Buenos Aires desierta, no parecía la megalópolis que es
Buenos Aires estuvo desierta, no parecía una megalópolis con su gente, ruido y móviles tal cual se la conoce.
Si hacemos zoom para acercarnos e imaginamos por un momento que aquel virus sólo afectó a Bs As y que el resto del mundo desconocía lo que estaba pasando, me pregunto a modo de juego, ¿qué pensaría un turista recién llegado?
Seguramente se llevaría una impresión muy diferente de lo que realmente es esta ciudad.
“En Bs As no hay tanta gente como dicen, no hay gente por las calles, no es una ciudad tan concurrida, tienen muchos servicios pero no sé para que los tienen si no hay nadie en la calle”…
“En Bs As no hay tanta gente como creíamos, no tiene sentido invertir ahí, poca gente, poca ganancia, es perder dinero”…
Parece tan inocente y hasta infantil el relato, sin embargo pone en evidencia el desconocimiento de esas personas que se dejaron llevar por la apariencia, por lo que se ve, sin profundizar en el tema.
No es que en Bs As no había gente, es que por aquel momento no podíamos salir.
De igual manera, con igual lógica de pensamiento, es la respuesta de muchos al intento de concientizar sobre las necesidades de las #personascondiscapacidad y el entorno que #discapacita en una ciudad con #barrerasurbanas y edilicias.
Con esa misma lógica, sin conciencia ni profundización en el tema, se obtienen respuestas que pormenorizan la situación, y pretenden poner en duda la existencia de la necesidad:
¿si no hay tantas personas con discapacidad en la ciudad?
¿No hay, o no pueden salir?
El desconocimiento del tema no significa su no existencia.
Mirá tu ciudad, tu barrio, tu edificio, tu comercio, tu lugar de trabajo, tu casa… podría alguien con #discapacidad circular, entrar, comprar, trabajar, estudiar, pasarte a visitar? Creés que no tiene deseo o necesidad de hacer las mismas actividades que hacés vos?
Un primer gran paso para que las cosas cambien, es comenzar a #tomarconciencia.
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