William Acosta, CEO de Equalizer Investigations para FinGurú
Introducción
La historia reciente de Gaza e Israel no es solo la secuencia de eventos geopolíticos ni la acumulación de resoluciones diplomáticas. Es, ante todo, el rostro devastador de una población que atraviesa el horror y busca, una vez más, renacer de sus ruinas. La firma de un nuevo acuerdo de paz entre Israel y Hamás, liderado por el presidente Donald Trump y rodeado por la atención de las potencias regionales y globales, llega después de una ola de violencia cuyo eco sigue retumbando en miles de familias. No se puede escribir sobre la construcción de la paz sin poner en el centro el dolor de quienes, en Israel, perdieron seres queridos, sufrieron secuestros, tortura y humillaciones, y hoy viven con un trauma inmenso e irreparable (BBC News Mundo, 2025; France24, 2025).
El trauma y la tragedia israelí reciente, con asesinatos, violaciones, torturas y hogares arrasados, no son números fríos ni argumentos a discreción, sino experiencias vitales que han partido en dos la historia de una nación cuyo derecho a existir es atacado abiertamente por organizaciones y gobiernos enemigos. Esta realidad impone el deber ético de colocar la dignidad y los derechos fundamentales en el corazón de cualquier proceso de reconciliación. La memoria de las víctimas exige que ninguna solución sea erigida sobre el olvido, la impunidad o el cálculo político.
Liderazgo Internacional, Contexto Existencial y Puntos del Acuerdo
Junto al dolor de los israelíes, la construcción del acuerdo emergió en medio de una presión diplomática sin precedentes. La administración estadounidense, en conjunto con Egipto, Qatar, Turquía y la Unión Europea, logró arrancar un alto el fuego, intercambio de rehenes, el despliegue de fuerzas multinacionales y la promesa de reconstrucción bajo condiciones de desmilitarización (DW, 2025; BBC News Mundo, 2025; Infobae, 2025).
El pueblo de Israel, rodeado de amenazas armadas y de regímenes que proclaman su destrucción como objetivo, sobrevive como una sociedad abierta, democrática y plural, luchando no solo contra la inmediatez de los misiles sino contra la narrativa internacional que a menudo relativiza o desplaza su tragedia. Frente a este asedio, su supervivencia encarna la resistencia de valores, culturas y derechos que deben concitar la solidaridad y el apoyo mundial (France24, 2025; CNN Español, 2025).
El acuerdo contempla cese de hostilidades, una administración tecnócrata temporal para Gaza, programas de ayuda humanitaria y reconstrucción, mecanismos de supervisión internacional y procedimientos para investigar crímenes atroces.
La viabilidad de estos compromisos, sin embargo, depende de la capacidad real para contener a las facciones armadas y asegurar que sus líderes y perpetradores no encuentren refugio en la impunidad (Amnesty International, 2025; Naciones Unidas, 2025).
Pros y Riesgos del Acuerdo
El acuerdo ofrece a la población una posibilidad tangible de reconstrucción después de años de despojo y sufrimiento (BBC News Mundo, 2025).
Facilita la reinserción social y el regreso de desplazados con respaldo internacional y monitoreo continuo (Infobae, 2025).
Permite el procesamiento de delitos graves ante organismos internacionales, con un enfoque restaurador y de justicia para las víctimas (Amnesty International, 2025).
Establece cooperación inédita entre Israel y potencias árabes para fortalecer la estabilidad regional y la seguridad colectiva (Escenariomundial, 2025; DW, 2025).
Sin embargo, la impunidad sigue siendo una amenaza, ya que las facciones armadas como Hamás o Hezbollah retienen influencia y capacidad operativa, lo que puede revertir los avances si la presión internacional decae (France24, 2025; AP News, 2024).
El modelo de intercambios desiguales, en donde un solo rehén implica la liberación de numerosos criminales convictos, refuerza incentivos para el terrorismo y distorsiona la justicia (Infobae, 2025).
Las víctimas temen que la memoria y la dignidad sean sacrificadas por acuerdos coyunturales, perpetuando la lógica extorsiva de quienes utilizan la violencia como herramienta política (Amnesty International, 2025; Naciones Unidas, 2025).
Ética, Justicia y Derecho a la Existencia
La justicia no es un lujo, es un derecho. Los procesos penales internacionales, la reparación digna y el reconocimiento del dolor deben ser irrenunciables (Amnesty International, 2025; Naciones Unidas, 2025).
Israel, como pueblo y Estado, merece no solo sobrevivir sino recibir protección y apoyo firme ante la hostilidad directa y reiterada de grupos y regímenes que pregonan abiertamente su destrucción (BBC News Mundo, 2025; France24, 2025).
La narrativa global debe incorporar el testimonio real de las víctimas. Ningún argumento geopolítico o político puede neutralizar la verdad del sufrimiento.
Si la comunidad internacional tolera la extorsión como norma, se perderá la oportunidad ética de fortalecer la civilidad y la paz auténtica en Oriente Medio y más allá.
Conclusión
El relato de Gaza e Israel, en este momento histórico, es el relato del desafío civilizatorio que enfrenta el mundo contemporáneo. Apoyar la supervivencia israelí, devolver dignidad a cada víctima y mantener la memoria como horizonte innegociable es más que un deber político, es la base de la ética y la convivencia. Ningún proceso de paz o acuerdo táctico tendrá sentido si no se recompensa la justicia y se contiene a quienes hacen de la violencia su modo de existencia. La comunidad internacional tiene la responsabilidad de elegir entre rendirse a la extorsión y el olvido, o construir una paz sustentada en la verdad, la justicia y la dignidad.
Sobre el Autor:
William L. Acosta es graduado de PWU y de la Universidad de Alliance. Es un oficial de policía retirado de la policía de Nueva York, así como fundador y CEO de Equalizer Private Investigations & Security Services Inc., una agencia con licencia en Nueva York y Florida, con proyección internacional.
Desde 1999, ha liderado investigaciones en casos de narcóticos, homicidios y personas desaparecidas, además de participar en la defensa penal tanto a nivel estatal como federal.
Especialista en casos internacionales y multijurisdiccionales, ha coordinado operaciones en América del Norte, Europa y América Latina
Comentarios