Los hongos son más “mágicos” de lo que pensamos. Estos organismos tienen una estructura celular muy compleja y, así como son expertos en pasar inadvertidos, tienen capacidades y beneficios que a simple vista no podemos identificar.
Lo más probable es que al momento de imaginarnos un hongo, lo primero que venga a nuestra mente sea el típico champiñón. No obstante, su morfología varía en un sinfín de colores, formas y tamaños y tienen la capacidad de adaptarse a una infinita diversidad de ambientes.
Aunque no nos demos cuenta, los hongos están presentes en nuestra cotidianidad. Para imaginarlo, pongamos como modelo la cocina. Podemos encontrar, por ejemplo, hongos en forma de mohos (no tan deseados) en la naranja que nadie se dignó a comer y quedó abandonada durante un mes en la alacena. Si abrimos la heladera, encontraremos gran variedad de alimentos cuya producción implicó el uso de hongos, como el queso azul o la cerveza. Estos últimos ejemplos, son dos de los miles en los que los hongos y la biotecnología se fusionan. Esta combinación no solo está presente en la comida, sino también en múltiples áreas como la industria agraria o la medicina.
Los hongos son mágicos, y no me estoy refiriendo a los que nos hacen alucinar per se, sino a los que hacen que nuestra vida sea efectivamente más fácil. Por esta razón, hoy vamos a hablar de las áreas en las que este microorganismo cumple un rol fundamental.
Alimentos
En primer lugar, vamos a explorar un terreno en el que todos estamos (en mayor o menor medida) familiarizados: los alimentos.
Uno de los hongos más nombrados en la industria alimentaria es la levadura, ya que es capaz de llevar a cabo la fermentación, lo que le da un gran valor industrial. La fermentación es un proceso natural en el cual microorganismos obtienen energía a partir de la degradación de moléculas que son transformadas en compuestos químicos más simples.
La aplicación de esta ventaja se hace evidente en la industria cervecera. Mediante fermentación alcohólica, las levaduras utilizan polisacáridos (carbohidratos complejos) presentes en las semillas de los cereales y los degradan a moléculas más simples. El producto resultante de este proceso es dióxido de carbono y alcohol, ingrediente característico de la cerveza.
La capacidad fermentadora de las levaduras también se manifiesta en el proceso de producción del pan. La levadura utiliza los hidratos de carbono de la harina y lleva a cabo la fermentación. El dióxido de carbono obtenido es el responsable de darle una consistencia aireada y esponjosa al producto.
Agricultura
Existe un tipo de hongo que tiene la cualidad de mejorar exponencialmente el desarrollo y crecimiento de cultivos. Las micorrizas son asociaciones simbióticas en las que los hongos (micorrícicos) entran en contacto con las raíces de las plantas.
Una relación simbiótica implica que dos organismos de distintas especies convivan. Si bien existen relaciones parasitarias, donde resulta perjudicial para uno y beneficiosa para el otro, las uniones micorrícicas son más bien del tipo mutualista, es decir favorable para ambos. Entonces, ¿en qué se beneficia cada uno?
Los hongos son heterótrofos, es decir, obtienen su alimento de materia orgánica disponible o proveniente de otros organismos. Durante la simbiosis, ellos se nutren de los hidratos de carbono que produce el organismo vegetal. Por otro lado, al unirse con las raíces, el hongo le otorga a la planta una mayor superficie de exploración del suelo y, en consecuencia, una mayor absorción ya que le transfiere los nutrientes obtenidos, como el nitrógeno y el fósforo.
Asimismo, el hongo micorrícico funciona como una especie de “barrera física” que protege al hospedante del ataque de parásitos y hongos patógenos. Al ocupar el lugar disponible en la rizosfera de la planta, otros organismos dañinos no pueden entrar en contacto con las raíces.
Biorremediación
Actualmente, la contaminación de suelos ocasionada por la liberación de desperdicios de las grandes industrias es un problema a nivel global. A pesar de que uno de los principales objetivos de la biotecnología es la creación de procesos productivos que resulten menos nocivos para el ambiente, con el tiempo también se fueron encontrando métodos para tratar los desechos.
La biorremediación es el uso de organismos vivos o los productos de su metabolismo para la recuperación de ambientes contaminados. En la fitorremediación, las plantas son los agentes principales del proceso. Ellas tienen la capacidad de absorber metales pesados, solventes orgánicos y otros contaminantes, ayudando a limpiar el medio ambiente de forma natural.
Probablemente se estarán preguntando… ¿qué rol cumplen los hongos en este proceso? La verdad es que los hongos endomicorrícicos arbusculares (HMA) son fuente de gran interés en la fitorremediación. Como ya vimos anteriormente, este tipo de microorganismo incrementa la absorción de nutrientes del suelo. Lo mismo ocurre con los metales pesados.
Los HMA no solo potencian la extracción de componentes tóxicos del suelo, sino que también pueden modificar el estado químico de ciertos contaminantes con el fin de reducir su toxicidad.
Existe otro tipo de biorremediación que involucra a los hongos de manera directa: la micorremediación. En el caso de las colillas de cigarrillo, estas retienen sustancias que representan un gran riesgo toxicológico al ser desechadas en residuos comunes. La gírgola es un hongo comestible que, además de su increíble sabor y alto valor proteico, tiene la habilidad de degradar los compuestos químicos presentes en los filtros del cigarro. Esta es una forma muy eficiente de reducir la contaminación.
Medicina
A lo largo de los años, los hongos han demostrado ser muy importantes para la medicina y la salud humana. Uno de los más destacados es la melena de león debido a sus notables propiedades medicinales.
Un estudio reciente demostró que la melena de león contiene dos compuestos orgánicos capaces de mejorar la memoria en ratones: las erinacinas y hericenonas. Estas moléculas son capaces de incrementar la producción del factor de crecimiento nervioso, proteína esencial para la supervivencia, desarrollo y crecimiento de las células nerviosas.
Este descubrimiento podría significar un potencial uso terapéutico para el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
El potencial oculto del mundo microscópico
En la actualidad se encuentran registradas aproximadamente 70.000 especies de hongos distintas, sin embargo, se dice que podrían existir más de un millón y medio. Esto es una ejemplificación de lo inmenso que es el mundo microscópico, por más paradójico que suene.
Sin limitarnos al reino fungi, el microbioma tiene un gran potencial aún inexplorado que promete ofrecernos grandes herramientas. Los científicos y biotecnólogos desempeñan un papel de suma importancia en el descubrimiento e investigación de estos inagotables microorganismos.
Vivimos en un entorno de cambio continuo. La biotecnología y sus descubrimientos ofrecen una mejora a la calidad de vida, no solo de las personas, sino de todos los organismos vivos que habitan en la tierra. El estudio del mundo microscópico nos recuerda que, en lo más recóndito de la naturaleza, por más insignificante que parezca, a menudo reside el mayor potencial de cambio.
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