Sergio Berensztein, Analista Político, Presidente de la consultora que lleva su nombre, y Miguel Steuerman, Director de Radio JAI, la radio más escuchada de la comunidad judía de América Latina, analizan estos temas en una apasionante entrevista que reproducimos para FinGurú.
Un equipo de gobierno sin experiencia, que debe aprender de sus errores. Salto pragmático: Milei llama tontos a quienes hoy critican lo que él cuestionaba en la campaña electoral. ¿Es posible compatibilizar la Macro y Microeconomía? El riesgo de una apertura económica sin un programa que la sustente.
Sergio Berensztein, Analista Político, Presidente de la consultora que lleva su nombre, y Miguel Steuerman, Director de Radio JAI, la radio más escuchada de la comunidad judía de América Latina, analizan estos temas en una apasionante entrevista que reproducimos para FinGurú.
Miguel Steuerman: Sergio, cómo analizas este momento donde el país tiene todavía profundos problemas, y sin embargo, la política parece estar más preocupada en entretenernos con temas como el caso de Alberto Fernández, el romance de Milei con Amalia González, la Vicepresidente y los Montoneros, las peleas en el Congreso de la Nación, por mencionar sólo algunos.
Sergio Berensztein: Cuando analizamos cualquier país hoy, vemos que las peleas políticas son muy profundas, de manera tal que nos preguntamos si los sistemas políticos pueden mantener esos niveles de fricción sin comprometer la gobernabilidad e incluso la seguridad nacional. Hay que aceptar que van a existir fricciones, diferencias, problemas de coordinación, diferencias ideológicas. En Argentina en particular, lo que llama la atención, es que esto se da en un contexto donde el presidente busca refundar el país, y tiene una posición y un discurso anti político, desprecia la política, y está pagando un costo altísimo por eso.
Suponer que uno puede, tecnocráticamente, tomando medidas entre comillas, correctas, cambiar la sociedad, es un absurdo donde la historia ha demostrado que eso siempre fracasa sistemáticamente. A lo sumo existe alguna medida de corto plazo que puede funcionar pero más temprano que tarde sus efectos se revierten. Lo hemos visto con gobiernos autoritarios como el de Onganía o el Proceso de Reorganización Nacional, pero también democráticos como una parte del Plan Austral de Raúl Alfonsín y luego con Carlos Menem. Esa utopía de cambiar sociedades de forma ordenada, prolija, limpia, como en el sector privado (como si en este sector no hubiera política!!), es absurdo y no ha sucedido en ningún lugar del mundo.
Lo que estamos viendo ahora es un proceso de aprendizaje del presidente, pero también del resto de los actores políticos que no se acostumbran a esta especie de cimbronazo o terremoto que sufrió la política argentina con el triunfo de Javier Milei, que es la expresión del fracaso de la vieja política. Y hay una parte de esta que no lo reconoce y otra que sí lo hace pero no se acostumbra a esta nueva realidad o no sabe cómo realinearse. Por lo tanto, existe un proceso de aprendizaje del gobierno, que tiene funcionarios sin experiencia, comenzando por el propio presidente, o la vicepresidente, o la secretaria general de la presidencia o el principal asesor presidencial. Por lo tanto, lo que tenemos que esperar son errores infantiles (que es lo que está pasando). Pero al mismo tiempo veo una enorme cuota de pragmatismo: Milei critica a los que él llama ¨ libertontos ¨ por las cosas que él decía durante la campaña electoral. Eso me parece un rasgo de madurez, porque una cosa es hacer campaña y otra sentarte luego en el sillón de Rivadavia y toma decisiones. Si vas con la ingenuidad y con la frescura de una campaña no durás mucho en el poder.
El pragmatismo de Milei me parece un rasgo positivo. Para algunos de mis amigos pro mercado y liberales, es una especie de sacrilegio que el gobierno intervenga en el mercado financiero o que no salga del cepo cambiario, y para otros es un rasgo de madurez y de sentido común (principalmente los más heterodoxos), con lo cual desde ese plano la situación es interesante.
¿Qué me preocupa? Existe lo que se llama ¨ paciencia social ¨, una sociedad que tolera un ajuste sin precedentes, una caída del ingreso y una recesión muy profunda, y la pregunta es ¿hasta cuándo? No tenemos la respuesta, por supuesto, pero muchas de estas peleas políticas, sin sentido, erosionan un poco la confianza en el gobierno. Vemos al presidente despotricando contra los medios de comunicación igual o peor que Néstor Kirchner, insultando periodistas que cuando él era empleado de Scioli en la campaña presidencial del año 2015 y cobraba de los fondos del Banco de la Provincia de Buenos Aires; esos periodistas se jugaban el pellejo en contra de Cristina, por ejemplo denunciando el Memorándum de entendimiento con Irán. Esas cosas, por supuesto, a mucha gente le genera miedo, preocupación, reacciones negativas, y tiene sentido.
Otros creen que el presidente, por no armar una estructura política más sólida, por no aceptar la ayuda de sus aliados está perdiendo una gran oportunidad. Lo sucedido en los últimos días nos muestra que Milei registra esta situación, ya que hemos visto un presidente un poco más sensato, que está armando un andamiaje un poco más resistente. El mercado pide correcciones económicas, pide mayor rentabilidad, transparencia en las decisiones económicas pero sobre todo pide certidumbre política. Lo piden los inversores extranjeros y los locales.
Último punto. El gobierno está bastante consciente de algunas de sus limitaciones. Por ejemplo, el ministro de Economía, Luis Caputo, trae a su equipo a, tal vez, el economista más prestigioso que haya ocupado un cargo relevante en Argentina en muchísimo tiempo: José Luis Garza. De nacionalidad chilena, es un hombre con una gran experiencia en Wall Street, con formación académica, con conocimiento de los organismos multilaterales, que viene a sumar al equipo mucha experiencia de gestión, mucho prestigio en los mercados y, creo yo, una frescura para la toma de decisiones para salir de situaciones complejas como el famoso cepo cambiario, que le permitió al gobierno esta transición relativamente tranquila y al mismo tiempo le impide una recuperación económica un poquito más vigorosa.
Miguel Steuerman: ¿Si tuvieras hoy un llamado del presidente, que le dirías?
Sergio Berensztein: Con mucha modestia, no? Porque nada más difícil que estar sentado en ese lugar. Es el peor trabajo que uno puede tener, independientemente del país donde uno este y de las circunstancias. Lo primero es comprender, y obviamente ser muy prudente a la hora de cualquier sugerencia. El presidente tiene más información que cualquier analista, aún de los que estamos obsesivamente mirando la realidad, buscando indicadores y viendo el comportamiento de la opinión pública. El presidente es el que más conoce sus propias limitaciones, pero con todos estos recaudos, yo diría tiene que revisar su equipo de gobierno. Algo que los presidentes hacen permanentemente y después de estos diez meses de gestión es una buena oportunidad para mirar y preguntarse que funciona bien, regular o mal. Siempre hay algo para mejorar y no hay que tener miedo de hacer cambios.
Esta mirada ofrece posibilidades, como por ejemplo fortalecer su vínculo con Mauricio Macri y con otros sectores aliados, incorporando gente con experiencia en la gestión, con sabiduría política, con una agenda un poquito más amplia y menos prejuicios. Milei puede perfectamente seguir manteniendo sus posturas, sus valores y sus ideas, pero avanzar en la ruta del pragmatismo me parece algo para considerar, y siempre con respeto.
Otra sugerencia sería prestar atención a pensar medidas controversiales considerando el contexto. Por ejemplo, el gobierno acaba de decidir abrir la importación de acero y de aluminio. Argentina tiene grupos que producen esto, a precios más caros…todo es más caro en nuestro país…los zapatos son más caros, los calzoncillos son más caros…el acero y el aluminio, también lo son. ¿Por qué? Por los costos laborales, fiscales, el financiamiento, la logística…todo en Argentina es muy difícil. Ahora, ¿vas a abrir la economía y vas a destruir empleo industrial en áreas críticas cuando el mundo está revisando esa política, empezando por Estados Unidos, que propone políticas proteccionistas? ¿Vas a generar más demanda de dólares cuando no tenés dólares? Me parece que puede ser una buena política, abrir la economía para que el precio de los productos importados pueda presionar a la baja a los precios locales, pero no estoy seguro que este sea el momento, teniendo un cuenta el contexto, y principalmente el ¨ timing ¨. Dale un año a estas empresas para que se reconviertan, deciles ¨ voy a poner tus costos a niveles internacionales, pero dame precios internacionales ¨. Lo que no podés hacer es pedirles a las empresas precios internacionales con costos argentinos.
Miguel Steuerman: Te cuento algo para finalizar, que justamente tiene que ver con lo que acabas de decir. En la semana estuve con un funcionario de los que podríamos llamar del ¨ riñon del presidente ¨. Y le pregunté sobre la mirada del gobierno en este tema. La respuesta fue: ¨ Nosotros nos ocupamos de la macro, de la micro no queremos saber nada ¨. Uno se pregunta si esto es posible, dónde está la línea exacta que divide una de otra. Y agregó: ¨ Del déficit fiscal, de lo que el presidente entiende, nos vamos a ocupar nosotros; el resto se lo dejamos a los empresarios¨. Creo que es un tema que tiene sus riesgos, teniendo en cuenta lo que puede ir sucediendo en sectores muy puntuales.
Sergio Berensztein: Totalmente de acuerdo. Creo que sin una macroeconomía ordenada, sin las cuentas públicas controladas, es imposible planificar nada y el país no tiene rumbo sin ese basamento, pero dejar que el mercado solucione todo tiene costos enormes y ningún país hace. Me parece que el pragmatismo que el gobierno ha mostrado en tantas áreas debería también predominar en este aspecto, sobre todo porque el poco empleo ¨ blanco ¨ que tenemos hay que protegerlo, cuidarlo, dándole en todo caso oportunidades a las empresas para que se modernicen, se vuelvan más competitivas, pero no de la noche a la mañana cambiándoles las reglas. ¿Si vos sos un inversor extranjero y miras eso, qué te preguntas? ¿Me hará lo mismo a mí, el día de mañana?
Miguel Steuerman: Sergio, gracias por esta oportunidad de ocupar tu tiempo para poder entender un poco más de aquellos temas que a veces no están al alcance de todos nosotros. Y es verdad, como lo has planteado, los procesos de transformación cultural, y en democracia, son complejos, llevan tiempo, están llenos de fricciones entre distintos intereses. Sergio Berensztein, Analista Político y un hombre que monitorea en forma permanente la actualidad política argentina.
Sergio Berensztein Doctor en Ciencia Política (University of North Carolina, Chapel Hill) y Licenciado en Historia (UBA). Obtuvo un Certificado de Investigación en Ciencias Sociales en el CEDES (Centro de Estudios de Estado y Sociedad). Es presidente de Berensztein®, consultora de análisis político y estratégico que fundó en 2014, con una perspectiva regional y comparada en base a métodos de investigación rigurosos e innovadores, tanto tradicionales (cuali y cuantitativos) como de big data. En ella trabaja con algunos de los principales líderes de la Argentina y la región, tanto del sector público como del privado, ayudándolos a comprender el cambiante entorno doméstico y global, y a tomar decisiones en un contexto de alta incertidumbre. Dicta usualmente conferencias y clases magistrales dentro y fuera de la Argentina, tanto en castellano como en inglés. Asimismo, se desempeña como profesor de la Maestría en Negocios de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA. Desde comienzos del 2019, fue designado presidente de IPS (International Pres Service) para América Latina.
Se desempeñó como asesor de instituciones de envergadura internacional como la Corporación Andina de Fomento (CAF), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Banco Mundial (BM).
Fue director de la Maestría de Políticas Públicas y Profesor de distintos programas de la Universidad Torcuato Di Tella (1997-2017), donde integró el Consejo de Administración (2012-2014). Fue también profesor invitado en instituciones académicas del exterior como las universidades de Duke, Georgetown, Stanford, Princeton, New México, FLACSO y CIDE (México) y Salamanca (España).
Es autor de los libros “La primera revuelta fiscal de la historia. La 125 y el conflicto con el campo” (junto a María Elisa Peirano, Margen izquierdo, 2020), “¿Somos todos peronistas?” (El Ateneo 2019), “Por qué fracasan todos los gobiernos?” (junto a Marcos Buscaglia, El Ateneo, 2018), “Dueños del Éxito” (con Alberto Schuster, Edición, 2017), “Los beneficios de la libertad” (junto a Marcos Buscaglia, El Ateneo, 2016), 125 Años del Banco Nación (Banco Nación, 2016) y “El poder narco” (junto a Eugenio Burzaco, Sudamericana, 2014), entre otros. Asimismo, publicó más de 30 artículos académicos en revistas especializadas y volúmenes editados.
Se desempeña como conductor de “Poder y Dinero”, por Americano Media (Miami). También es conductor de El Tornillo (Canal de la Ciudad) y co-conductor de Radioinforme 3, por Cadena 3 Rosario. Fue co-conductor de los programas radiales “Políticamente incorrectos” Radio Rivadavia”, “Vuelo de regreso” (Milenium) y “Política y pelotas” (Splendid). También fue co-conductor de “Emergencia Intelectual” (América TV), panelista de «Animales Sueltos» (América TV) y columnista de A24. Publica regularmente columnas de opinión en el diario La Nación, TN.com.ar y El Cronista Comercial y anteriormente también en los diarios Perfil y La Gaceta, y es habitualmente consultado por los principales medios de comunicación del país y del exterior.
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