Jesús Daniel Romero y William Acosta para Poder & Dinero y FinGurú
Las Islas Turcas y Caicos se han convertido en un verdadero paraíso para el tráfico de cocaína, facilitando el transporte de esta droga como puente hacia mercados en los Estados Unidos y Europa. El flujo de cocaína proveniente de Colombia que pasa por estas islas es controlado por organizaciones residentes en Turks y Caicos de origen haitiano y dominicano. Este problema se traduce en altas incidencias de crimen, lo que podría tener un efecto negativo en el turismo y en la economía nacional.
El Departamento de Estado norteamericano ha alertado, a través de su página de internet, sobre el crimen en Turks y Caicos, clasificándolo como nivel número 2, lo que implica un aumento en la precaución. Al mismo tiempo, el Departamento de Estado aconseja fuertemente a los norteamericanos no llevar armamento ni municiones debido a las estrictas normas y leyes que rigen en Turks y Caicos.
A continuación, se describe una ruta común utilizada por aviones cargados de cocaína:
1. Producción en Colombia: Colombia es el primer país productor de coca, produciendo más del 60 por ciento de este producto, seguido por Perú y Bolivia. De acuerdo con el último reporte de UNDOC, la cocaína disponible para organizaciones y cárteles transnacionales se encuentra en las mejores condiciones, ya que existe una superproducción de coca de más de 350,000 hectáreas, bajo las políticas del presidente guerrillero Gustavo Petro, las cuales favorecen esta producción.
2. Salida desde Colombia: Una vez que la droga es elaborada en Colombia, la cocaína sale por medio de ríos y carreteras desde la selva hasta puertos y costas, para ser llevada a sus destinos internacionales a través de Ecuador, Brasil y Venezuela.
3. Por mar y aire: En particular hacia Turks y Caicos, la droga sale principalmente de Venezuela por medio de embarcaciones tipo lanchas rápidas y aeronaves hacia el Caribe, particularmente Haití, Jamaica, República Dominicana y Puerto Rico. Los aviones vuelan hacia islas del Caribe, como Haití, la República Dominicana, Bahamas y las Islas Turcas y Caicos, aprovechando la geografía de la región y la escasa vigilancia aérea. La ruta más común es sobrevolar el Mar Caribe, evitando el espacio aéreo de países con fuertes medidas de control. Desde estas islas, los cargamentos son dirigidos hacia otras islas, incluyendo las Bahamas y Turks y Caicos. Desde aquí, la droga es dirigida hacia otros mercados en los Estados Unidos y Europa.
4.Distribución final: Finalmente, la cocaína se distribuye en mercados locales, donde se vende a precios exorbitantes, generando enormes ganancias para los cárteles y las organizaciones involucradas en el tráfico, y a su vez incrementando el crimen local.
Conclusión
La ruta para el tráfico de cocaína hacia las Islas Turcas y Caicos implica una combinación de habilidades logísticas, corrupción y violencia. Las organizaciones criminales aprovechan la ubicación geográfica y la falta de recursos de las fuerzas de seguridad locales para establecer y mantener operaciones en la región. Turks y Caicos es simplemente paso forzado del narcotrafico por el Cartel de los Soles y Nicolás Maduro. Esta actividad pone en evidencia un grave problema de seguridad al turismo y el gobierno para poder responder este grave problem. Este fenómeno no solo afecta la seguridad en las islas, sino que también tiene repercusiones significativas en los países de origen y destino de la droga.
Crédito:
1. Informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNDOC).
2. Departamento de Estado de los Estados Unidos.
3. The Guardian.
4. BBC News.
5. El Tiempo.
6. Reuters.
Jesús Daniel Romero, de origen venezolano, ingresó a la marina de Estados Unidos en 1984 y se graduó de Ciencias Políticas en la Universidad de Norfolk State. Sin embargo, fue hasta 1992 que Romero se convirtió en oficial de inteligencia naval.
Fue comandante oceánico en Panamá de 1996 a 1999 y posteriormente en Hawái donde fue oficial de observación de China. En 2001, fue director de política para la fuerza de tarea conjunta y lideró conversaciones técnicas con China, Myanmar, Camboya, India, Corea del Norte y Vietnam.
Tras 37 años de carrera, Romero ha sido condecorado por las Fuerzas Armadas, la OTAN, la Marina y el Servicio de Defensa.
Romero fue testigo del caso criminal federal del Este de Texas contra Debra Lynn Mercer-Erwin, presidenta de la compañía Aircraft Guaranty LLC, quien se encargaba de suministrar aeronaves a los cárteles mexicanos y colombo-venezolanos para transportar cocaína de Colombia a Estados Unidos. El excomandante trabajó para desmantelar estas operaciones hasta agosto de 2022.
William Acosta es el fundador y director ejecutivo de Equalizer Private Investigations & Security Services Inc. Ha coordinado investigaciones relacionadas con el tráfico internacional de estupefacientes, lavado de activos y homicidios en los EE. UU. y otros países del mundo como Alemania, Italia, Portugal, España, Francia, Inglaterra y, literalmente, toda Latinoamerica.
William ha sido 10 años Investigador de la Policia de New York, 2 años en el Departamento del Tesoro y 6 años en el Ejercito americano con varios despliegues internacionales por temas de comunicaciones e inteligencia.
CARRERA Y EXPERIENCIA
William Acosta, veterano investigador internacional, coordinó investigaciones multijurisdiccionales sobre tráfico de estupefacientes, blanqueo de dinero y homicidios en Estados Unidos y otros países.
El entrenamiento en artes marciales de Acosta en taekwondo alcanzó el 6º dan, practicando tradicionalmente como estilo de vida y no sólo para luchar.
La transición de la policía a la investigación privada permitió a Acosta hacer sus propias reglas y elegir clientes tras más de 20 años en la profesión.
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