Durante los últimos años, el e-learning ha transformado la realidad educativa contemporánea. Desde el surgimiento de los Learning Management Systems (LMS) hacia fines de 1990 hasta su uso en el presente post-pandemia, su evolución es testimonio del potencial que tiene para moldear el futuro del aprendizaje.
El e-learning hoy
El Covid no solo cambió nuestra vida diaria, sino que también modificó el panorama educativo. Tanto escuelas como universidades se vieron forzadas a cerrar temporalmente, impulsando a explorar nuevas formas de enseñanza y aprendizaje. En pocas semanas, un enorme porcentaje de instituciones se vio forzada a adaptarse rápidamente al aprendizaje online.
Esta rápida transición vino acompañada de una diversidad de metodologías y enfoques. Principalmente, podemos destacar dos modalidades predominantes: la sincrónica y la asincrónica.
La modalidad sincrónica es quizá la más similar a una clase tradicional. Estudiantes y educadores interactúan simultáneamente, utilizando herramientas como videoconferencias, chats en vivo y pizarras virtuales.
Esto permite a los estudiantes aclarar dudas al instante, participar en discusiones y trabajar en grupo. Sin embargo, requiere que todos los participantes estén disponibles en simultáneo. Esto puede generar complicaciones cuando los estudiantes están en diferentes zonas horarias o tienen compromisos que les impiden asistir a sesiones en vivo; puede surgir la problemática de fallos tecnológicos o de conexión en tiempo real.
En la modalidad asincrónica, los materiales se ponen a disposición de los estudiantes para que accedan a ellos en cualquier momento, según su conveniencia. Esto ofrece una flexibilidad máxima para el estudiante, permitiéndole aprender a su propio ritmo.
Esta autonomía es ideal para quienes combinan estudios con trabajo, responsabilidades familiares u otros compromisos. Logra así eliminar problemas relacionados con diferencias horarias o fallos en la conexión durante sesiones en vivo.
Los últimos años dan cuenta de un crecimiento sin precedentes en la implementación del e-learning. Año a año, crece el número de usuarios registrados en plataformas educativas y se incrementan las inversiones por parte de instituciones educativas y corporaciones.
Está claro que el e-learning es el presente y el futuro del aprendizaje. Se está convirtiendo en una herramienta esencial en el mundo corporativo, sea para formar a nuevos empleados o actualizar habilidades en un mercado laboral cada vez más especializado y competitivo.
Ventajas del e-learning
Notamos en esta modalidad diferentes ventajas comparadas a la educación tradicional.
Por un lado, la flexibilidad. Mediante esta modalidad, los estudiantes pueden aprender a su ritmo, pausando, retrocediendo o avanzando según lo necesiten.
Por otro lado, no hay barreras geográficas. Cualquiera con una conexión a internet puede acceder a contenidos de alta calidad desde cualquier lugar del mundo. Esto permite democratizar aún más el acceso a estos contenidos. Además, eliminando la necesidad de espacios físicos y otros costos asociados, se logra ofrecer un producto de calidad cost-effective.
Conclusión
El e-learning ha dejado una marca indeleble en el panorama educativo. Consideramos que en un mundo cada vez más digitalizado, las posibilidades de expansión son infinitas: cualquiera que antes daba una clase ante un público reducido, localizado ahora puede masivizar y digitalizar su propuesta de un modo veloz y eficiente. Esto genera, desde nuestra perspectiva, un aumento notable en la calidad educativa, puesto que permite desarrollar una competencia global por crear contenido de valor.
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