23/10/2024 - politica-y-sociedad

El fenómeno Milei explicado de tres maneras

Por Ivo Lewkowicz Grimberg

El fenómeno Milei explicado de tres maneras

Han pasado casi un año desde que el fenómeno del economista Javier Milei nos tomó a todos por sorpresa. Somos pocos, y me incluyo, quienes supieron verlo tan arriba, y aun así descreímos de un posible triunfo en el balotaje luego de que saliera segundo en las elecciones generales de octubre frente a Sergio Massa, candidato oficialista.

Ya con la mente fría podemos dar una explicación al inédito triunfo unipersonal de Milei. Es más, la ciencia política lo hizo en múltiples ocasiones incluso antes de que Milei saliera en la televisión por primera vez, demostrando estar un paso adelante.

1- Contrademocracia:

Pierre Rosanvallon (2006) nos explicó un fenómeno muy interesante. Él sostiene, al igual que todos nosotros, que las debilidades de los actores del sistema democrático han dañado la democracia representativa; pero innovó al argumentar que esta desconfianza en el sistema democrático no ha repercutido en una sociedad desganada y pasiva, sino todo lo contrario.

De acuerdo con el autor, en una sociedad en donde la sospecha con los actores políticos está cimentada, conlleva en buena medida a una sociedad que aún así ejerce su ciudadanía criticando, vigilando, obstruyendo, castigando y manifestándose, entre otras formas de participación política no convencionales pero que igualmente denotan expresión, implicación e intervención política. Denomina este modo de ejercer la ciudadanía como contrademocracia, y supone a una sociedad esperanzada en una mejoría sólo posible si son ellos quienes se proponen a conseguirla.

2- Líder de popularidad:

Es en dicha sociedad, en donde la gente considera que es más prudente defenderse a sí misma, colectivamente, en lugar de apostar por los partidos tradicionales. Estos actores tradicionales ya no son los viejos intermediarios entre las demandas de la sociedad y el aparato estatal, sino que se encuentran alejados de las verdaderas necesidades de la sociedad, desdibujando su sustento social y sus lazos identitarios.

Frente a esto, la única función vital que conservan los partidos políticos es ser la única vía para la llegada al poder estatal, por lo que quedan reducidos a ser un recurso meramente instrumental para ganar las elecciones legislativas o presidenciales, las cuales pasan a ser el período de mayor intensidad política.

Isidoro Cheresky (2007), un año más tarde que Rosanvallon, apostó por la cercanía como remedio. Cheresky visualiza a un líder de popularidad, concepto que enmarca a la figura de un único individuo capaz de vincularse con la opinión pública, conciliando con ella después de mucho tiempo de estar abandonada y a su propia suerte.

Este líder de popularidad es una adecuación de la conquista del electorado en situaciones y espacios en donde los partidos ya no son bienvenidos. Su modo directo y personalista, el cual esconde una estructura partidaria, construye su sustento en el apoyo y acompañamiento que le otorga la opinión pública. Al ser considerado una persona más de la sociedad, ajena a la política tradicional, critica a esta última, como herramienta de generación de apoyo popular.

3- Teledemocracia:

Finalmente, Sergio Fabbrini (2008) aporta que el escenario idóneo para que el líder de popularidad conecte y se acerque a la opinión pública (mediante la personificación de las inquietudes y la conducción política) son los medios de comunicación. Este modo de presentarse consiste en una práctica denominada como teledemocracia. Surge justamente del abandono del ámbito público como espacio de intercambio de ideas y su reemplazo por los medios de comunicación y las redes.

Añade que, debido al carácter sensacionalista de los medios, la presentación de este líder suele asemejarse con el espectáculo. Como resultado, los electores terminan votando a una personificación de sus intereses en lugar de un aparato partidario especializado en la representación política.

Reflexiones:

De este modo podemos aprender que porque un hito suene o sea señalado como inédito no significa que realmente lo sea. Las respuestas siempre estuvieron en las estanterías y las advertencias fueron debidamente presentadas.

He seleccionado tres conceptos que datan alrededor de diez años antes de que Milei se volviera un ícono de la cultura argentina y justamente con ellos podemos entender de qué modo él pudo a) presentarse de modo directo y unipersonal con la opinión pública a través de los medios de comunicación y las redes (teledemocracia); b) su nivel de conexión y asimilación con la sociedad (líder de popularidad); y c) de qué manera se explica que esta última decida votar por un candidato ignoto, sin aparato político-partidario, para hacerle saber a la vieja política que ya no representa (contrademocracia).

Fuentes citadas:

Cheresky, I. (2007). La política después de los partidos. Prometeo.

Fabbrini, S. (2008). El ascenso del príncipe democrático. Quién gobierna y cómo se gobiernan las democracias. CFE.

Rosanvallon, P. (2006). Democracia y desconfianza. Revista de Estudios Políticos (nueva época), (134), 219-237. https://www.cepc.gob.es/sites/default/files/2021-12/26352rep134010.pdf

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Ivo Lewkowicz Grimberg

Soy estudiante de último año de la carrera de Relaciones Internacionales y Ciencia Política en la Universidad de Palermo, actualmente realizando un voluntariado en Politic Flix, la consultora política de Carlos Fara y Asociados, y buscando crecer tanto profesional como personalmente.
Apasionado por la diplomacia, cuento con estudios orientados al análisis e investigación de los asuntos políticos nacionales e internacionales, siempre con miras a identificar y reconocer patrones y comportamientos, analizarlos, explicarlos y encontrar soluciones para los desafíos del complejo mundo actual.

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