19/2/2025 - politica-y-sociedad

Trump quiere administrar Gaza

Por Miranda Garaycochea

Trump quiere administrar Gaza

Conferencia de Donald Trump con el Primer Ministro israelí, Benjamin Netanyahu

No mucho tiempo después de haber comenzado su segundo mandato, el actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha llamado la atención con sus polémicos discursos. Uno de los más recientes, implicó la propuesta de tomar el control de Gaza.

La propuesta implicaría el traslado provisional de los habitantes de Gaza para facilitar la reconstrucción de la Franja y, a su vez, la conversión de la misma en la “Rivera del Oriente Medio”. Esta idea anunciada en la conferencia con el Primer Ministro Israelí Benjamin Netanyahu el martes 4 de febrero, tomó a muchos por sorpresa, generando abundante rechazo y cierto apoyo por parte de un sector minoritario. 

¿Qué opinan los organismos internacionales de esto? 

La Comisión Europea ha manifestado su rechazo a cualquier acto que suponga un desplazamiento forzado de la población palestina. La ONU, debe tener especial cuidado al comentar sobre un tema tan delicado, pero ha destacado que la autodeterminación es un principio fundamental del derecho internacional que debe ser siempre protegido. 

¿Y qué hay de los principales involucrados?

Hamas expresó su rechazo calificando la propuesta como una receta para el caos. Sami Abu Zuhri, alto funcionario del grupo, repudió los dichos de Trump y los acusó de promover la "expulsión de su tierra". Varios medios de comunicación han traído al debate el término “limpieza étnica” refiriéndose a la posibilidad de expulsar a la población para lograr que posteriormente la región sea étnicamente homogénea. Por su parte, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, ha expresado su desacuerdo con cualquier plan que implique el desplazamiento de los palestinos de Gaza, abogando en cambio por una solución de dos estados. 

Por otro lado, el exministro de seguridad israelí, Itamar Ben-Gvir, ha mostrado una postura aprobatoria respecto al asunto. En general, el proyecto de Donald Trump recibió una mayor tasa de apoyo dentro de los sectores políticos israelíes, principalmente los de extrema derecha. 

Países de la región como Egipto, la Autoridad Palestina, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos han manifestado su desaprobación al desplazamiento de los palestinos .

Otras naciones como Turquía, Rusia, España, Australia, Italia y China mantienen su apoyo a la idea de dividir Palestina en dos Estados, uno judío y otro árabe, con un régimen internacional especial para Jerusalén. 

Entonces, los partidarios de la idea de Trump ven a la misma como una “reubicación” necesaria y temporal. Mientras que entre quienes la repudian, abogan por otras soluciones o se lo acusa de querer llevar a cabo una limpieza étnica. 

El mensaje de Donald Trump

El 6 de febrero, Trump expresó en la red social X:

La Franja de Gaza sería entregada a Estados Unidos por Israel al final de los combates. Los palestinos, gente como Chuck Schumer, ya habrían sido reasentados en comunidades mucho más seguras y hermosas, con hogares nuevos y modernos, en la región. De hecho, tendrían la oportunidad de ser felices, seguros y libres. Los EE.UU., trabajando con grandes equipos de desarrollo de todo el mundo, comenzarían lenta y cuidadosamente la construcción de lo que se convertiría en uno de los desarrollos más grandes y espectaculares del mismos en la Tierra. ¡No se necesitarían soldados de Estados Unidos! Reinaría la estabilidad en la región!!

Trump presenta una “solución revolucionaria” a todos los problemas, hablando de una reconstrucción de la región e incluso de la creación de cientos de puestos de trabajo. Sin embargo, surgen dudas sobre su viabilidad.

Estamos hablando del desplazamiento de 2.2 millones de personas, lo que implicaría un esfuerzo descomunal. ¿A dónde irían todos los desplazados? Países vecinos como Jordania, Siria y Egipto han manifestado su rechazo al desplazamiento de palestinos y el consecuente acogimiento de tantos desplazados. Han señalado que ello representaría una amenaza para la estabilidad de sus territorios. Tampoco el presidente Trump profundizó en cómo sería la posterior reinserción.

Los desafíos del plan

El interés de Estados Unidos en el conflicto es sumamente notorio, lo que nos lleva a cuestionarnos, ¿es el país indicado para llevar a cabo tal propuesta? ¿Podría hacerlo manteniendo una actitud imparcial? En el caso hipotético de que Estados Unidos plasme su mera idea en una realidad, es difícil esperar de una nación que ha mostrado explícitamente su apoyo a Israel actúe de manera equitativa para los involucrados. 

La soberanía sobre Gaza presenta desafíos tanto legales como políticos, que sumados al rechazo de la comunidad internacional hacia el desplazamiento forzado, hacen que la puesta en práctica de este plan sea poco probable. Además de la renuencia de la población a abandonar sus hogares. De hecho, llevar toda esta maniobra a cabo sería una violación del derecho internacional. 

La Carta de las Naciones Unidas, en el artículo 2, apartado 4, establece que:

Los Miembros de la Organización, en sus relaciones internacionales, se abstendrán de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado, o en cualquier otra forma incompatible con los Propósitos de las Naciones Unidas.

Asimismo, el artículo 49 de la Cuarta Convención de Ginebra prohíbe explícitamente los traslados forzosos en masa. 

Es difícil imaginarse una situación en la que Trump logre un acuerdo con todas las partes. Por su lado, Hamas nunca aceptaría tal propuesta y la idea de que Gaza quede bajo el control de  Estados Unidos también fue rechazada por autoridades palestinas de Cisjordania. Israel, por su parte, no tiene la autoridad para ceder unilateralmente el territorio de Gaza.

Actualmente, Hamás controla la Franja de Gaza, pero la ONU la considera territorio ocupado por Israel, y la mayoría de los países la reconocen como parte del Estado de Palestina. Para que Estados Unidos asuma el control de Gaza legalmente, sería necesario un mandato internacional avalado por organismos como la ONU. De lo contrario, se trataría de una ocupación ilegal bajo el derecho internacional.

¿Una estrategia encubierta?

También cabe la posibilidad de que todo esto sea una estrategia de Trump, ya que analistas han calificado a su propuesta inviable. En su libro “The Art of the Deal” menciona una estrategia muy particular. Esta implica, en primera instancia, hacer una oferta exorbitante para que luego las partes involucradas cedan en aspectos a los que antes no habrían estado dispuestas. Es decir que, el haber hecho pública esta idea podría haber sido para elevar el punto de partida de futuras negociaciones y así incentivar y facilitar las mismas.

Conclusión

La propuesta de Donald Trump de tomar el control de Gaza y reubicar a sus habitantes ha generado numerosas preguntas y un abanico de reacciones. ¿Podrá llevarse a cabo este plan sin provocar más conflictos? ¿Será realmente una solución para la paz en el Medio Oriente o  hay más intereses detrás? Solo el tiempo y las negociaciones internacionales podrán darnos estas respuestas.


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