18/3/2025 - tecnologia-e-innovacion

Ciencia y Ética encontradas: la modificación genética

Por Pablo Ortega Ferron

Ciencia y Ética encontradas: la modificación genética

Representación de la modificación genética

La manipulación y modificación genética ha sido parte de la humanidad desde hace mucho más tiempo de lo que la mayoría de las personas se imaginan. Desde los cultivos y el ganado selectivo, de alguna u otra manera ya se estaban implementando los conceptos más básicos de la manipulación genética. Escogiendo plantar únicamente las semillas provenientes de las mejores siembras, o escogiendo a un gran semental, grande y fuerte, para que fuera el único que se reprodujera con el resto del ganado. Aunque parezca una práctica evidente, y porque lo es, esto es modificación genética mediante un desarrollo evolutivo selectivo. Poco a poco la humanidad fue haciendo de esta práctica un proceso mucho más preciso y técnico. Gregor Mendel, en el siglo XIX fue probablemente el primero en proponer la herencia genética y gracias a su trabajo fue que se propusieron las ya muy conocidas Leyes de Mendel, que explican de manera muy sencilla los atributos que se esperan de la herencia entre la cruza de diferentes progenitores. Esto para decir, que entendemos la genética desde hace mucho tiempo, pero en la actualidad no solo la entendemos bastante bien, sino que ya hemos desarrollado la capacidad de modificarla como veamos. Hoy en día ya se utilizan decenas de ejemplos de modificación genética, los ratones “knock out”, modificados específicamente para que no expresen un gen en específico, de los cuales hay varios tipos dependiendo el modelo. También se ha utilizado para otras cosas, el uso de proteínas como la proteína verde fluorescente (GFP), esta proteína proviene de una medusa, y hoy en día se utiliza como uno de los marcadores clave para observar la expresión de genes específicos. Esto se hace mediante la introducción de esta proteína en el genoma de algo como un microorganismo, ligando su expresión por ejemplo a un gen de producción de insulina. Lo que esto permite es observar de manera muy sencilla si tu modelo está haciendo lo que quieres, ya que si llegan a brillar verde frente a luz ultravioleta, sabes que también están produciendo insulina. Como este hay varios ejemplos, el mundo de las proteínas recombinantes y los modelos animales modificados genéticamente es extenso y le ha permitido a la humanidad dar saltos inmensos en cuanto a avances científicos y tecnológicos, siendo de los más famosos la capacidad de utilizar bacterias para producir insulina humana, en lugar de utilizar cientos de porcinos para obtener apenas una fracción y mejorando la calidad del tratamiento de la diabetes de manera inmensa. Un ejemplo bastante reciente de los beneficios de la ingeniería genética llegó en la forma de ratones mamut. Suena increíble, y en parte lo es, la empresa Colossal Bioscience ha emprendido la misión de conseguir la de-extinción de varias especies que se han extinto a lo largo de la historia de la humanidad, la principal siendo el mamut (Mammuthus primigenius) y han dado un paso importante para lograr esto. En realidad aún están muy lejos de replicar a un mamut viviente, pero mediante la modificación de alrededor de 7 genes en ratones, han logrado recrear un pelaje muy similar al presentado por estos gigantes prehistóricos. El “woolly mouse” como lo han llamado, no es por ningún lado el paso antes a un mamut, pero es un paso prometedor. La revista Nature lo reportó de la siguiente forma, “Como parte de su esfuerzo por diseñar elefantes similares a los mamuts, Colossal y sus colaboradores trabajan para encontrar variantes genéticas que contribuyeron a rasgos clave de los mamuts, como el pelaje hirsuto, la tolerancia al frío y el exceso de grasa. Para ello, comparan genomas extraídos de los restos de docenas de mamuts y de otros parientes vivos y extintos de estas criaturas, en busca de cambios que alteren las proteínas y que evolucionaron en el linaje de los mamuts”. [1] Esto es lo que nos permitió tener a estos nuevos ratones, un uso muy interesante de la modificación genética, y para aquellos que se preguntan, ¿y para qué queremos mamuts? No se dan cuenta del increíble impacto ecológico que una estandarización de técnicas de de-extinción podría tener en nuestro planeta. 

Junto a todos estos avances y descubrimientos, uno de los más relevantes fue CRISPR, o Repeticiones Palindrómicas Cortas Agrupadas y Espaciadas Regularmente, según sus siglas en inglés. Esta tecnología es una de las herramientas más precisas en cuanto a la modificación genética, y se obtuvo a partir del sistema de defensa innato de ciertas bacterias frente a fagos o virus de bacterias, es decir, cómo la GFP es un componente natural de otro organismo, que se puede aprovechar para hacer cosas impresionantes. Pero así como puede hacer tanto bien, CRISPR ha sido criticado ampliamente, ya que es una herramienta que inevitablemente da pie a la conversación de la modificación genética en humanos. Donde surge la pregunta ¿hasta qué punto podemos usar estas herramientas de manera correcta o apropiada? El argumento principal a favor siempre va de la mano con la eliminación de enfermedades genéticas, cosas como el enanismo, la atrofia muscular espinal (AME) o incluso la trisomía 21, o síndrome de Down como es conocido normalmente. Sobre este último, un estudio reciente demostró una manera en la que el sistema CRISPR-Cas9 pudo en cierta manera eliminar el cromosoma extra responsable del síndrome de Down, no es una cura definitiva y aún falta mucha investigación antes de poder declarar esto como una terapia real, pero si es un salto gigantesco, y lo que hizo este grupo de científicos es definitivamente impresionante. Hashizume et al. demostraron el enorme potencial que herramientas como CRISPR tienen para el beneficio de la humanidad. [2] Otro ejemplo es el tratamiento de la AME, una enfermedad genética recesiva que ocasiona un desorden neuromuscular severo. Se da por la pérdida funcional o deleción del gen SMN1 (en inglés, survival motor neuron) encargado de sintetizar la proteína de supervivencia de motoneurona (SMN), esencial para la viabilidad de las motoneuronas.  [3,4] La ausencia de SMN ocasiona degeneración del tronco encefálico y de las neuronas motoras espinales, provocando la atrofia del músculo esquelético e incluso la muerte prematura. Además de la importancia motora de la proteína SMN, esta participa en varios procesos fisiológicos importantes en todos los tejidos como la formación del splicingsoma, la síntesis de ribonucleoproteínas, el tráfico de mRNA, la endocitosis y autofagia, entre otros. Debido a esto, AME es considerada como una enfermedad multisistémica que puede afectar la función de muchos órganos o sistemas como el corazón, el páncreas y el sistema inmune, provocando una esperanza de vida promedio de 2 años. [3] Su tratamiento no es fácil, pero se ha desarrollado una terapia génica que ha tenido efectos muy buenos, el fármaco en cuestión tiene el nombre comercial Zolgensma, su nombre real es Onasemnogene abeparvovec. Zolgensma es un AAV9 (virus adeno-asociado 9) recombinante no replicable que contiene DNA complementario al gen SMN humano controlado por el potenciador de citomegalovirus/promotor híbrido de β-actina de pollo. El mecanismo de acción de Zolgensma se basa principalmente en su vector, el AAV9, al cual se le remueve su DNA para introducir una copia del gen SMN1 funcional. Este vector tiene la capacidad de distribuirse rápidamente por el cuerpo llegando a todos los tejidos. Estos vectores entregan las copias funcionales del gen SMN1 a las células neuronales motoras, en donde el fármaco se almacena en el núcleo de estas células, y no se convierte en parte del material genético de las mismas. Este nuevo gen proporcionado por Zolgensma le indica a las neuronas que empiecen a producir la proteína SMN, un proceso que ocurre múltiples veces alrededor del cuerpo, para que todas las células empiecen a producir esta proteína. Una vez que se entrega el producto, los vectores son destruidos y poco a poco son excretados por el cuerpo. [5]

Estos son solo un par de ejemplos de lo que la terapia génica puede hacer por nosotros, ya sea que se esté modificando directamente el genoma humano, o únicamente se estén aprovechando diferentes herramientas para crear medicamentos que pueden asegurar la vidad de personas que nacen con sentencias de muerte como es el caso de la AME. Claro que esta discusión no es en blanco y negro, la terapia génica no se debe de tomar a la ligera, al fin y al cabo no sabemos las consecuencias que esta pueden tener a largo plazo. Por esto, y a diferencia de otros medios de comunicación, yo no hable de la cura para el síndrome de Down, porque eso no es lo que dice la investigación, sino que el camino luce bien, pero aún falta mucho que recorrer, porque declarar cosas tan grandes es irresponsable, y es parte de lo que le asusta a la gente de cosas como la modificación genética. Pero fuera de que las personas creen que el trigo transgénico es malo y prefieren su comida libre de GMOs (organismos genéticamente modificados), o creen que escoger el color de ojo de sus hijos es irresponsable o peligroso o va en contra de sus creencias, la ingeniería genética tiene usos muy reales y muy útiles que pueden ayudar a cientos de miles de personas, y descartar a todo un campo de la ciencia sin saber bien sus aplicaciones, sus beneficios o sus riesgos es igual de irresponsable. Además puede que no lo sepan, pero sí se pudieron una vacuna de ARN durante la pandemia de COVID19, ustedes ya recibieron un tratamiento genético, y por lo menos por mi parte 5 años después me siento bien, y estoy feliz de haberme puesto, aún si en estricta teoría fui parte de un estudio clínico a escala masiva. Tampoco diré que todo es perfecto, existen los riesgos, existen los errores y existe la gente que no ve por el bien común sino por el beneficio propio, pero por lo menos en campos como estos no puedo más que esperar que los buenos sean más, y la modificación genética pase de ser un concepto tabú y temeroso, a algo tan común y eficaz como vacunarse.

Referencias:

  1. 1. Callaway E. Meet the “woolly mouse”: why scientists doubt it’s a big step towards recreating mammoths. Nature [Internet]. 2025;639(8054):284–5. Disponible en: http://dx.doi.org/10.1038/d41586-025-00684-1

  2. 2. Hashizume R, Wakita S, Sawada H, Takebayashi S-I, Kitabatake Y, Miyagawa Y, et al. Trisomic rescue via allele-specific multiple chromosome cleavage using CRISPR-Cas9 in trisomy 21 cells. PNAS Nexus [Internet]. 2025;4(2):gaf022. Disponible en: http://dx.doi.org/10.1093/pnasnexus/pgaf022

  3. 3. Menduti G, Rasà DM, Stanga S, Boido M. Drug Screening and Drug Repositioning as Promising Therapeutic Approaches for Spinal Muscular Atrophy Treatment. Front Pharmacol. 2020;11(Noviembre). 

  4. 4. Ojala KS, Reedich EJ, Didonato CJ, Meriney SD. In search of a cure: The development of therapeutics to alter the progression of spinal muscular atrophy. Brain Sci. 2021;11(2):1–39.

  5. 5. How it works ZOLGENSMA [Internet]. Novartis Gene Therapies, Inc. 2021 [citado Mar 12, 2025]. Disponible en: https://www.zolgensma.com/how-zolgensma-works

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Pablo Ortega Ferron

Pablo Ortega Ferron

Licenciado en biotecnología por la Universidad Anáhuac, actualmente cursando la maestría en ciencias médicas con una especialidad en investigación. Tengo un interés especial en la investigación clínica, principalmente enfocados en biotecnología médica y temas de genética, además de un gran compromiso por la divulgación cientifica.

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