El poder del genoma: Avances médicos y tecnológicos en la era atómica
La medicina es un campo que ha estado evolucionando constantemente desde sus inicios y avanza en sinergia con el desarrollo y la innovación tecnológica. Con nuevos inventos llegan preguntas de cómo esto puede beneficiar a las personas, y qué mejor beneficio que asegurar su salud. Hoy en día estamos en la era atómica, podemos ver y analizar cosas más pequeñas que nunca y en las personas eso significa el análisis del material genético. Estas son las instrucciones de la vida y de la muerte, toda persona cuenta con instrucciones específicas de cómo se dará su vida casi desde que nace, a excepciones de ciertas cuestiones epigenéticas. Pero por eso su estudio es algo tan importante ya que si se comprende el genoma se comprende el funcionamiento, o la falla, del cuerpo humano. Con las herramientas de hoy en día es posible detectar enfermedades desde antes del nacimiento, además de que se están encontrando soluciones para enfermedades que en el pasado eran una sentencia segura de muerte. Y el estudio del genoma no se queda en el humano, sino el estudio de la genética de todos los seres vivos, la cual nos ha permitido desarrollar y encontrar soluciones a múltiples problemas, y ya que entendemos algo entonces tienes la posibilidad, no solo de usarlo sino de manipularlo.
La revolución de la terapia génica y la medicina personalizada: Mejorando la salud a través del conocimiento del genoma humano
Entonces, la comprensión del genoma humano permite el diagnóstico de enfermedades con una gran precisión, pero lo que es la terapia génica también se ha convertido en algo esencial en la salud de la actualidad. Y al hablar de terapia génica suele pensarse en cosas muy complejas, como manipulación genética, reemplazo de genes o cosas por el estilo, pero desde las vacunas de ARN se puede decir que ya todas las personas, o por lo menos las que recibieron estas vacunas, son transgénicos. Esto porque estamos introduciendo partes muy específicas del genoma viral dentro de nuestros cuerpos, nadie está siendo modificado y nadie lo están haciendo mutante, pero desde esta sencilla acción, ya estamos viendo cómo el conocimiento del ADN y ARN, no solo del humano sino de los seres vivos, y lo que sean los virus, nos permite mejorar exponencialmente la forma en la que abordamos los problemas de salud. Y poco a poco empieza a surgir el término de “medicina personalizada”. Este concepto surge hace tiempo principalmente a partir del proyecto del genoma humano, ya que si llegamos a conocer en su totalidad al genoma y conocer perfectamente que hacer cada cosa, codificante o no, podríamos hacer tratamientos extremadamente precisos y diseñados para cada persona. No solo en temas de desórdenes genéticos, sino que saber cómo el cuerpo de cada quien reacciona a ciertas cosas, o que tipo de apoyo brindarle al cuerpo para maximizar la eficiencia de los tratamientos. Aquí las técnicas moleculares cumplen un papel sumamente importante ya que son precisamente las herramientas que nos permiten conocer y determinar con precisión el comportamiento genético de cada persona frente a ciertos estímulos. Cosas como los microarreglos o las RT-PCRs nos permiten observar rápidamente como es que el cuerpo reacciona a nivel molecular, y su desarrollo es básico para continuar con el camino hacia un mundo de tratamientos personalizados.
Partiendo un poco de la utilidad del estudio genético en humanos, la ingeniería genética ha dado saltos revolucionarios gracias a la comprensión que tenemos del genoma en otros organismos, principalmente en los microorganismos. La producción de productos biológicos en bacterias ha sido algo que genuinamente ha cambiado el panorama por completo, no solo en el área de la salud, sino también en agricultura, industria, alimentos y en muchas otras más. Las proteínas recombinantes por ejemplo, son una de las innovaciones más importantes del último siglo, mejorando exponencialmente tratamientos como el de la diabetes, donde se cambio de la extracción de insulina de cerdo, que era medianamente efectiva, cara, y compleja de obtener, a utilizar a la bacteria Escherichia coli, la mejor amiga de la biotecnología. Esta bacteria fue modificada para la producción de insulina humana, lo que permitió reducir exponencialmente los costos, además de aumentar su eficiencia en cuanto al tratamiento. Pero esto no es lo único, las bacterias se han convertido en una fuente enorme de múltiples proteínas recombinantes que cumplen la función de tratamiento, diagnóstico e investigación. Y aunque las bacterias son las principales involucradas en este tipo de producción, hoy en día hay levaduras, hongos, e incluso plantas que se han modificado con el fin de seguir desarrollando este campo de las proteínas recombinantes. La planta del tabaco, un cultivo que se tiene más que estudiado y estandarizado alrededor del mundo, resulta ser una de las mejores plantas para modificar y convertir en una productora de proteínas recombinantes; siguiendo con la insulina, parece ser que ahora se podrá producir en lechuga, algo que sería verdaderamente revolucionario en la lucha contra la diabetes.
Resumiendo un poco, el estudio de la genómica, la proteómica, la epigenética y más que nada las ciencias ómicas es algo que verdaderamente vale la pena. Cada vez se tienen más y mejores procedimientos que abarcan mucho de lo que la salud trata todo el tiempo. Entender a un nivel molecular ADN, ARN y también las proteínas y demás metabolitos, representa conocer los bloques de construcción de la vida misma, y como mencioné anteriormente, cuando conoces algo a detalle, puedes cambiar y mejorarlo. Y no necesariamente se debe tratar de elevar la eugenética a un estado divino o perfecto, pero si se trata de ayudar al mundo a alcanzar nuevos límites y deshacernos de los problemas que plagan el mundo, ya que mientras más investigación se haga en estos campos, más fácil será llevar esta ciencia a todas las personas, al fin y al cabo todos somos prácticamente iguales, todos estamos conformados de lo mismo, por lo que todos deberíamos tener la capacidad de entender y aprovechar aquello que nos une.
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