26/6/2025 - politica-y-sociedad

Reclasificación del carbón: Implicaciones geoeconómicas de la Orden Ejecutiva de Trump sobre Minerales Estratégicos

Por Miami Strategic Intelligence Institute

Reclasificación del carbón: Implicaciones geoeconómicas de la Orden Ejecutiva de Trump sobre Minerales Estratégicos

Dr. Rafael Marrero. Fundador y Presidente de Miami Strategic Intelligence Institute para FinGurú
INFORME DE INTELIGENCIA ESTRATÉGICA

La decisión de Washington de elevar el carbón a mineral estratégico marca un cambio radical en la política energética y la postura de seguridad nacional de EE. UU., dirigido directamente contra China.

La Casa Blanca ha reclasificado el carbón como mineral estratégico en virtud de la Orden Ejecutiva 14241. Esta decisión alinea la política nacional de dominio energético con la necesidad de asegurar la soberanía energética a largo plazo, apoyar la resiliencia económica e impulsar las tecnologías emergentes.

¿Por qué es importante?

Esta reclasificación marca un cambio decisivo en la política minera crítica de EE. UU., equiparando el carbón nacional con las tierras raras y otros insumos vitales para la defensa nacional, la modernización de la red eléctrica y la independencia industrial.

El regreso del carbón: Redefinido como activo estratégico

La administración del presidente Donald J. Trump ha reclasificado el carbón como mineral estratégico mediante una nueva orden ejecutiva de la Casa Blanca, en una decisión audaz que evoca la Guerra Fría. Antaño símbolo del pasado industrial estadounidense, el carbón se está redefiniendo como un activo de seguridad nacional, esencial no solo para la independencia energética estadounidense, sino también para la capacidad del país de resistir la coerción industrial china y los dictados ambientales.

Este cambio coloca al carbón, durante mucho tiempo vilipendiado en la diplomacia climática global, en el mismo nivel estratégico que las tierras raras, el uranio y el litio. Pero esto va más allá del simbolismo político. La reclasificación refleja un creciente consenso entre los responsables políticos de la era Trump: en la era de la competencia estratégica, la energía no es solo un producto básico, sino un arma.

Contexto estratégico: De combustible industrial a mineral estratégico

La reclasificación del carbón se deriva de una autorización legal bajo la Ley de Acumulación de Materiales Estratégicos y Críticos (50 U.S.C. § 98 y siguientes). Se alinea con la Orden Ejecutiva 13953 de 2020, que declaró una emergencia nacional en la cadena de suministro estadounidense de minerales críticos. Si bien el carbón se excluyó anteriormente debido a su abundancia nacional y a las preocupaciones ambientales, la administración Trump ahora cita cuatro justificaciones para su reevaluación estratégica:

Resiliencia energética nacional ante la inestabilidad de la red y las amenazas de ciberguerra;

Metalurgia de grado de defensa, con carbón metalúrgico (coquizable) esencial para la producción de acero de grado militar;

Preparación para la guerra económica, que permite que las reservas mitiguen las crisis del mercado energético global;

Desvinculación estratégica de China, especialmente en entornos financieros dominados por los criterios ESG, donde el acceso al carbón se instrumentaliza mediante restricciones de capital.

Al reclasificar el carbón bajo este marco, el equipo de Trump ha declarado efectivamente que los mandatos de energía limpia impulsados ​​por instituciones globalistas ya no dictan la doctrina de seguridad estadounidense.

Análisis: Cuatro Dimensiones Estratégicas del Pivote del Carbón

1. Soberanía Energética vs. Presión Global ESG

La reclasificación del carbón marca una ruptura formal con el marco de los Acuerdos Climáticos de París y su influencia en la política industrial estadounidense. Esta medida indica que Washington ya no permitirá que los estándares ambientales, sociales y de gobernanza (ESG), diseñados principalmente por instituciones europeas y monopolios chinos de tecnología verde, limiten la autonomía energética estadounidense.

Al declarar el carbón estratégico, EE. UU. eleva el valor de los combustibles fósiles terrestres al mismo nivel que el de las energías renovables, enmarcando el debate no como uno sobre la neutralidad de carbono, sino sobre la resiliencia energética y la soberanía civilizacional.

2. Servicios Públicos Militares-Industriales: La Cadena de Acero de la Defensa Nacional

Pocos comprenden que el carbón metalúrgico, no solo el carbón térmico, es indispensable para el sector de defensa estadounidense. El armamento militar, desde portaaviones y tanques hasta carcasas de misiles hipersónicos, requiere acero de alta resistencia, que a su vez depende de carbón coquizable de alta calidad. China domina las exportaciones mundiales de carbón metalúrgico y acero, lo que significa que Estados Unidos podría verse sometido a un chantaje estratégico en un escenario de conflicto o bloqueo prolongado. Por lo tanto, la administración Trump fortalece las cadenas nacionales de suministro de acero y garantiza la producción continua de activos de defensa críticos (Geopolitical Futures, 2024).

3. Respuesta geoeconómica al uso de recursos por parte de China como arma

La República Popular China ha utilizado como arma su control de recursos —como el grafito, el galio y las tierras raras— para castigar a países como Japón, Lituania y Filipinas por su desafío político. La reclasificación del carbón permite a EE. UU. adoptar un marco recíproco, creando una base legal para los controles de exportación, los subsidios y las reservas nacionales.

En este contexto, el carbón no es un combustible, sino un mecanismo disuasorio en una guerra de desgaste más amplia sobre quién controla las materias primas industriales del mundo.

4. La reconstrucción de la manufactura nacional

La ordenanza de Trump sobre el carbón complementa la estrategia más amplia de relocalización y reindustrialización que sustenta el programa "América Primero 2.0". Desde las plantas de acero en Pensilvania hasta las instalaciones críticas de refinación de minerales en Virginia Occidental, la clasificación del carbón sirve como una señal de mercado para los inversores: las fuentes de energía tradicionales vuelven a ser bienvenidas en la base industrial estadounidense.

Es probable que esto acelere la inversión en infraestructura de doble uso, donde el carbón térmico respalda la red y el carbón metalúrgico alimenta zonas manufactureras orientadas a la defensa.

Implicaciones para EE. UU., aliados y adversarios

➤ Para las agencias federales

Los Departamentos de Energía y Defensa deben actualizar los inventarios de materiales estratégicos, posiblemente designando la infraestructura relacionada con el carbón como crítica bajo los programas de resiliencia de la CISA y el Departamento de Defensa. Esto incluye la financiación de centrales eléctricas de carbón de respaldo para contrarrestar los riesgos de ciberataques a las redes de energía renovable.

➤ Para la industria estadounidense

Esta reclasificación protegerá a los productores nacionales de carbón de la exclusión financiera ESG, ya que las inversiones en "minerales estratégicos" se benefician de exenciones bajo la Ley de Producción de Defensa y la Ley de Reducción de la Inflación, Sección 60102 (WhiteHouse.gov, 2025). Se prevén nuevos flujos de capital hacia los Apalaches y el Medio Oeste.

➤ Para los aliados

Se espera una realineación energética dentro de las alianzas Five Eyes y Quad. Japón y Australia, que ya son importantes exportadores de carbón, podrían ahora enmarcar sus exportaciones como parte de un sistema de reservas estratégicas occidentales, lo que ayudará a Washington a contrarrestar el control ecológico de China. ➤ Para China

Pekín considera esto una provocación, una señal de que EE. UU. se prepara para una disociación de recursos a largo plazo. El cambio hacia el carbón también podría justificar las medidas recíprocas de China para restringir las exportaciones de tierras raras o tomar represalias diplomáticas en las cumbres de la COP.

Mirando hacia el futuro: Puntos de inflexión y trayectorias de riesgo

Esta política podría desencadenar un nuevo frente en la Guerra Fría económica, desplazando las batallas de los aranceles a las materias primas. Esté atento a los siguientes puntos críticos:

Frenada de la diplomacia climática del G7: Con la adopción del carbón por parte de EE. UU., la unidad climática transatlántica se fracturará, lo que probablemente conducirá a trayectorias de emisiones divergentes y boicots a la financiación climática.

Contraofensiva de la financiación verde: Los fondos ESG de Wall Street podrían ser impugnados legalmente si se niegan a apoyar los "minerales estratégicos", lo que desencadenaría un conflicto legal sobre deberes fiduciarios frente al interés nacional.

Militarización de la red energética: Se prevén más microrredes de carbón y nodos energéticos reforzados cerca de instalaciones militares, bajo el lema de la resiliencia ante la guerra de la red.

Recomendación de Política

El Congreso debería aprobar con celeridad una Ley de Soberanía Energética Estratégica, que incorpore formalmente el carbón a la Reserva Nacional de Defensa y autorice créditos fiscales, permisos acelerados y vínculos con las adquisiciones militares para los productores nacionales de carbón metalúrgico.

Simultáneamente, EE. UU. debería liderar un Pacto Estratégico de Minerales Occidentales, coordinando con sus aliados para integrar el carbón, el uranio y las tierras raras en un escudo de recursos similar al de la OTAN.

Referencias

Financial Times (2024). El chantaje de China por los minerales críticos. https://www.ft.com

Geopolitical Futures (2024). Acero, carbón y seguridad nacional: Una reevaluación estratégica. https://geopoliticalfutures.com

White House (2025). Orden ejecutiva sobre la designación del carbón como mineral estratégico. https://www.whitehouse.gov

Dr.Rafael Marrero. Distinguido líder empresarial y asesor estratégico con amplia experiencia en contratación pública, cadena de suministro y gestión de programas, el Dr. Marrero es reconocido por su galardonada experiencia en adquisiciones federales y las relaciones entre Estados Unidos y China. Ha guiado y llevado al éxito a numerosas empresas del sector público, y su compromiso con soluciones de impacto lo convierte en un líder invaluable en MSI². El Dr. Marrero es autor de cuatro libros superventas en Amazon y de un podcast de gran éxito en Apple, La Amenaza China.

Miembro del Consejo Asesor de Industria de la revista Forbes.


¿Deseas validar esta nota?

Al Validar estás certificando que lo publicado es información correcta, ayudándonos a luchar contra la desinformación.

Validado por 0 usuarios
Miami Strategic Intelligence Institute

Miami Strategic Intelligence Institute

El Instituto de Inteligencia Estratégica de Miami LLC (MSI²) es un think tank conservador, independiente y privado, especializado en análisis geopolítico, investigación de políticas, inteligencia estratégica, capacitación y consultoría. Promovemos la estabilidad, la libertad y la prosperidad en América Latina, a la vez que abordamos el desafío global que plantean la República Popular China (RPC) y el Partido Comunista Chino (PCCh).
https://miastrategicintel.com/

TwitterLinkedinYoutubeInstagram

Vistas totales: 8

Comentarios

¿Te Podemos ayudar?