Hoy venimos con la idea de escribir y relacionar temas correspondientes a dos áreas recurrentes en este medio, por un lado La Contabilidad (Economía y Finanzas) y por otro lado la Automatización de Procesos (Tecnología e Innovación).
¿Cómo es la contabilidad del futuro?
Antes de responder la pregunta considero necesario que se analice y reflexione brevemente la evolución de la contabilidad como actividad en los últimos años. Sin entrar en detalle, es evidente que hubo reducción de trámites presenciales, se implementó la modalidad home office, comenzó un cambio en la forma de capacitarse y otros tantos cambios más que tuvieron un gran incentivo gracias a la pandemia durante los años 2020 y 2021. Esto le mostró a todos los colegas que la implementación de la tecnología presta una infinidad de facilidades.
Muchos de los conceptos y ejemplos a desarrollar ya existen por lo que no sería solo hablar de futuro, sino también del presente.
Si bien no se puede hacer afirmaciones certeras acerca de lo que va a suceder en el futuro, si se puede hacer un análisis fundamentado para prever el potencial rumbo de la contabilidad. Cabe destacar que la actividad en cuestión cuenta con múltiples áreas de implementación, entre las más conocidas tenemos Auditoría e Impuestos. Dado que cada ámbito contable tiene sus características y forma de proceder, algunas secciones cambiarán más que otras, pero con el objetivo común de facilitar al máximo los procesos en pos de que se reduzca el grado de intervención por parte del profesional en lo que respecta a tareas operativas, como por ejemplo la carga de datos o la liquidación de ciertos impuestos.
¿Cuál es el grado de avance de la tecnología sobre la contabilidad?
Es necesario tener en cuenta que por tecnología hacemos alusión a la parte de Software y no de Hardware, entendiendo así que el concepto a relacionar es el de Sistema.
Para que un proceso pueda ser automatizado tiene que cumplir con cierto nivel de estandarización, es decir que todos los movimientos sigan un patrón y uno o un conjunto de posibles resultados. Es por eso que la factibilidad de implementación va a depender de que tan sometida va a estar una determinada área al criterio del contador como profesional.
Por un lado podremos encontrar situaciones donde el criterio es nulo, como por ejemplo la carga de facturas en un sistema contable, donde tenemos una secuencia de clicks realizados por el usuario y el ingreso de un dato objetivo como lo es el importe de un comprobante. Por otro lado hay situaciones donde la intervención profesional tiene menos flexibilidad, por ejemplo la liquidación de impuestos de alta complejidad tal como el Impuesto a las Ganancias y Bienes Personales.
Cabe resaltar que si bien los grados de implementación serán variables dependiendo las distintas áreas, la tecnología deberá amoldarse a las necesidades que requiere cada una de ellas.
Las barreras de entrada
Muchos creerán que este punto de la nota va a hacer alusión al factor económico de una implementación, lo cual no es totalmente acertado.
Por un lado tenemos el lado macro, que consiste en el contexto donde se encuentra una empresa (en este caso un estudio contable). Para llevar a cabo una implementación de estas características hay que tener en cuenta que cuanto más sencillas y didácticas sean las páginas web donde tienen que desenvolverse los usuarios va a ser mucho mejor para la implementación y el rendimiento de la misma.
Por otro lado está lo micro que consiste básicamente en el mero criterio del profesional y también de su familiarización con la tecnología. Es mucho más factible que un estudio compuesto por profesionales jóvenes con ganas de innovar en los procesos implemente una automatización a que lo haga un estudio de muchos años de trayectoria que ya se desenvuelve manualmente y considera esta la mejor forma de hacer los requerimientos de sus clientes.
Si bien por el lado económico suele ser una inversión considerable ya que hay que cubrir los gastos de la consultoría y el desarrollo, muchas veces se pueden hacer implementaciones sencillas que ahorrarían mucho tiempo de trabajo. El mejor ejemplo son las macros de Excel donde le podemos decir al sistema la secuencia de clicks que necesitamos que el software haga, o que nos guarde cierto recorte en forma de PDF, entre otras tantas cosas. Obviamente no va a estar al nivel de una implementación realizada por una consultora pero si se puede ahorrar tiempo y dinero.
Por último pero no menos importante, a la hora de hacer una implementación a gran escala y buscar la forma de optimizar todos los procesos se tiene que considerar los valores de la inversión y su retorno en cuanto a rendimientos reales, lo cual requiere de una ingeniería financiera adecuada que evalúe los posibles escenarios. No es cuestión de implementar tecnología por el hecho de estar de moda o por la simple necesidad de reducir las horas de trabajo.
Conclusión
Para cerrar con la nota una pequeña reflexión acerca de los temas mencionados; la tecnología nos rodea para facilitar y agregar dinamismo con el objetivo central de optimizar el recurso más valioso que los humanos tenemos, el tiempo. Considero que con sus diferentes métodos poco a poco se va a lograr el equilibrio que permitirá aumentar la calidad de vida. Hay muchos casos donde un robot no puede reemplazar a un humano, pero sí pueden hacer trabajos que son tediosos y nos quitan tiempo para hacer otras cosas. Con implementaciones bien realizadas logramos reducir el margen de error y trabajar en momentos u horarios no habituales.
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