Hace apenas un año, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, luego de mantener conversaciones con Elon Musk, director ejecutivo de Tesla, Inc., uno de los principales fabricantes de autos eléctricos del mundo, anunció que
"Hay un acuerdo, habrá una inversión y la fábrica de Tesla en México se ubicará en Monterrey con el compromiso de solucionar el problema de la escasez de agua".
En esos tiempos, los proyectos de Tesla involucraron la instalación de una fábrica de baterías y una terminal automotriz, sin embargo, a lo largo del año pasado, distintas circunstancias postergaron y modificaron los planes iniciales.
Originalmente la idea era instalar una planta en el estado de Nueva León, particularmente en Monterrey, estado que enfrenta restricciones en cuanto al suministro de agua, insumo muy importante que debe ser tenido en cuenta para la radicación de estas industrias.
Esta dificultad, sumada a la negativa por parte del gobierno mexicano de extender exenciones impositivas, similares a las que ofrecían los Estados Unidos, para la fabricación de baterías y semiconductores, cancelaron el proyecto de una de las fábricas.
Ya entrando el último trimestre del año pasado, precisamente en octubre de 2023, Elon Musk se mostró preocupado por el impacto que las altas tasas de interés tendrían en los compradores de automóviles, lo que lo llevó a dudar sobre sus planes para instalar una fábrica en México.
Vale destacar que desde aquellas primeras conversaciones entre el presidente mexicano y el magnate tecnológico, el estado aprobó incentivos por cientos de millones de dólares para la construcción de infraestructura en carreteras y obras hídricas para mejorar las condiciones del lugar en el que se instalaría la planta, obviamente, la expectativa de atraer inversiones, que en varias etapas podrían alcanzar los 10.000 de dólares eran sumamente alentadoras.
Al día de hoy la información indica que la instalación de la fábrica está suspendida.
Existen rumores que especulan con que Elon Musk estaría en conversaciones con el presidente Milei para instalar ambas plantas, la de baterías de litio y la terminal automotriz de última generación para los automóviles Tesla en la República Argentina.
Algo que podría significar un empujón a la alicaída economía Argentina, que mucho tiene para ofrecer en recursos naturales y en capital humano, un poco floja en antecedentes y seguridad jurídica.
Habrá que ver qué pesa más en la estrategia del Rey de Midas de nuestro tiempo, si el riesgo a que los cambios que propone Milei sean una expresión de deseo o el impulso publicitario que pueda dar el empresario de la reconstrucción Argentina.
Es probable que antes de la conquista de Marte, tan anunciada por Elon, desembarque en tierras más hostiles para la inversión a largo plazo.
Todo es posible.
Son Elon y Milei.
Créditos JDS
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