Oportunidad electoral histórica en Argentina
En el año 2011, la plataforma HBO lanzó una de las series más premiadas de la historia de la televisión. En el marco de un reino de fantasía, con fuertes matices de ciencia ficción, numerosos pretendientes llevaban a cabo una lucha incansable contra enemigos internos y externos para hacerse del trono de hierro y el consecuente dominio de King's Landing.
Es difícil recordar una elección presidencial en la historia de nuestro país en el que tantos nombres relevantes se vislumbren como pre candidatos para representar a los partidos mayoritarios. CFK, Macri, Massa, Scioli, Bullrich, Rodríguez Larreta, Morales, De Pedro, el mismísimo Alberto Fernández son solo algunos de los nombres que resuenan para participar en las internas del Frente de Todos y de Juntos por el Cambio, debiendo mencionar también la participación de Javier Milei que -según las encuestas más recientes- se encuentra entre los 3 políticos con mejor imagen positiva del país.
Si bien la actual Argentina está lejos de ser un territorio de fantasía (aunque sí acaparamos sucesos de ciencia ficción), la realidad es que estamos frente a una oportunidad electoral histórica. Luego de diez años de recesión, inflación, atraso de tipo cambiario y caída de las acciones de las empresas argentinas en el exterior (con breves períodos de bonanza), hoy todo indica que el bull market predicto por el excéntrico abogado financiero Carlos Maslatón, es una realidad. Es decir que, nuevamente, la clase política tiene la posibilidad de destruir una oportunidad única de establecer la economía y dejar de vivir en ciclos recesivos constantes, tal como gustaron hacer en 2011 y 2016/2017. Más allá de ello, de alguna manera, el cuadro político que gane estas elecciones sabe que tiene allanado el camino para gobernar 8 años con un gobierno de 6/10 puntos. Y en ese contexto se da la lucha feroz por hacerse cargo del trono de hierro en el período 2023/2027.
Por el lado del Frente de Todos, las señales son confusas. Han vaticinado discursos para ser precandidatos tanto Alberto Fernández (en palabras de Aníbal Fernández) como Wado de Pedro, Juan Grabois y Daniel Scioli. Aunque, de alguna manera, todos sabemos que el verdadero potencial para hacerse cargo de esta elección en el peronismo está en manos de Sergio Tomás Massa, el súper ministro mantiene el resguardo y el silencio respecto de una posible candidatura mientras -según dicen puertas adentro- está esperando el respaldo de CFK y el presidente. Cristina Fernández, inmersa en sus luchas judiciales personales, al momento tampoco dio indicios del rol que ocupará en la lista del Frente de Todos, deslizando más de una vez que no será candidata, aunque, tal como nos sorprendió en el 2019 con la fórmula propuesta, bien puede también hacerlo este año.
En Juntos por el Cambio, la situación es radicalmente diferente, varios de los integrantes ya se han postulado para pre candidatos, haciendo especial mención a Morales, Rodríguez Larreta, Vidal y Patricia Bullrich. Las fichas de súper candidato se las lleva el intendente Larreta, no obstante, si Bullrich no decide bajar su candidatura tendrá una contienda complicada en las internas. El dueño, el ex presidente Macri, se saca fotos con quien se lo pide, mientras disfruta de su cargo en la cima del fútbol internacional, sería ingenuo pensar que no tiene su mirada puesta en lo que pasa en el plano doméstico. Es que Macri, tanto como CFK, son de alguna manera quienes deciden los designios de sus partidos, cualquier candidato del FdT o de JxC sabe que necesita el apoyo de sus respectivos líderes para ser respetado como cabeza de gobierno (nadie quiere ser Alberto Fernández).
Por último, llegando desde más allá del muro La Libertad Avanza, con Javier Milei a la cabeza. A pesar de varios operativos mediáticos que se vienen suscitando -verídicos o no- respecto a la forma particular de armado de listas de Javier, su hermana Karina y el operador Kikuchi, el libertario diputado marca entre 18 y 24 puntos en las encuestas más recientes. En mi parecer, más allá de no tener posibilidades electorales de una victoria, el triunfo de LLA sería políticamente inviable. Sin estructura nacional y sin la cantidad de legisladores necesaria, los cambios estructurales y políticos prometidos por Milei resultan utópicos e irrealizables, al menos de las formas constitucionalmente admitidas.
En suma, el 24 de junio se deben presentar las listas para las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias, y al momento todo es una gran incógnita. Estamos ante las elecciones más plurales y, probablemente, menos polarizadas desde el 2003, donde Carlos Saúl Menem triunfó ante Néstor Carlos Kirchner y omitió presentarse a una segunda vuelta.
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