Javier Milei en Casa Rosada junto a gobernadores del PRO
Las reuniones que el presidente estuvo manteniendo últimamente con gobernadores del PRO proyectan un plan de cara a las futuras elecciones legislativas de 2025.
La figura de Milei ha polarizado al espectro político de la misma forma que ha dividido a la sociedad argentina. Sin duda, el partido más afectado por esta nueva grieta ha sido la Propuesta Republicana, o simplemente el PRO, viéndose forzado a tomar la decisión de acompañar a Milei o no. Incluso aquellos que se declararon neutrales fueron señalados como aliados funcionales del kirchnerismo.
Aquellos congresistas del PRO que apoyan a Milei han sido claves para que la gran mayoría de sus proyectos legislativos se conviertan en ley. “Héroes” como él los denomina, permitieron que el Congreso aprobase la Ley Bases y ratificase el veto presidencial hacia el presupuesto universitario y el aumento jubilatorio, entre muchos otros aportes que le permitieron a Milei mantener intactas sus premisas de no alterar el equilibrio fiscal y reducir el gasto público con tan solo 39 diputados y 5 senadores. Pero todo esto puede cambiar de cara a las elecciones legislativas de 2025.
Milei sabe bien que todos los votos que recibió en 2023 son solo suyos, pues él representaba una propuesta unipersonal. Todo aquel que votó a La Libertad Avanza también lo sabe, lo hizo justamente porque en la boleta estaba la cara y el nombre de Milei. La Libertad Avanza, su partido, se erigió como un anti-partido, pues simbolizaba una propuesta distinta a un partido político tradicional (“casta”); lo que Sartori define como partidos antisistema.
Ahora bien, ¿cuál es la problemática del presidente? Que él no participará de las elecciones legislativas a menos que quiera renunciar al sillón de Rivadavia, lo que es sumamente insensato. Por consiguiente, el afán de LLA por personificarse construyendo a un candidato carismático y no a un partido pasará factura cuando dicho candidato no se presente a las elecciones.
De este modo, puede comprenderse cómo Milei sale en busca de alianzas con todo aquel que pueda ayudarlo a consolidar su gobernanza, muchas veces debiendo hacer tabula rasa como con Daniel Scioli. Porque una cosa muy distinta es ganar elecciones solo y otra es gobernar solo.
Milei ya tiene un liderazgo socialmente construido y un núcleo duro de votantes a su lado, sólo le basta cimentarlo dentro del Poder Legislativo.
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