Las nuevas tecnologías pueden llegar a ser algo complejas de asimilar, sobre todo con las constantes alteraciones e innovaciones que éstas generan a su paso. Por eso, en este artículo vamos a adentrarnos en la tecnología Blockchain, más específicamente, en los NFTs o activos digitales. En un principio, vamos a pasar por las definiciones tradicionales, luego, utilizaremos una analogía que me parece clave para poder comprender los múltiples usos y posibilidades que nos brinda esta increíble tecnología y, por último, algunos casos y ejemplos.
Aunque te consideres un gran conocedor o creas que ya entiendas estos conceptos, no tengas dudas de que este artículo probablemente te enseñe otra perspectiva. No solo para que tengas una herramienta más para poder explicarle a tu tío en la próxima cena familiar, que cree que realizando una captura de pantalla con su celular ya puede ignorar el poder de la Blockchain, o a tu primo lejano, el que piensa que todo es un esquema Ponzi, sino que también vas a poder aprovechar mejor las oportunidades que se te presenten en el futuro, porque es el futuro.
Primero lo primero, ¿qué es la Blockchain? La misma se puede entender como una nueva base de datos completamente distinta a las tradicionales, que revoluciona la manera en la que interactuamos con la web. Ésta es segura y descentralizada, ya que no hay una autoridad central que maneja la información, sino que el poder se encuentra distribuido entre toda la red de usuarios de la misma. Es transparente e inmutable, debido a que los bloques, que contienen información que es accesible para todo el que posea una computadora con internet, solo pueden ser añadidos, nunca eliminados.
La tecnología Blockchain se ha utilizado principalmente en el contexto de las criptomonedas, como Bitcoin, pero tiene una variedad de otras aplicaciones potenciales. Aquí es donde entran en juego los activos digitales, comúnmente llamados NFTs o Tokens no fungibles. Estos tokens, que habitan en la Blockchain, generalmente representan la propiedad de un objeto digital único, aunque también pueden asociarse con objetos físicos. Antes de entrar en detalles, creo que aquí es el momento de pasar a la analogía, que nos va a permitir digerir mejor estas definiciones.
Quiero que pienses en los NFTs como pedazos de papel digitales. ¿Por qué? Bueno, sabemos que el papel es una tecnología increíblemente versátil y poderosa, debido a sus múltiples usos. En él podemos dibujar, podemos crear arte y escribir lo que sea, como por ejemplo: un mensaje, un poema, un libro, un diario, escribir música e incluso generar un acuerdo o un contrato. ¿Se te viene algo más a la mente? Podés usar el papel no solo para representar dinero, sino también para representarlo indirectamente, como deuda, obligaciones y acciones, entre otras cosas.
Podría seguir enumerando ejemplos, pero no quiero aburrirte. El punto es que el papel es una tecnología asombrosa que cambió el mundo y tiene una gran similitud con los NFTs. Los mismos funcionan como pedazos de papel digitales, que nos permiten realizar todos los casos mencionados anteriormente, y además nos brindan ciertas ventajas y oportunidades con respecto al papel físico y también a lo que podríamos crear con el internet que habitualmente utilizamos.
La primera ventaja es que duran para siempre, al encontrarse en la Blockchain, no es posible eliminarlos. La segunda ventaja es que automáticamente mantienen un registro de todo lo que les va ocurriendo a lo largo de su existencia, como sus dueños anteriores y los valores a los que se transaccionó, si ese fuera el caso. Por último, estos pueden ser enviados a cualquier parte del mundo en un instante. Vendrían a ser como papeles mágicos, indestructibles, con un poco de inteligencia y capacidad de teletransportación.
El objetivo de esta metáfora, obviamente, no es sugerir que los activos digitales son exactamente idénticos a los pedazos de papel, sino demostrar que esta tecnología es extremadamente versátil y fundamental, con casi una infinidad de usos.
Grandes titanes de distintas industrias ya están dejando su huella en este espacio, haciendo importantes inversiones y adquisiciones, como también creando proyectos que les permiten mejorar y profundizar la manera en la que se comunican con sus consumidores. Algunas de estas empresas son Google, Meta, Nike, Microsoft, Adidas, Starbucks, Shopify y Twitter entre muchos otras. Si estás interesado, podés indagar en Google o YouTube acerca de las distintas estrategias que utilizan y que impacto están generando.
Lo que sí, antes de cerrar con el artículo, me gustaría dejarte un caso general en donde la utilidad de esta tecnología es clara. En la industria de la compra-venta de tickets, tanto para conciertos como para eventos, actualmente, solo en la venta primaria de estos tickets es donde los artistas y empresas se ven beneficiadas, luego detrás de eso se forma un mercado secundario gigantesco donde se mueven grandes cantidades de dinero, del cual los artistas y emisores de los tickets generalmente no reciben un solo centavo.
Pero, ¿qué pasaría si estos tickets fueran tokenizados y convertidos en NFT’s? Los mismos organizadores, además de obtener las ganancias de la venta primaria, también pueden verse beneficiados de todas las transacciones que se realicen en el mercado secundario, gracias a los Royalties. Los royalties son un porcentaje predeterminado que se destina a los creadores cada vez que el token cambia de manos, es decir, se compra o se vende. Después, por el lado de los consumidores, si el evento fuera algo muy especial, como por ejemplo una experiencia única o algo super exclusivo, el token puede convertirse en un coleccionable muy valioso con el paso del tiempo, manteniendo todas sus características favorables que surgen de estar en la Blockchain.
En conclusión, esta tecnología nos abre las puertas a un mundo de oportunidades, que atraviesan a cualquier industria, por lo que es muy importante entender bien sus bases y como es que funciona. Ya con esta lectura diste tu primer paso o reforzaste tus conocimientos, felicitaciones.
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