Kamala Harris y Donald Trump
Las elecciones presidenciales en Estados Unidos pusieron nuevamente al sector de Biotecnología en la mira. Un pilar fundamental de la economía nacional y un área de innovación con capacidad para redefinir el futuro en áreas como la salud, la agricultura y el medio ambiente. La industria biotecnológica, impulsada por avances en genética, terapias de próxima generación y biotecnología agrícola se encuentra en un momento de inflexión ya que el resultado de estas elecciones tiene el potencial de influir decisivamente en el marco regulatorio, en los incentivos a la investigación y en la forma en que el país lidera el avance global en biotecnología.
Un imperio a prueba de tormentas.
Estados Unidos no sólo se ha consolidado como el epicentro de la innovación biotecnológica sino que también experimentó un crecimiento explosivo en los últimos años. La investigación de vanguardia, la inversión estratégica y un entorno regulatorio favorable permitieron al país posicionarse como líder mundial indiscutido en la búsqueda de soluciones a los desafíos más apremiantes: desde la cura de enfermedades hasta la sostenibilidad del planeta. Sin embargo, este reinado se encuentra ahora en una encrucijada.
En los últimos seis años, el sector de Biotech en Estados Unidos experimentó una transformación notable. Los ingresos alcanzaron los USD 200 Bn en 2023, y el número de empresas creció exponencialmente superando la marca de las 7,000 compañías. Este auge se debe en gran parte a la inversión en I+D llevada a cabo por el sector privado donde Estados Unidos lidera a nivel mundial con un gasto que supera los USD 100 Bn.
A diferencia de otros sectores, la innovación es la verdadera piedra angular de la industria: desde 2018, la FDA autorizó más de 170 medicamentos, muchos de ellos basados en tecnologías de próxima generación como la terapia génica. La misma se resume en la modificación genética para combatir enfermedades que hasta el momento no había siquiera alcance ni respuesta a la vista.
Pero la joya de la corona, el liderazgo en biotecnología, está ahora a la espera de un nuevo rey. Las elecciones en Estados Unidos definirán el futuro del sector. La pregunta es: ¿Se mantendrá el impulso innovador o se impondrán nuevas regulaciones que frenen su desarrollo?
La Amenaza de la IRA y la Incertidumbre Política
La reciente implementación de la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) ha generado un debate en el sector. Si bien la ley busca reducir los costos de los medicamentos para los pacientes, las nuevas regulaciones podrían tener un impacto sumamente negativo en la innovación. La IRA permite a Medicare negociar los precios de ciertos medicamentos, lo que podría desincentivar la inversión en I+D ya que no se permite premiar eficientemente la innovación alcanzada para enfermedades que hasta entonces, no tenían respuesta.
La incertidumbre política se suma a la amenaza de la IRA. Un gobierno como el demócrata que profundice este tipo de regulaciones, que limite la libertad de precios y la libre competencia, podría llevar a las empresas a tomar medidas drásticas, como realizar más reestructuraciones o incluso buscar nuevos horizontes.
¿Qué significa el enroque político para Argentina?
Independientemente de quién gane las elecciones en Estados Unidos, Argentina se encuentra en un momento histórico sin precedentes. Mientras que Estados Unidos se juega el futuro de su liderazgo en innovación, Argentina se abre al mundo con una propuesta sólida en el sector biotecnológico.
Nuestro país cuenta con profesionales capacitados, instalaciones equipadas y una reputación internacional por la calidad de sus datos clínicos. Con un rumbo político y económico enfocado en la apertura y la desregulación, Argentina se presenta como un socio atractivo para la industria farmacéutica, con la capacidad de optimizar sus procesos.
La incertidumbre en Estados Unidos, agravada por la disputa con China por el liderazgo tecnológico, podría impulsar a las empresas a buscar nuevos horizontes. En este contexto, Argentina tiene la oportunidad de consolidarse como un actor clave en el sector biotecnológico a nivel global.
¿Hacia dónde se dirige el reino?
En este contexto de incertidumbre, las tendencias de inversión ofrecen pistas sobre el futuro del sector. En el mercado actual, los inversores, especialmente en el ámbito público, favorecen los productos biotecnológicos en etapas de desarrollo avanzadas y con riesgos minimizados. Se busca la seguridad de la inversión, apostando por productos que ya han demostrado su eficacia y tienen un camino más claro hacia la comercialización.
Sin embargo, esta tendencia no es estática. Históricamente, la inversión en biotecnología ha oscilado entre productos y plataformas de descubrimiento en ciclos que se repiten. En momentos de aversión al riesgo, como el actual, hay una mayor preferencia por productos incrementales con menor riesgo, mientras que en épocas de mayor apetito por el riesgo, las plataformas innovadoras cobran protagonismo.
Para un ecosistema de innovación robusto y sostenible, es fundamental invertir en un amplio espectro de activos, desde plataformas de descubrimiento hasta productos en etapas tardías. Esta diversificación permitirá al reino biotecnológico mantener su fortaleza y prosperar en el futuro, independientemente de quién se siente en el trono. El nuevo rey que ocupe la Casa Blanca sin lugar a dudas tendrá en sus manos el destino de la joya de la Corona Americana.
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