó
como un rumor en los pasillos partidarios se materializó en boletas oficiales,
con nombres vinculados al mundo de la televisión, el deporte y el
espectáculo.
La tendencia no es aislada ni improvisada. Forma parte de un diseño
estratégico que busca aprovechar la notoriedad mediática de ciertas figuras
para conectar con votantes que suelen mostrarse distantes de la política
tradicional. La apuesta plantea un interrogante central: ¿hasta qué punto la
fama puede traducirse en votos y, eventualmente, en poder político real?
De la farándula al Congreso: los nombres que sorprenden
Las candidaturas abarcan un espectro amplio. Entre los casos más
resonantes figuran Virginia Gallardo (diputada nacional por Corrientes, La
Libertad Avanza), Jorge Porcel Jr. y Claudio “Turco” García (Ciudad de
Buenos Aires), Karen Reichardt (Provincia de Buenos Aires), Larry de Clay
(con Santiago Cúneo), Laura Soldano (Córdoba), Evelyn Von Brocke (San
Isidro), Carlos “Loco” Enríquez (Lanús) y Sergio “Tronco” Figliuolo (Provincia
de Buenos Aires).
Lejos de ser testimoniales, estas postulaciones buscan captar votos en
distritos competitivos donde la boleta única potencia la recordación del
nombre y el rostro. El capital simbólico de estos candidatos funciona como un
atajo emocional en un electorado que, muchas veces, vota más por cercanía
que por plataformas políticas.
Estrategia electoral y dudas sobre la gestión
La irrupción de famosos en la política no es una novedad absoluta en
Argentina, pero su volumen actual marca una diferencia. Tanto oficialismo
como oposición incorporaron celebridades en sus listas, conscientes de que
la visibilidad en medios y redes sociales puede otorgar ventajas inmediatas.
Sin embargo, persisten las dudas.
Entre las principales preguntas que plantean analistas y votantes destacan:
● ¿Podrá la popularidad mediática sostenerse en el terreno legislativo?
● ¿Tienen estos candidatos preparación para enfrentar la dinámica
parlamentaria?
● ¿Existe un riesgo de trivializar la política al priorizar la fama por encima
de la formación?
Una señal del cambio en la relación política-sociedad
Más allá de las críticas, la aparición de figuras mediáticas refleja una
transformación en la manera en que los partidos buscan legitimidad. Ante una
ciudadanía que se muestra cada vez más distante de los políticos de carrera,
los rostros conocidos se convierten en puentes simbólicos capaces de
despertar interés y movilización.
Las elecciones de octubre no solo serán una pulseada entre oficialismo y
oposición. También pondrán a prueba un fenómeno que podría redefinir la
relación entre política y sociedad: la posibilidad de que el “voto farandulero”
deje de ser una anécdota para convertirse en un actor decisivo del escenario
político argentino.
¿Votarías alguno de ellos?
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