El 27 de abril de 2025 se publicó El Proceso, la primera de las llamadas “obras largas” escritas por Franz Kafka. Se publicó de forma póstuma, ya que Kafka había fallecido el año anterior. La publicación de esta novela, al igual que las demás novelas de Kafka, no estaba prevista. Antes de morir, Kafka le encomendó a su gran amigo Max Brod que incendiara toda su obra. Brod, lejos de cumplir la última voluntad de Kafka, se encargó personalmente de la edición y publicación de todos sus escritos. Es gracias a él que nosotros, los lectores, pudimos conocer la obra de tamaño escritor.
En cuanto a el Proceso, esta es una obra que Kafka dejó inconclusa. Por lo que Brod tuvo que editarla de forma tal que el final tuviera sentido. La novela se centra en la vida de Joseph K, un hombre que es acusado de un crimen sobre el que no tiene ninguna información. Incluso a nosotros como lectores este misterio sobre la culpabilidad de K. no se nos revela en ningún momento.
A través de esta obra, Kafka busca realizar una crítica al sistema judicial occidental, que con su burocracia y sus funcionarios grises busca despersonalizar a los acusados, deshumanizándolos. Al inicio de la obra, Joseph K es detenido, luego de ser informado de su procesamiento. Todo esto se produce ante la estupefacción de K, quien sostiene que no habría cometido ningún delito, por lo que seguramente habría sido calumniado por alguien más.
Este libro demuestra claramente lo que más tarde se conoció como la pesadilla kafkiana, es decir, una situación caracterizada por una opresión burocrática aplastante, acompañada de la alienación y la desesperación que provoca, en este caso, ser procesado por un crimen del cual no se tiene información. Una situación absurda, que no tiene otra explicación posible que el mal desempeño de la burocracia judicial.
Incluso el nombre completo de Joseph K nos es desconocido, un aspecto interesante de la obra, ya que demuestra la forma en la que Kafka busca demostrar la despersonalización que realiza la justicia con respecto a los individuos que deben atravesar este sistema.
La aversión de Kafka hacia el sistema judicial y la burocracia en general obedece a varios motivos. Se podría interpretar que esta hostilidad de Kafka hacia los agentes burocráticos se relaciona con el hecho de que él mismo trabajó durante varios años en una compañía de seguros, mientras escribía en sus ratos libres. De hecho, el término kafkiano muchas veces hace referencia al infierno que se produce a la hora de tener que realizar una excesiva cantidad de “trabajo de escritorio”, que seguramente tiene que ver con su trabajo.
El Proceso es, sin lugar a dudas, una de las obras indispensables para comprender el siglo XX. El minucioso análisis que realiza Kafka sobre la injusticia del sistema judicial cobra mayor relevancia en un contexto donde en muchas partes del mundo las detenciones extrajudiciales y los procesos inconducentes están a la hora del día.
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