5/4/2024 - politica-y-sociedad

Impuestos, esclavos y oportunidades al margen de la ley

Por marcos pascis

Impuestos, esclavos y oportunidades al margen de la ley

Los impuestos son un elemento necesario para la mantención de las instituciones del estado, sin la extracción de rentas no podría costear el complejo entramado que implica el monopolio de la violencia, el atributo esencial del estado como concepto. Sin embargo, puede plantarse que la presencia estatal a través de la presencia directa de burócratas resulta imperativa para la óptima recaudación de impuestos, y la ausencia de una burocracia profesional, en pos de un gobierno indirecto o funcionarios con incentivos al clientelismo, da como resultado amplios márgenes de acción por fuera de la ley.

Ejemplos de acciones al margen de la ley, fomentadas por altos impuestos en zonas controladas, hay miles. Uno de ellos es el ingreso de esclavos en el Río de la Plata en el siglo XVII y XVIII, dado que, los comerciantes veían oportunidades en el nulo control de la corona española sobre el puerto de Buenos Aires, en contraposición al puerto de Lima, el epicentro del Virreinato del Perú. Según varios estudios, el 80% del comercio del virreinato pasaba por el puerto de Lima entre el siglo XVI y XVII, por esta razón, se introdujeron nuevos tipos de impuestos, como el impuesto al papel sellado en 1640 y las autoridades virreinales aumentaron la presión fiscal, en gran medida para pagar remesas dirigidas al mantenimiento de la política dinástica de la corona en la metrópoli (Klein, 1994). El cuasi monopolio comercial en el puerto de Lima se tradujo en el aumento del esfuerzo fiscal para los comerciantes dispuestos a desembarcar sus productos, por esta razón, puede afirmarse que existían grandes incentivos a buscar puertos donde ingresar y exportar bienes sin el control de los resortes estatales. El puerto de Buenos Aires era ideal para estos fines, esto se puede comprobar por la baja drástica en las arcas de Lima, en la gráfica extraída de Arrigo Amadori (2012).

Uno de los principales bienes comerciales a lo largo de la historia fueron los esclavos extraídos del continente Africano, se estima que, entre el siglo VI y el presente, entre 11 y 18 millones de esclavos fueron destinados a los mercados de oriente medio (Gakunzi, 2018), y precisamente 12.521.337 de esclavos provenientes de África arribaron a las costas americanas entre el siglo XVI y el siglo XIX. La necesidad de mano de obra generó dinámicas propias en ambos lados del Atlántico. En África, diferentes tribus costeras entraban en contacto con enclaves europeos en las costas para tradear esclavos por armas, que eran utilizadas a su vez para capturar individuos de otras tribus con las que entraban en guerra. Los comerciantes compraban a los que, de ser óptimos podían revenderse como esclavos en América. Un mercado, sin dudas menor en comparación con el del actual Brasil, era el Río de la Plata, y uno de los principales compradores de esclavos provenientes de Brasil, eran los jesuitas, en la zona norte de la Actual Argentina y sur del actual Paraguay.

Desde su segunda fundación en 1580 por Juan de Garay, Buenos Aires fue una ruta para comerciar con España, alternativa a la oficial en el puerto de Lima. Esto significaba que muchos productos de ciudades como Córdoba, Tucumán y Potosí eran canalizados a través del puerto de la ciudad y entraban asimismo otros de Brasil, entre ellos esclavos, pero también alimentos para la subsistencia en la ciudad que, por su cantidad de habitantes, no demandaba demasiado.

El comercio de esclavos si bien era de poca escala, se encontraba en pleno ascenso, por ejemplo, cuenta Crespi (2001) que, en 1590 desde la ciudad partían siete compañías esclavistas que viajaban hacia Angola para abastecer el mercado. Esta situación era inaceptable para los comerciantes monopólicos limeños que ante esta competencia elevaron sus quejas a la corona, lo que dio como resultado el cierre oficial -a menos que se contara con una licencia real- del comercio en el puerto de Buenos Aires en 1594. Sin embargo, para evitar el despoblamiento y que otras potencias tengan vía libre para ingresar al Alto Perú “sería necesario que vayan a esta ciudad hasta dos navíos medianos cada año, despachados en esa Casa [de Contratación de Sevilla], y que en ellos se lleven las mercaderías y cosas necesarias.”. Sin embargo, estos envíos resultaban insuficientes, especialmente en el caso del mercado esclavista, donde numerosos comerciantes habían invertido considerables sumas de dinero para llevar a cabo sus operaciones. Además, dicho mercado experimentaba una alta demanda debido a que los esclavos eran más económicos que aquellos vendidos por comerciantes limeños y en regiones como Potosí, donde la necesidad de mano de obra se encontraba en rápido aumento. Este panorama propició el florecimiento de formas ilegales de abastecimiento, las cuales fueron toleradas y hasta perpetradas por las autoridades en parte debido a que, además de constituir un negocio lucrativo, se integraban en el marco moral del Antiguo Régimen. En el contexto del "pacto" entre súbditos y señores, se consideraba que una ley podía ser pasada por alto si no era percibida como justa (Veras, 2007).

Diversas técnicas se llevaron a cabo para introducir esclavos en el puerto prohibido, en mayor escala que los medios legales, como los permisos y las “licencias de negros”; barcos llegaban a playas alejadas del puerto principal que no tenían vigilancia, entonces llevaban su mercancía al centro comercial. También eran comunes las “arribadas”, estas consistían en que barcos provenientes de diferentes lugares, principalmente de la portuguesa de Colonia de Sacramento, arribasen al puerto de Buenos Aires en paradas de emergencia, como averías o accidentes, y, en el tiempo que demoraba la reparación, desembarcaban la mercancía (Prado, 2018). En las más de las veces, era más rentable para la corona decomisar los esclavos con el acuerdo de los comerciantes y luego rematarlos a un precio hasta cuatro veces menor que el resto de los mercados de la América española, y también “manifestar” los esclavos comprados de forma ilegal, declarando por ellos y pagando los derechos correspondientes. Como se ve en un inventario de un año “bastante normal” -1625- según Mörner (1968), del inventario total de la ciudad, o sea 19.551 pesos, 7.926 -más 967- entraron por manifestaciones, 1.887 pesos por decomisos y 3.995 a través de las “licencias” y otros medios legales.

A través del contrabando y los arribos oficiales entre los años de prohibición del comercio hasta 1767, llegaron al puerto de Buenos Aires 48.183 esclavos en 179 navíos provenientes directamente de las costas africanas y 10.246 en 188 barcos a través del tráfico intra-americano. Aunque la realidad es que pocos se quedaban en la ciudad, sino que se dirigían hacia el interior de la región a través de diferentes rutas comerciales, hacia la gobernación de Chile, la provincia de Paraguay y al Alto Perú (Contarino Sparta, 2011). Existían dos rutas que poseían conexiones con las diferentes misiones de la Compañía de Jesús, ambas remontaban el río Paraná y terminaban en Asunción. La primera era principalmente terrestre y su recorrido podía llegar a ser de más de 1.000 km si se encaminaba hacia Lima. La segunda partía de Sacramento, pasaba por Buenos Aires y de ahí, a través del río iba hacia el norte, y si bien conllevaba más infraestructura ya que debían cruzar por el río de la Plata, la colonia portuguesa era un sitio seguro de aprovisionamiento y descanso.

Referencias:

Contarino Sparta, L. (2011). “Africanos en la Argentina: una visibilidad compleja”. XIII Congreso Internacional de ALADAA (págs. 4-6). Bogotá: Asociación Latinoamericana de Estudios de Asia y África.

Crespi, L. (2001). “Comercio de esclavos en el rio de la plata. en r. c. gómez, rutas de la esclavitud en África y América latina” (págs. 102, 109). Editorial Universidad de Costa Rica.

Gakunzi, D. (2018) “The Arab-Muslim Slave Trade: Lifting the Taboo”. Vol. 29, No. ¾, Jewish Political Studies Review.

Klein, H. (1994). “Fiscalidad real y gastos de gobierno: El virreinato del Perú, 1680-1809", No. 66, Serie de Historia 12; Lima: Instituto de Estudios Peruanos.

Mörner, M. (1968). Cap. V y Material estadístico. En M. Mörner, Actividades Políticas Económicas Jesuitas En Río De La Plata (págs. 154-158 y 205). Buenos Aires: Biblioteca Argentina de historia y política.

Prado. (2018). Trans-Imperial Interaction and the Rio de la Plata as an Atlantic Borderland. Oxford University Press Danna Levin y Cynthia Radding, eds., 4.

Veras, M. P. (enero-junio de 2007). Comportamientos al margen de la ley: contrabando y sociedad en Buenos Aires en el siglo XVII. Historia Crítica (33), 162, 173

Viñuales, Graciela. (2007). Jesuit Missions of Guaraníes (Argentina, Paraguay, Brazil). Apuntes: Revista de Estudios sobre Patrimonio Cultural - Journal of Cultural Heritage Studies. 20. 108-125.

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marcos pascis

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Hola, mi nombre es Marcos, soy historiador y docente, Magister en investigación histórica por la Universidad de San Andrés. Interesado en las ideas políticas, los intercambios culturales y políticas públicas.

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