Aprovechando que Argentina y Chile tienen una creciente integración energética y ambos países han sellado recientemente en este mes de diciembre un nuevo acuerdo para la exportación de petróleo y gas de Vaca Muerta hacia Chile qué tiene como objetivo el fortalecimiento del abastecimiento mutuo en infraestructura (Oleoducto de Vaca Muerta) y generando ingresos con vistas a una seguridad energética y aprovechamiento del "Triangulo del litio" para la transición global.
Cuatro empresas han firmado con ENAP (Empresa Nacional del petróleo) en Chile un contrato que garantiz el abastecimiento de crudo entre ambos países por ocho años, YPF afirmó que en el acuerdo firmado con ENAP propuso exportar 32.000 barriles de petróleo diarios desde Vaca Muerta hasta el año 2033.
El contrato también respalda volúmenes de otras compañías como visita energy, Shell, Equinor, que sumando al compromiso exportador de YPF se trataría de una exportación que valdría transportar 70.000 barriles diarios a través de OTASA (Oleoducto trasandino), según lo que se informo de ENAP.
El acuerdo firmado entre YPF y ENAP prevé que la exportación de YPF de un volumén inicial de petróleo no convencional de aproximadamente 32.000 barriles, equivalente a más del 45% del volumen total del acuerdo. Del total extraído, el país exportó el 18% equivalente a más de 154.000 barriles diarias, las empresas productoras son YPF (46%), Pan American Energy (13%), Vista energy (9%), Pluspetrol (5%), Shell (4%) y Chevron (3%), esta información fue extraída del último informe del Instituto Argentino del Petróleo y Gas (IAPG).
En la actualidad, Vaca Muerta aporta el 60% de la oferta total nacional, con más de 515.000 barriles diarios y lo que esto se traduce en términos generales Vaca Muerta realizó un 76% de producción petrolifera, mientras que la del Golfo San Jorge fue de un 21%, la cuyana del 1,7%, la austral 1,2% y la del NEA un 0,2%. Todo esto explica el repunte que tuvo Vaca Muerta en el presente año 2025, ya que la producción no convencional petrolifera crece a un ritmo interanual del 30%, lo que significa la disminución del 7% de la producción convencional del resto de las otras cuencas nacionales.
La producción convencional se basa en la perforación horizontal de pozos, en vez de vertical y en el uso del fracking, método que inyecta grandes volúmenes de agua y arena para fracturar la roca y mantener abiertas las grietas qué permiten extraer petróleo y gas.
Siguiendo la proyección del acuerdo, hacia 2030, el sector petrolifero proyecta alcanzar una producción de 1,5 millones de barriles diarios, en el cual, 1 millón se destinaria a la exportación. Para lograrlo, las empresas advierten que sería necesario para resolver algunos "dólares de crecimiento", es decir, cuello de botellas positivas derivados de los proyectos y de la falta de proveedores. Siguiendo con el estilo de producción petrolifera estadounidense, con la alta competencia entre las empresas petroliferas con lo que permite bajar los costos, según lo que afirman desde el gobierno nacional.
Para ir concluyendo, el gobierno de Javier Milei afirma que Argentina tiene un desafío y es lo que en la actualidad se debe hacer para comenzar con el acuerdo y es perforar un pozo en la Argentina que cuesta un 40% más que en Estados Unidos, sumando los altos costos logísticos porque las rutas en Neuquén como en el resto del país siguen siendo deficitarias.
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