La Deep Web, a diferencia de la World Wide Web (www) que utilizamos en nuestra cotidianidad es un espacio en línea que no es accesible a través de los motores de búsqueda convencionales, requiere software especializado y conocimientos técnicos para acceder a ella. Dentro de la Deep Web se encuentra la Darknet que es una parte aún más oscura y anónima de la red. Es en estas profundidades, donde proliferan actividades ilegales, incluida la explotación sexual de menores.
Los delitos sexuales contra menores de edad en la deep web: Un creciente fenómeno que requiere atención urgente
Los delitos contra la integridad sexual de menores de edad a través de la deep web es un hecho real en el país. Un informe publicado en 2019 por la UFEM (Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres) del Ministerio Público Fiscal, revela un creciente fenómeno que antes era más disimulado, los abusos sexuales y corrupción de menores son elevados dentro de la categoría delitos representado en un un 88% en 2015, 90% en 2016, 92% en 2017 y 96% en 2018. Este tema es debatido por los cuerpos de inteligencia quienes se ocupan de diseñar programas estratégicos en atención a erradicar la pornografía infantil. https://www.mpf.gob.ar/ufem/files/2019/10/Informe_UFEM.pdf
La pederastia es catalogada como un crimen atroz que causa un daño irreparable a los niños; los pederastas encuentran en la Dark Web y la Darknet un entorno propicio para su perpetuación.
Los pedófilos y delincuentes sexuales utilizan estos canales para compartir y distribuir material pornográfico infantil, organizar redes de tráfico humano y abusar de menores en tiempo real a través de transmisiones en vivo. Esta realidad es aterradora y exige una respuesta urgente de la sociedad en su conjunto.
Aunque la Deep Web y la Darknet son relativamente pequeñas en comparación con la Internet superficial, su impacto en términos de abuso infantil es devastador. Estas plataformas proporcionan un grado de anonimato que permite a los delincuentes operar sin ser detectados fácilmente por las autoridades. La encriptación y el uso de criptomonedas dificultan aún más la identificación y el seguimiento de las actividades ilegales.
Tanto la pederastia como la sextorsión en la deep web es penado por las leyes del país; la última se sanciona como delito de coacciones con prisión de 6 meses a 3 años o con multa de 12 a 24 meses. Desde la perspectiva social, describe una realidad deplorable bajo la óptica de derechos humanos.
Es crucial reconocer que la responsabilidad de abordar este problema no recae únicamente en las fuerzas del orden. Si bien es necesario que las autoridades intensifiquen sus esfuerzos para combatir la pederastia en línea, la sociedad en su conjunto debe estar involucrada. Los proveedores de servicios de Internet, las empresas tecnológicas y los usuarios individuales deben tomar medidas proactivas para denunciar y prevenir el abuso infantil en la red.
Este oscuro submundo digital se alimenta de pederastas. La existencia de estos espacios ilegales y anónimos debe ser una llamada de atención para todos nosotros. Como sociedad, debemos trabajar en conjunto para combatir estas atrocidades y proteger a los más vulnerables. La educación, la cooperación entre las autoridades y el uso de tecnologías avanzadas son esenciales para reducir el alcance de la pederastia en línea y garantizar un entorno seguro en el mundo digital. Solo a través de esfuerzos conjuntos podremos erradicar estas prácticas abominables y proteger a nuestros niños de los depredadores en línea.
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