Tucker Carlson y Donald Trump, Fuente: Los Angeles Times
La familia “tradicional” que no fue:
Tucker Carlson nació en 1969 en la progresista ciudad de San Francisco, California. Hijo de un distinguido presentador de noticias y posterior embajador de Estados Unidos, Tucker disfrutó de una infancia privilegiada y feliz. Sin embargo, a los 6 años, su vida tomaría un giro inesperado cuando su madre lo abandonó para mudarse a la cosmopolita ciudad de París. Esta partida dejó una marca indeleble en el joven Tucker. A los 14 años, fue enviado a un internado en el otro lado del país, donde fue educado mientras su padre se dedicaba a sus responsabilidades diplomáticas.
Desde su época de secundaria, Tucker Carlson ya mostraba un ferviente interés por las ideas conservadoras, participando activamente en los clubes de debate donde se destacaba como un orador formidable y un hábil comunicador, capaz de captar la atención de las audiencias, cosa que luego pondría en práctica del otro lado de la pantalla.
Este interés lo llevó a ser aceptado en Trinity College en Connecticut, donde protagonizó uno de sus más notorios actos de rebeldía. Durante una visita de la CIA al campus para reclutar estudiantes, un grupo de alumnos de izquierda inició una protesta. En este clima de tensión, Tucker, manteniendo su estilo contestatario hoy típico en las nuevas derechas de nuestro tiempo, se retiró del evento, sin antes acusar a los compañeros de “ser un montón de grasosos hijos de puta”.
Después de graduarse en 1992, Tucker Carlson solicitó un puesto en la CIA, la organización que había defendido anteriormente. Sin embargo, no fue aceptado por la agencia. Ante este rechazo, su padre le sugirió considerar una carrera en el periodismo, comentando que "¡aceptan a cualquiera!"
Una carrera mediática de ensueño:
Tucker Carlson inició su carrera en el mundo editorial como miembro del equipo de Policy Review, ascendiendo progresivamente en el campo periodístico. Eventualmente se convirtió en el presentador más joven en la historia de CNN, irónicamente, un medio percibido como más inclinado hacia la izquierda. Carlson permaneció allí hasta 2005, año en que tuvo un intercambio notoriamente tenso en su propio programa con el comediante Jon Stewart. Durante esta aparición, Stewart criticó duramente el enfoque del programa, acusando a Carlson de perjudicar el discurso público estadounidense al decir: “Tenes una responsabilidad con el discurso público, y estás fracasando miserablemente”. Tras este incidente, Carlson fue despedido de la CNN.
Después del incidente en CNN, Tucker Carlson trabajó en varios medios, incluido MSNBC, también un medio de izquierda y en el programa “Bailando con las estrellas” la versión estadounidense del Bailando por un sueño. Finalmente, tras varios programas con bajo rating, Tucker desembarcó en Fox News, el medio que lo catapultó al éxito.
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Tucker Carlson en el programa “Bailando con las estrellas” Fuente: Entretainment.
El programa "Tucker Carlson Tonight" se lanzó en 2016, una semana después de la elección de Donald Trump como presidente. Transmitido en horario estelar en Fox News, el programa permitió a Tucker Carlson abordar temas controvertidos como la diversidad racial, la inmigración y la crisis de identidad en los Estados Unidos, temas que resonaron significativamente durante su emisión.
Las polémicas fueron una constante en "Tucker Carlson Tonight", particularmente por las invitaciones a personajes controvertidos como David Duke, ex líder del Ku Klux Klan, y Richard Spencer, conocido supremacista blanco. Sin embargo, Tucker Carlson, ex alumno de la Universidad de Trinity, demostró ser un experto en manejar debates y sortear controversias públicas con habilidad.
Una de las fake news que marcó este ciclo televisivo, fue cuando Carlson afirmó que el gobierno de Sudáfrica estaba expropiando tierras masivamente a granjeros blancos. Este programa causó tal revuelo que el entonces presidente Donald Trump reaccionó en Twitter, informando que su gobierno estaba investigando estas supuestas violaciones de los derechos de propiedad por parte del gobierno sudafricano.
Después del asalto al Capitolio en 2021, Dominion Voting Systems, la empresa encargada de las máquinas de votación en las elecciones donde Joe Biden resultó ganador, demandó a Tucker Carlson. La demanda alegaba que las declaraciones hechas en su programa tras las elecciones de 2020 eran difamatorias. Según los documentos del caso, los mensajes internos entre Carlson y su equipo indicaban que ellos conocían la falsedad de las afirmaciones sobre que las máquinas de Dominion se habían utilizado para manipular los resultados electorales a favor de Biden. Por lo que Fox News despidió a su estrella para evitar la escalada del juicio.
La Batalla Cultural:
Desde abril de 2023, Carlson inició su canal de youtube para dar la batalla contra los medios que, en su visión, eran empresas claramente fraudulentas al servicio del poder político. A través de su canal de youtube, salto al estrellato mundial cuando logró ser el primer periodista occidental en mucho años en entrevistar mano a mano al presidente de rusia Vladimir Putin, en pleno conflicto con Ucrania y siendo criticado por todos sus colegas en el medio.
Tucker Carlson ha entrevistado a figuras como Nayib Bukele y el presidente argentino Javier Milei, convirtiéndose en un punto de conexión para lo que algunos consideran la nueva ola internacional de la ultraderecha. Sus opiniones, siempre controversiales y en línea con su estilo provocador, han desafiado la narrativa del "liberalismo occidental". Sus puntos de vista abarcan desde un nacionalismo que denuncia un supuesto "genocidio blanco", hasta una crítica severa de Estados Unidos y su rol como policía global.
Esta perspectiva lo ha llevado a ser un crítico feroz de la guerra en Ucrania, argumentando que los millones de dólares destinados a apoyar al ejército ucraniano frente a Rusia son un desperdicio mientras los estadounidenses enfrentan una crisis económica con salarios que no compensan la inflación experimentada durante la administración Biden. Carlson a menudo describe el apoyo de Estados Unidos y la OTAN a Ucrania como una estafa, respaldada por una “campaña de propaganda diseñada para convencer a los estadounidenses de que tomen partido en un conflicto que, según él, estrictamente hablando, no tiene nada que ver con ellos”.
Esta última crítica de Tucker Carlson al papel de los Estados Unidos como policía global, irónicamente, tiene ecos de las críticas históricas contra el imperialismo estadounidense, tradicionalmente sostenidas por la izquierda internacional.
La nueva oleada ideológica que Tucker Carlson ayuda a liderar, caracterizada por su crítica hacia los medios de comunicación, la ciencia, las universidades y el liberalismo, está cobrando fuerza no solo en Estados Unidos, sino también en varias partes del mundo desarrollado. Lo preocupante de esta situación en lo que se ha conocido tradicionalmente como la primera potencia mundial es la aparente voluntad de avanzar hacia una dirección de políticas públicas que favorecen el embrutecimiento, la salud alternativa sin fundamentos científicos y la gestión de una democracia donde los ciudadanos están desinformados o, en el mejor de los casos, informados exclusivamente desde la ideología que profesan.
Justo como Tucker Carlson ha utilizado su perspectiva única para crear un contenido que resuena a nivel mundial, los cursos de Fingurú sobre creación de contenido comparten cómo cualquier persona puede aprovechar sus propias experiencias y puntos de vista para influir y conectar con una audiencia.
Un periodista Militante roto:
Tucker Carlson es un individuo cuya infancia fue marcada por la partida de su madre a los 6 años, un evento que ocasionalmente lo emociona profundamente en entrevistas, especialmente cuando discute sobre la familia tradicional, un modelo que él no tuvo pero que promueve como la opción. A lo largo de su carrera, Carlson ha sido despedido de varios medios donde trabajó, y hoy critica a esos mismos medios, afirmando que son meros instrumentos del poder político, a pesar de haber pasado gran parte de su vida profesional en ellos.
Critica con dureza a las agencias de inteligencia, acusándolas de ser persecutorias y de operar en favor de los demócratas y del establishment político. Estas declaraciones resultan irónicas considerando que en sus inicios profesionales, él mismo aspiró a ser parte de estas agencias.
Esta frustración que Tucker Carlson expresa ante el rechazo permanente resuena profundamente en una parte de la sociedad estadounidense que también se siente marginada por la política tradicional. Esto ha convertido a Carlson en un referente con el que muchos norteamericanos pueden empatizar. Su exitosa disputa por el sentido común lo ha convertido en un referente a nivel internacional. La frustración ha parido en los Estados Unidos una nueva versión primermundista de algo que en Argentina conocemos muy bien, que es la figura del 'periodista militante'.
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