Hoy en día las aulas escolares y universitarias son espacios que cuentan con sillas y mesas que todas miran hacia un mismo lugar donde se encuentra una pizarra y un escritorio con una sola silla. Te desafío con la siguiente pregunta ¿viste algún aula diferente en tu vida? ¿Por qué no se ha cambiado todavía?
Pasamos por el nivel inicial, primario, medio, universitario y casi no sentimos la diferencia arquitectónica del espacio. La estética se va haciendo cada vez más aburrida, pero la arquitectura sigue intacta.
Si vemos una imagen de las aulas de las universidades de la Edad Media seguramente nos llevaremos una sorpresa: no son tan diferentes a lo que conocemos hoy. Sin embargo, pasaron al menos, 500 años.
La tecnología ha llegado a las aulas: cambiamos la tiza por pizarras electrónicas, los libros por los ebooks, los cuadernos por tablets y notebooks, pero seguimos mirando al frente.
Las competencias que se necesitan para este nuevo mundo laboral como la creatividad, flexibilidad, trabajo en equipo y la oratoria son muy difíciles de lograr con un modelo de enseñanza-aprendizaje centrado en un rol activo del docente y pasivo del alumno.
Sin dudas lo importante es qué y cómo se enseña y se aprende. Actualmente, hay un gran acuerdo en diseñar modelos de aprendizaje centrados en el alumno, donde este aprenda con la experiencia y sea protagonista de su aprendizaje.
Sin embargo, el diseño áulico tiene un vínculo estrecho con las relaciones que se generan en ese espacio y con aquello que queramos que suceda en él.
¿Qué pasaría si en un espacio áulico tuviésemos distintos espacios? ¿Pueden convivir sillones, mesas de trabajo, equipamiento tecnológico y un escenario? En el año 2018 un movimiento impulsado por HP e Intel promovió las Aulas RTCI “Reinvent de Classroom International”. Estas aulas cuentas con 4 espacios con objetivos pedagógicos distintos: Descubrir, Diseñar, Crear y Presentar. Para esto cuentan con diseño arquitectónico y mobiliario que acompañan dichos objetivos.
Estas aulas tienen sillones y pizarras para Pensar, mesas de trabajo y herramientas para Diseñar y Crear colaborativamente y escenario para Presentar. Los alumnos recorren las cuatro instancias, se mueven y ya no miran todos hacia adelante. Ya no hay un protagonista, ahora el protagonismo lo tienen todos y lo mejor es que se va alternando.
¿Qué pasaría si las aulas universitarias se transformaran en una fusión entre un living, un coworking, un laboratorio y un teatro? Qué bueno sería que mañana no nos demos cuenta de que estamos adentro de un aula.
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