Existen varias metodologías para la priorización en el desarrollo de productos. En Nuestra Empresa hemos elegido la metodología MOSCOW, la cual utilizamos tanto en proyectos con clientes como en el laboratorio interno de Innovación. Esta metodología aporta simplicidad y un gran valor a la visión estratégica del negocio. En uno de los proyectos del laboratorio, participamos en una hackatón de Inteligencia Artificial, donde utilizamos esta metodología para desarrollar las características básicas de nuestro algoritmo. Este algoritmo utilizaba la API de ChatGPT para mejorar y generar textos existentes en webs y otros documentos internos, para su uso en blogs o nuevas webs.
Para asegurar un producto consistente, realizamos una prueba básica migrando alrededor de 1000 artículos de un blog, pasándolos por nuestro motor de Inteligencia Artificial para corregir la gramática e incorporar términos específicos de la marca. Esto resultó en textos con mayor legibilidad y atractivo para la audiencia del cliente. Nuestro algoritmo cumplió con los objetivos establecidos y, mediante iteraciones, creamos un producto replicable. Este se utilizó en un proyecto y añadió un valor fundamental al reescribir contenidos, dejándolos listos para la revisión de expertos que los publicarían en el nuevo sitio web. Además, probamos funciones adicionales como SEO y SEM, y la extracción y creación de contenidos en HTML y tags de WordPress para su importación en el nuevo blog.
La metodología MOSCOW fue clave para definir las características principales del producto, garantizando los criterios de aceptación por parte de los clientes o stakeholders internos. Es importante recordar que esta metodología, más allá de la priorización, ayuda a definir correctamente el alcance, los recursos y el tiempo, así como los criterios de aceptación de cada característica, función o componente de la solución que estamos creando.
La importancia de gestionar las expectativas
Es crucial tanto para el gerente de producto como para las áreas de desarrollo y tecnología, dejar claramente explicadas las expectativas del producto final que se entregará. Para ello, utilizamos diversas metodologías, incluso aquellas como "paper mockups", que permiten al cliente visualizar y entender lo que obtendrá. Las expectativas varían según el conocimiento de cada uno, por lo tanto, es esencial establecer una base común de conocimiento y, a partir de ahí, llegar a un acuerdo sobre el producto y sus características.
Don't Overpromise, Better Overdeliver
Un colega me dijo una vez: "No prometas de más, mejor entrega de más". Esta frase es clave para la gestión de expectativas. Es fundamental comprometerse solo con lo que se puede producir y entregar al cliente o stakeholders, y si es posible, entregar más de lo prometido, pero nunca prometer más de lo que se puede realizar con el equipo, los recursos y el tiempo disponible.
En la era digital, los emprendedores y empresas emergentes enfrentan el desafío de desarrollar productos que satisfagan las necesidades del mercado sin sobrecargarse con demasiadas ideas. La metodología MOSCOW (Must-Should-Could-Won't) es una herramienta valiosa para priorizar el desarrollo de productos y maximizar el impacto en el mercado.
¿Qué es MOSCOW?
MOSCOW es un acrónimo que se refiere a una jerarquía para priorizar las características o funcionalidades de un producto. La palabra no tiene relación con la ciudad de Moscú. La sigla se divide en cuatro categorías:
Must: Características esenciales que el producto debe tener.
Should: Características deseables pero no imprescindibles.
Could: Características beneficiosas pero no críticas para el éxito del producto.
Won't: Características que no se implementarán o no tienen sentido.
Las "o" son para hacer el acrónimo pronunciable, algo común en la jerga de las startups.
La Importancia de Priorizar
La priorización es fundamental para cualquier emprendedor o empresa emergente. Algunos beneficios clave de utilizar MOSCOW incluyen:
Fomenta la toma de decisiones informadas: Ayuda a identificar las características más importantes y las que pueden ser descartadas.
Reduce el estrés y la sobrecarga: Permite enfocarse en lo realmente importante.
Aumenta la eficiencia: Maximiza el impacto en el mercado y reduce el tiempo y los recursos necesarios para desarrollar un producto.
Es importante mencionar que esta metodología no aporta información sobre dependencias y valoración del alcance de las características, por lo que se deben utilizar otras técnicas y metodologías para una correcta definición del producto.
En mi investigación, no encontré un benchmark consistente sobre la metodología más utilizada, por lo que realicé una encuesta en LinkedIn que arrojó los siguientes resultados:
Origen de MOSCOW
La metodología MoSCoW (Must-Should-Could-Won't) fue desarrollada por primera vez por Dai Clegg de Oracle® del Reino Unido, a mediados de los años 90. Clegg, D. and Barker, R. (1994). 'CASE Method Fast-Track: A RAD Approach,' Amsterdam: Addison-Wesley, 1994. Copyright © Pearson Education Limited.
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