Jesús Daniel Romero, ex Subdirector de Inteligencia de las Fuerzas Navales del Comando Sur de Estados Unidos, para FinGurú
Parte I – El Giro Ideológico: La Diplomacia del Asilo
La política exterior de México ha experimentado una profunda transformación ideológica. Lo que antes se presentaba como una política de no intervención se ha convertido en un programa de solidaridad de izquierda, que combina diplomacia, economía y seguridad bajo una misma lógica política.
Desde la presidencia de Andrés Manuel López Obrador hasta la administración actual de Claudia Sheinbaum, el país se ha convertido en santuario político y socio económico de los gobiernos socialistas de América Latina.
El cambio se hizo visible en 2019, cuando López Obrador ofreció asilo a Evo Morales tras su renuncia en medio de una crisis electoral en Bolivia (Axios, 2019). Este gesto revivió el papel histórico de México como refugio para aliados ideológicos. Años más tarde, el patrón se repitió en Ecuador. Jorge Glas, exvicepresidente condenado por corrupción, buscó refugio en la embajada mexicana en Quito. Cuando la policía ecuatoriana ingresó al recinto para arrestarlo, las relaciones diplomáticas colapsaron y México llevó el caso ante la Corte Internacional de Justicia (BBC News, 2024; Global Voices, 2024).
Para 2025, esta política se había consolidado como doctrina. En noviembre, el gobierno de Sheinbaum otorgó asilo a Betssy Chávez, ex primera ministra del Perú y aliada cercana del expresidente Pedro Castillo. Chávez buscó protección en la embajada mexicana en Lima después de que la fiscalía peruana la acusara de rebelión y conspiración por su presunta participación en el intento de autogolpe de Castillo en 2022. Ante la inminencia de una orden de prisión preventiva, ingresó a la sede diplomática el 2 de noviembre de 2025 y solicitó formalmente asilo, alegando persecución política. Al día siguiente, la Cancillería mexicana aprobó su solicitud. El gobierno peruano consideró la acción una interferencia en un proceso penal, rompió relaciones diplomáticas y acusó a México de proteger a una aliada ideológica en lugar de a una verdadera refugiada política (France 24, 2025; Gulf Times, 2025).
En el plano interno, Sheinbaum proyecta una imagen institucional y moderna; en el exterior, prolonga la alineación bolivariana de su antecesor. El resultado es una paradoja: un gobierno que habla el lenguaje de la democracia mientras protege a figuras que la socavan. Las relaciones con Perú, Ecuador y Chile se han deteriorado, mientras que la influencia de México dentro del bloque izquierdista del hemisferio se ha fortalecido.
Parte II – El Patrocinio Económico: La Diplomacia del Petróleo
La economía sigue la misma orientación ideológica. Entre 2024 y 2025, Pemex reanudó el envío regular de petróleo a Cuba, transportando cientos de miles de barriles mensuales bajo programas bilaterales de “cooperación humanitaria”. En la práctica, estos envíos funcionan como apoyo financiero al régimen de partido único en La Habana, ayudándolo a resistir la escasez de combustible y las sanciones internacionales (AP News, 2024; Reuters vía Yahoo News, 2024).
Sheinbaum ha mantenido e incluso ampliado estas transferencias, transformando la diplomacia energética mexicana en un mecanismo de patrocinio ideológico. El petróleo se convierte en mensaje político y subsidio: una manifestación tangible de solidaridad con el régimen comunista cubano y un gesto de desafío hacia Washington.
El simbolismo de esta política es inconfundible. Mientras otros países latinoamericanos diversifican sus alianzas energéticas, México destina sus recursos a sostener a sus aliados ideológicos. Esta forma de “solidaridad energética” proyecta lealtad a las causas revolucionarias por encima de la cooperación de mercado, consolidando a México como eje del nuevo bloque de izquierda en el continente.
Parte III – El Espejo Interno: La “Guerra Humanista” contra las Drogas
La misma lente ideológica que guía la diplomacia de Sheinbaum define también su política de seguridad interna. Su llamada “guerra humanista contra las drogas” busca reducir el enfrentamiento con los cárteles y reinterpretar el narcotráfico como un problema social, no militar. La presidenta sostiene que la violencia es consecuencia de la desigualdad y que las estrategias punitivas perpetúan la pobreza y la dependencia.
Esta filosofía ha suavizado la cooperación con las instituciones de seguridad de Estados Unidos y ha ralentizado la colaboración con agencias como la DEA. Refleja una convicción profunda: la presión extranjera distorsiona la soberanía nacional. En el ámbito internacional, Sheinbaum aplica la misma lógica: los gobiernos autoritarios son presentados como víctimas de interferencia imperial, y brindarles protección política se convierte en un deber moral. En ambos planos, la compasión sustituye la coerción y la soberanía reemplaza la rendición de cuentas.
Las consecuencias son evidentes. Las extradiciones han disminuido y el crimen organizado ha ampliado su control territorial. Al mismo tiempo, la postura diplomática de México se ha inclinado abiertamente hacia Cuba, Venezuela y Nicaragua, mientras las relaciones con Perú, Colombia y Chile se han enfriado. La convergencia entre la indulgencia interna y la solidaridad externa revela una visión coherente: la ideología prevalece sobre la institucionalidad.
Conclusión
Bajo el liderazgo de Claudia Sheinbaum, México ha reemplazado la diplomacia pragmática por una política moralizada. Su gobierno presenta a sus aliados ideológicos como víctimas de persecución y convierte la contención en virtud. Las embajadas se han transformado en santuarios, los envíos de petróleo en instrumentos de poder blando y la guerra contra las drogas en una expresión de identidad ideológica. No se trata simplemente de un cambio táctico, sino filosófico. La nueva política exterior mexicana mezcla la nostalgia revolucionaria con el nacionalismo económico, proyectando empatía mientras protege regímenes que rechazan la reforma. Si esta orientación fortalecerá la autonomía nacional o acelerará su aislamiento dependerá de cuánto tiempo la ideología pueda sustituir a los resultados, tanto en la gobernabilidad interna como en la credibilidad internacional.
Jesús Daniel Romero, es Comandante Retirado de la Marina de los Estados Unidos. Fue Subdirector de Inteligencia de las Fuerzas Navales del Comando Sur de Estados Unidos, tuvo destacadas misiones diplomáticas en América Central y lidero equipos de investigaciones especiales de inteligencia, entre ellos el que llevó a prisión a Debra Lynn Mercer-Erwin, conocida como ¨ La reina del aire ¨ , condenada en 2024 a 16 años de prisión por la justicia de Estados Unidos por narcotráfico y lavado de dinero.
Romero es autor del libro ¨ El vuelo final: la reina del aire ¨, que se convirtió en un best seller en Amazon a pocos días de haber sido publicado. Además es hombre de consulta permanente en temas de su especialidad por parte de los medios de comunicación más destacados de Estados Unidos, en especial en el Estado de Florida.

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